De visitas
Otra semanita que se fue… La verdad que estas últimas semanas el tiempo se ha pasado volando, y casi sin darnos cuenta estamos a final de mes y empezando el mes de marzo. Pero bueno, mejor no pensar en ello que aún queda mucho tiempo por delante.
Entre una de nuestras paradas, pasamos por el bar ruso Balalaika, que como curisidad tiene una cámara frigorífica a -20ºc donde te puedes meter a tomarte algo. Y la verdad que eso de los -20, na nai.. ya que por fuera marcaba apenas 5ºc, también es que había mucha gente dentro y no era lo mismo. Pasamos por un par de sitios más para que conocieran la noche hongkonita.
Y comparado con Shanghai, que tampoco está mal para salir, pero allí los lugares están algo más dispersos comparados con las zonas en Hong Kong. Igualmente cuando vinieron los becarios ICEX de Shanghai, se quedaron encantados con la ciudad, ellos también disfrutaron mucho de la ciudad. Aprovecharon y se dieron un saltito al día siguiente a Macao y pues por la noche, una última salidita. Ya de domingo, despedida con un brunch y aprovechar la tarde de domingo para estudiar un poquito de chino, que sino, luego da más pereza.
Isla de Lantau
Una vez allí, como teníamos pensando ir a ver el buda que se encuentra en la isla, cogimos una guagua. Tardamos como unos 20 minutos en llegar, una carretera de mucha curva y cada vez más empinada. La verdad que tuvimos suerte con el tiempo. Aunque hacía algo de fresco en la montaña, el cielo estaba despejado y algo de solito había. Y es que comparado con días anteriores, se agradeció.

Y después del breve paseíto por los alrededores y parte de mi curiosidad saciada, me fui de vuelta a dar con las chicas para coger la guagua de regreso al muelle y coger el ferry rumbo a la isla de Hong Kong.
Visita por Shanghai (y III)
Y alguna escena curiosa, sobre todo la forma en la que tiende la gente la ropa. No sé si con el frío que hace se les secara… lo que es sol, ese día se notaba algo de calorcito y el cielo estaba más despejado como se puede ver.
Templo de Longhua
El templo de Longhua, a unos 20 minutos en coche fue el lugar elegido para visitar ese día. Siendo domingo, ya se podrán imaginar la gente que había, pero como el lugar era bastante grande, uno no estaba tan apretado como cuando fuimos a ver el templo del Buda de jade. El templo contaba con una pagoda que se encontraba a la afueras y justo al lado de la misma había un árbol donde se podían colgar deseos o más bien lanzar al árbol a ver donde caían.
En la foto de la derecha, se puede ver con un poco más de detalle las hojas del árbol y con los lazos rojos y amarillos que colgaban de las ramas, con los deseos de mucha gente.
Como otros muchos templos, la gente dentro compraba incienso y hacía ofrendas, además de rezar. Una de las salas que tenía el templo estaba llena de pequeñas figuras de budas dorados. No sé cuantos habría… pero poco no eran, desde luego.
Cementerio de Mártires de Longhua
Con esto concluyó mi visita a la ciudad, espero que tenga oportunidad de volver algún otro fin de semana, aunque según me dijeron, la ciudad poco más tiene que ver, pero seguro que algo más se puede descubrir que me haya quedado pendiente.
Luego rumbo al aeropuerto de Hongqiao y a la espera de embarcar. El viaje perfecto, todo a su tiempo. Cuando me vine a dar cuenta ya estaba aterrizando en el aeropuerto de Shenzhen y luego rumbo a Hong Kong en guagua y con el correspondiente trasiego con los papeles de inmigración y demás, y felizmente de vuelta en casa 🙂