Si fue hace diez años que nos visitaba por primera vez el patito gigante del artista Florentijn Hofman, esta ocasión eran dos patitos en pareja los que visitaron la ciudad.
Situados en el muelle del parque de Tamar llegados hace una semana. Lugar de peregrinaje para sacarse las fotos de rigor. Eso sí, si la meteorología daba un poco de tregua y es que hemos tenido una semana bastante movidita con bastantes chaparrones.
Ayer domingo nos fuimos hasta el paseo de las estrellas para ver la vuelta de honor que daría uno de los patitos. Todo prometía, al menos pintaba que no iba a llover y pudimos coger un buen sitio para observar.
Con algo de retraso empezaba su travesía por la bahía de Hong Kong. En dirección hacia Wan Chai y Causeway Bay..
Parece que finamente empezaba a virar y ponía rumbo hacia Kowloon. Y por momentos parecía como si se parase, mientras tanto mis hijas preguntando: «y cuánto más tarda? 😅»
Y los más noveleros venían preparados con sus accesorios para la ocasión 😀
El momento ansiado con uno de los protagonistas pasando por delante del K11 en lo que avanzaba lentamente hacia la zona de los muelles y la torre de reloj.
Aunque las niñas después de la espera no parecían tan entusiasmadas, pero objetivo conseguido jeje. Al menos pudieron disfrutar de un heladito y luego al fresquito dentro del centro comercial.
Veremos si dentro de otros 10 años vuelven a celebrarlo trayendo otro patito más. Eso sí que estaría curioso, verdad?
Hasta la próxima patos, cuak cuak!