Ayer nos encontramos con una mala noticia. ¿Será que el Chicharrero por Hong Kong cierra sus puertas así de repente? no tranquilos/as que de momento el blog se encuentra joven y con ganas de seguir dando guerra 🙂 La noticia nos cayó de repente y ahora se nos presenta un pequeño inconveniente con el que no contabamos: tenemos que volver a cambiar de casa y no porque queramos, sino por motivos ajenos a nosotros. Ya se sabe como es el mercado, y bueno, ahora que las cosas están mejor parece que son muchos los propietarios los que se animan a intentar vender sus propiedades, y nos ha tocado a nosotros.
Y uno que sabe cómo va el tema de la vivienda por estos lares, da pereza tener que ponerse a buscar de nuevo. No es que sea una cosa inminente, al menos tenemos unos meses para ir mirando. Siendo a finales de septiembre cuando cumplimos nuestro primer año en la casa actual en la que tan contentos estamos. Claro, uno no cuenta con esta serie de imprevistos y en nuestros planes cabía la posibilidad de alargar nuestra estancia un año más, ya que, los contratos de vivienda por lo general suelen ser de 1 año fijo + 1 año opcional
Parece mentira que desde mi primera casa hasta ahora, ya hace un total de 3 y eso sin contar los apartamentos que estuve de forma temporal en los primeros meses al poco de pisar la ciudad. Lo principal será buscar un piso en la misma zona donde estamos ahora, bien en el mismo bloque o algún otro edificio en los alrededores. Comparar tamaños, facilidades y sobre todo precios, que el mercado parece que vuelve a estar al alza y de ahí que la gente también se decida a poner sus pisos a la venta.
No es que la idea me seduzca mucho, porque todo hay que decirlo, estoy a gusto en la casa pero… no queda otra. Al menos tenemos unos meses para digerirlo e ir viendo opciones durante el finde de forma calmada hasta dar con un lugar que sea adecuado para nuestras necesidades. Mmmm y si llevase un poco de dinero suelto en el bolsillo, comprar sería una opción pero son palabras mayores y más el piso en el que estamos.
Lo dicho, a tomarlo con paciencia y a ver qué nos puede ofrecer el mercado. ¡A la carga!