Visita a Shanghai (I)

Pues comentaba en el post anterior, aprovechando que en la oficina teníamos 2 días festivos por la celebración del nuevo año chino, he hecho una visita a Shanghai desde el jueves 7 al domingo 10. No es que me temiera lo peor, pero tal y como estaba el tiempo las semanas anteriores, pues nunca se sabe, pero la verdad que el tiempo estuvo bastante bien, con algo de frio (normal…) pero según me comentó la gente por allá.

Como se puede ver en la foto, la nieve caída en días anteriores en algunos sitios se acumulaba (aunque ya un poco sucia, digamos..) y sobre todo viendo los tejados de algunas casas que conservaba un bonito color blanco.
El mismo jueves nada más llegar, fui a encontrarme por la zona del Bund (Wai Tan) con mi compañero Alberto, informático de Ho Chi Minh y su compañera Ana, la periodista que habían llegado el día antes a la ciudad.
La zona del Bund se encuentra al lado del río Huang Pu y en la orilla opuesta a donde nos encontrábamos están cantidad de rascacielos, entre ellos la famosa Perla (en la foto en la parte de la izquierda). Ni que decir que del frío al lado del río y sacando las fotos, tenía los dedos tiesos, suerte que Ana me dejó unos guantes de sobra, que sino, me quedo sin dedos.

Y pues a lo largo del río se paseaban distintos barquitos llevando turistas, curioso uno de los barquitos que vi, como si fuera tipo galéón. También había otros (aunque no tengo en foto) que iban con paneles de publicidad, bastante llamativos la verdad.

Pues continuando la tarde, pasamos por la zona de Nanjing Road, una calle comercial donde están bastantes tiendas, centros comerciales, restaurantes… Es en esta misma calle pero más hacia al oeste donde también se encuentra la Oficina Comercial de Shanghai.
Tambien coincidió que se encontraban los becarios de Seúl por la ciudad y fuimos a dar con ellos para tomar algo, y luego ya después de cenar darnos una vueltita. Nos pasamos por la discoteca Attica, que no estaba muy animada al principio pero luego se creó muy buen ambiente, con música negra. Yo me lo pasé muy bien.

Por Pekín

Finalmente, aquí estoy de nuevo para comentar algunas cosillas sobre Pekín, más bien serían unas cuantas por todos los sitios que visitamos y demás, pero haré un resumen.

Pues que decir de la ciudad… algo totalmente distinto a lo que es Hong Kong, no sólo por su gente, sino por el ambiente, las calles… Y de tamaño, pues es enorme. Uno se queda impresionado con el tamaño de las calles, que parecen interminables. Los coches, las bicis, transporte público… en fin, una jungla, pero tiene su encanto. En la foto de la derecha, uno de los muchos centros comerciales que hay en la ciudad, donde se puede encontrar de todo (cosas fake, por supuesto). Te puedes hinchar con ropa, zapatos, bolsos, relojes… y bueno, lo peor de todo el regateo pero uno termina acostumbrándose un poco, aunque algo pesad@s algun@s. Este de aquí, es el Yashow que nos quedaba muy cerca de donde nos estábamos quedando. También visitamos otro que se llamaba Silk Market, bastante conocido también.

Y dejando un poco de lado las compras, pues empezar con el tema de las visitas. La verdad es que hay muchos sitios a los que ir, y con lo grande que es la ciudad pues uno tarda lo suyo en llegar, pero el transporte (el metro, que fue lo que más cogimos) funciona bien, salvo las típicas horas puntas donde está todo a reventar.

Una de las primeras visitas (obligadas, jeje) la plaza de Tiananmen. En la foto de abajo se aprecia al fondo, el edificio que da entrada a la Ciudad Prohibida.

Ese día no estaba el tiempo muy bueno que digamos. De todas formas, volvimos a ir al par de días y hacía un día estupendo.

Con mis compañeras una vez dentro, pasada la puerta de Tiananmen antes de entrar en la Ciudad Prohibida. Por dentro es inmenso, montones de habitaciones y muestras de jarrones, utensilios… de las distintas dinastías. Como unas 2 horitas de paseo por dentro, pero merecen la pena. Y pues a la salida, que casi ya iba a atardecer, está foto tan guapa que me salió, jeje 🙂

Otra de las visitas estando en China, es ir a la Gran Muralla. Así que,nos fuimos con la gente de Pekín a pasar el fin de semana en un sitio que se llama Mutianyu. Un pueblecito muy cercano a la muralla, donde nos quedamos en un hotel («farms» que se llaman). Por decir que estábamos solos en el hotel, no se veía nadie y encima luego a eso de las 5 de la tarde ya era de noche… y a ver con que nos entretenemos. Al final, hasta hicimos un karaoke y todo, estuvo muy divertido.

Sin palabras la Gran Muralla… en las fotos se puede apreciar la extensión, y lo que no se ve. Por ahí estuvimos paseándonos, subiendo y bajando. Me imagino en invierno el frío que puede hacer por ahí arriba, brrr… mejor ni pensarlo. En la foto de la derecha con el amigo Peque y Mario.

Continuando con la estancia por Pekín, otro de los sitios de obligada visita es el Templo del Cielo. Queda al sur de la ciudad, como a 20-30 min. en coche, optamos por ir en metro y ya a la vuelta coger un taxi, ya que lo que es la salida del parque queda algo alejada. Edificios muy bonitos y con gran cantidad de detalles, junto con los jardines que había en el interior, todo a lo grande, jeje, a patear se ha dicho.

Las fotitos de a continuación, son en el Palacio de Verano, fui con Peque de visita ya que no había estado antes. Un lugar increíble la verdad, con un gran lago, jardines y espacio para caminar y perderte durante horas. Infinidad de lugares para no parar de sacar fotos, los paisajes lo merecen, como muestra alguna de las que saqué.

Y para terminar, un poco de gastronomía 🙂 Por la zona de Wang Fu Jin, que es bastante comercial, con librerías, tiendas.. y pues entre todo eso, un pequeño mercadillo y con puestos de comida. Como curiosidad, algunos de los pinchos tan «apetecibles»… yo me conformé con un pincho de pollo, porque ya cosas más exóticas como que, dígase (gusanitos, pequeños escorpiones…)

La verdad que todo el mes que pasamos en Pekín dio para mucho, aunque me gustaría volver y aprovechando que este año son las Olimpiadas pues ver el ambiente en la ciudad que tiene que estar muy bien.Ya os contaré.

Macao (y III)

Y ya para terminar esta visita de finde a Macao, pues un último paseito por las calles de Macao, callejeando viendo tiendas, restaurantes… Siempre uno se encuentra cosas curiosas vaya por donde vaya, como la fachada de este edificio llena de farolitos rojos. Se encontraba en una de las calles principales de Macao, cerca del centro donde está: Senado Square, junto con la oficina de Correos y Telégrafos.

En general, la ciudad está bien aunque algunos sitios de interés están algo alejados, si se va caminando claro. Nos quedamos con ganas de ver alguno de los tempos que nos ponía en el mapa, pero ya había pocas ganas, jeje. Dentro de lo que cabe vimos bastante, no obstante, tendremos más tiempo para repetir la visita a Macao y ver algunos sitios con algo mas de calma.

Como último sitio así curioso, un jardín, el del Luis Camoes (un poeta y escritor). Parecía pequeño inicialmente, pero luego, descubrí un rinconcito donde había hasta una cascada y todo. Aquí una autofoto (en serio, nadie me la sacó) y pues la clavé, jaja..no se aprecia del todo la cascada, pero salió bonita.

Cerrando este post, una vista de la torre de Macao desde la zona de costa al sur de la zona centro, al fondo el puente que une Macao con Taipa. En Taipa es donde se encuentra el casino Venetian, para más señas 😉

Por Macao (I)

Pues para terminar la semana, o lo que se dice, empezar el fin de semana, hicimos un viajecito a Macao. Nos fuimos en ferry (como el Jetfoil que teníamos entre Tenerife y Gran Canaria) para ayá y no se tarda ni 1 hora y pues la verdad que no se hace nada pesado el trayecto.

Una vez allí, el panorama es totalmente distinto a lo que hemos visto en Hong Kong. En la zona centro también hay edificios altos dígase: hoteles, casinos… pero por la zona del casco antiguo hay más casas estilo portugués (coloridas algunas), iglesias y restos de cuando la colonización. La verdad que a la vista se agradece ver un paisaje que no sea sólo de rascacielos.


Viendo la foto anterior, la verdad que parece una casa tipo mansión, pero era la casa de un gobernador o algún dirigente. Siempre, como en todos lados, está luego la zona un poco menos vistosa de la ciudad donde nos encontramos un montón de pisos juntos y con rejas en los balcones que dan la apariencia de jaulas, muy curioso…

Y bueno, entre tanto paseo de aquí para ayá, a uno le entran ganas de comer, como no. Por lo visto, la cocina de Macao es única, en el sentido de que mezcla cocina portuguesa, con algo de africana y parte de china. No sé si me habrá salido bien la explicación, en general, algo poco habitual. Lo que sí, los restaurantes no son fáciles de encontrar, están algo escondidos. Te encuentras restaurantes de comida china por todos lados, pero algo más exótico, como no te lleves una guía…

Comimos finalmente en un restaurante brasileño, una carnita y pescadito, que no estaba nada mal, para cambiar un poco de los noodles o el arrocito 🙂 Y para terminar de postre, aprovechar las famosas tartas de huevo portuguesas, un postre muy típico en Macao. Vienen a ser como un estilo a crema catalana con masa de hojaldre finita, muy buena la verdad.

Y después de reponer fuerzas, seguimos de paseo por la ciudad viendo algo más de historia, como por ejemplo: las ruinas de St Paul y la fortaleza, desde donde se divisa toda la ciudad.