Otros tiempos

Se imaginan la de vueltas que dan ciertos objetos con el paso del tiempo, y en el caso de las monedas pues aún más. Cualquiera diría que la moneda de la foto es más mayor que yo, y ahí la tienes tan reluciente como si recién hubiese salido de la fábrica. No sé por qué tendré esa manía de cuando caen monedas en mis bolsillos el mirar la fecha es algo que no se me pasa. Habrá sido casualidad también, ¿por cuántas manos habrá pasado esta moneda? o igual estaba bien guardadita por alguien hasta que llegó el momento de empezar a darle uso y que transite de un comercio a otro.

35 años con los que cuenta esta moneda de 1HK$ y justo en el comienzo de los años 80. Tiempos de la reina Isabel II y actuando como gobernador Sir Murray Maclehose, al que seguro les recordará por una conocida ruta de hiking nombrada posteriormente en su honor.

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Aquellos tiempos cuando en España teníamos la peseta y el reinado de Juan Carlos I estaba empezando, ¿se acuerdan? Luego vendría el Mundial de Fútbol del ’82, pero de eso no tengo muchos recuerdos pero si un balón de Naranjito con el que pasé muy buenos ratos. Buena época la de los ochenta coincidirán conmigo todos aquellos con los que comparto generación 🙂

La próxima vez que caiga una moneda en sus manos y en especial las que tengan más brillo del habitual, asegúrense de ver qué fecha tiene y quizás les haga viajar en el tiempo como a mi me ha pasado.

Lo acumulado

 

Hablando de temas monetarios, hoy quiero comentar lo poco conveniente que puede ser el acumularse las monedas en la cartera. Que yo recuerde cuando manejo euros, siempre consigo deshacerme de gran parte de calderilla para que la cartera no vaya tan abultada o será también que nuestros euros son algo más estilizados en comparación a las monedas locales de Hong Kong.

Un claro ejemplo lo tenemos en la colección de monedas que llevo hoy encima. Curiosamente tengo casi todas las posibles a excepción de la moneda de 10 HKD (menos mal). Desde las de 10, 20 y 50 céntimos hasta las algo más grandes de 1,2 y 5 dólares. A ver si de aquí a la noche teniendo que comprar algo puedo dejar algunas por el camino, sino van de cabeza a la hucha que tengo en casa 🙂 Por cierto, ¿cuánto tendré acumulado ya? a ver si un día se las enseño.
 

Y aunque un poco oscuro, espero que puedan apreciar lo que abultan viendo el grosor de cada una de ellas. Viendo la moneda de 5 HKD (50 céntimos de euros aprox.), que como la llamo yo: mini oreo, mejor no juntarnos con unas cuantas de ellas o nuestra cartera corre serio peligro.
 

Nuevamente vuelvo a remitirme a nuestra querida Octopus que nos permite sustituir buena parte de estas monedas, pero es inevitable tener que llevar algunas con nosotros. Es el día a día.