A pesar de que Kyoto sea conocido por su cantidad de templos y edificios antiguos, también tiene su modernindad. Entre ellas la torre de Kyoto, al ladito de las estación de trenes. Cuenta con un hotel y algunas tiendas en su parte baja. He de decir que de día no luce tanto, hasta me parecía algo fea, pero de veras que de noche gana bastante.
Categoría: Japón
Una de templos
El primer sitio que me quedaba más cerca de mi hostal era el templo de Kiyomizu-dera, muy conocido cuando la época de las flores de los cerezos. Construido sobre el año 768 pero los edicios actuales datan del 1633. El templo toma su nombre de las cascadas que existen en el complejo, las cuáles bajan de las colinas cercanas. Kiyomizu (清水) literalmente significa agua pura, agua clara o agua limpia.
Moviéndonos hacia la zona noroeste, muy juntitos uno del otro, apenas unos 10 minutos los separan, dos de los lugares más famosos de la ciudad.
Kinkaku-ji (Pabellón dorado)
Ryoan-ji
Y muy próximo, se encuentra el también muy conocido templo de Ryoan-ji (El templo del dragón tranquilo y pacífico), que cuenta con uno de los jardines secos más famosos del mundo. Según dicen, hasta han hecho estudios, bajo el jardín han encontrado el patrón de un árbol, y por eso resulta tan agradable admirarlo.
Existe una idea de movimiento, según miramos los grupos de derecha a izquierda, se van volviendo cada vez más dispersos, hasta llegar a las últimas dos piedras que no tienen musgo. No se puede ver todo de un sólo vistazo, hay que ir moviendo la vista.»
Y para terminar mi recorrido finalizando en el castillo de Nijo, compuesto por el Palacio de Ninomaru e Hinomaru junto con los jardines de los alrededores y las protecciones de los muros. Me lo recomendó Fernando, el chico que conocí en el hostal de Tokyo los primeros días. Y la verdad que mereció la pena, aunque llegué justo de tiempo, pero me dio para ver lo más importante. Esta la zona del Palacio de Ninomaru. El día algo gris y bueno, difícil a veces captar buenas fotos.
Y las vistas desde una de las zonas altas del castillo con el Palacio de Hinomaru, al fondo parte de la ciudad de Kyoto y sus montañas, que tranquilidad. Junto con los muros interiores que rodean la parte del Palacio de Ninomaru.
Bastante cultura por un día, además de, las casitas que uno se va encontrando mientras callejea por la ciudad. Sin duda, hacen falta más días para conocer la ciudad a fondo, pero le di un repaso importante, y bastante contento con todo lo que vi.
¡Bienvenido Kyoto!
Cuando me vine a dar cuenta, ya habían pasado casi 2 horas entre tanto tori, kitsune, y sube-baja de montaña. El día parecía que iba a anocher pronto y no me quedaba tiempo para mucho, así que decidí irme hacia el centro de la ciudad, aunque por la hora que era, pocos templos o más bien ninguno podría ver.
Así que, el día de mañana iba a estar bien cargadito que tenía algunas visitas obligadas a algunos de los templos más famosos de Kyoto.
Tokyo-Kyoto
En lo que esperaba a que fuera la hora para partir, de repente empiezan a aparecen colegiales y más colegiales, de excursión en Tokyo. Fue el primer contacto que tuve con ellos, y no sería el último.