El vino de mi tierra

Por si muchos no estaban al corriente, en la Islas Canarias se produce también vino y además de una excelente calidad. Concretamente en Tenerife tenemos un total de 5 Denominaciones de Origen:

  • Tacoronte-Acentejo.
  • Ycoden-Daute-Isora
  • Valle de La Orotava
  • Valle de Guimar
  • Abona

Aprovechando nuestra estancia en la isla, decidimos acercarnos a conocer una de las bodegas de la región norte situada en el municipio de El Sauzal. Bodegas Monje es una de las que cuenta con mayor tradición en la zona y también han sabido adaptarse a los tiempos sacando otras líneas de productos y apostando por el uso de las redes sociales para potenciar su presencia. Sólo por disfrutar la vista que tenemos desde sus viñedos merece la pena ir, pero eso nada más es el comienzo.

vista

Lo mejor que podemos hacer es tener una visita guiada por las instalaciones para conocer un poquito más a fondo la historia de la bodega. El primer punto obligado durante la visita es la antigua bodega que es donde se empezó a crear la historia de los primeros vinos- Toneles con muchos años en los que reposan los vinos más añejos.

puerta
 
old

Una vez la hayamos atravesado, llegamos a una zona más moderna donde encontraremos los tanques en los que se deposita el vino para su fermentación y en función de si es tinto, blanco o rosado. Y sin olvidarme que podremos ver una pequeña presentación sobre cómo se desarrolla la actividad durante un años desde que se preparan las viñas, pasando por la vendimia y el posterior tratamiento; muy interesante, y sobre todo el escuchar los sonidos de la tierra como el goteo de la lluvia, el sonido de la azada removiendo la tierra o cuando se pisan las uvas.

tanques

Aún nos toca seguir bajando un poco más desde este nivel, y el acceso mediante esta escalera que está muy bien pensado para aquellas personas con movilidad reducida y que no se pierdan ningún detalle de la bodega. Accediendo a una zona bastante amplia en la que se pueden celebrar eventos tales como catas o cenas de empresa. No es el único espacio con el que cuentan sino que en el nivel superior tienen también un restaurante desde el que poder las vistas que les mostraba un poquito más arriba.

escalera
 
salon

En este espacio tampoco faltan los toneles, estos con menos solera que los primeros pero en los que reposan algunos de los caldos que posteriormente se embotellarán para ser puestos a la venta.

toneles

En unos 20-30 minutos damos por finalizada la visita a las instalaciones pero aún nos queda lo mejor del día: la cata de vinos. Aprovechando antes que nada para dar un vistazo al restaurante que casualmente estaba cerrado el día que pasamos pero por lo menos fijarnos en los detalles como esta colección con todos los tamaños disponibles para embotellar el vino.

vidrios

1) Empezando por dos variedades de tinto, siendo el que más nos gustó el de la variedad Tradicional. Venía acompañado de una tostadita con almogrote que le daba su puntito a la combinación con el vino.

tinto
 
tapa

2) Pasando al turno del blanco y el rosado, bien fresquitos.

bnr
 
vinos

3) Por último un vino de postre acompañado con un chocolate elaborado con vinagre, muy curiosa la mezcla de sabores junto con el moscatel que probamos.

blanco

Con la cata de los vinos y una posterior ojeada en la tienda, de la cual nos llevamos un bote de almogrote, dimos por finalizada la visita a la bodega. Un trato muy amable por parte del personal que nos atendió y muy informativos en todos momento. Ya sólo nos quedaba por acercarnos un poquito a las viñas, y justamente éstas nos indicó el chico que nos explicó durante la visita que eran ya centenarias, imagínense!

viñas
 
uvas

Para los que sean tanto amantes del vino como los que no, el poder visitar una bodega algo más cerca es algo que no debiéramos de dejar pasar la ocasión. Digamos que es algo que puedo tachar de mi lista de cosas por hacer pero sin duda me gustaría repetir si se prensetase de nuevo la ocasión en el futuro, no sólo en Tenerife en otra de las islas o algún otro destino del globo.

Si alguna vez fueron a Tenerife y se fueron sin visitar unas bodegas, ya saben que para la próxima tienen una visita pendiente y como no disfrutar de unas copitas con buena comida, eso que no falte.

España de invitado

Llegó el mes de noviembre y con ello la actividad de las ferias se intensifica durante las primeras semanas. Una de ellas, la «Hong Kong Wines and Spirits» con especial protagonismo entre los días 7 al 9, además en esta ocasión el papel del pabellón español sería algo más protagonista de lo habitual. Cada año, la organización otorga a uno de los países participantes el poder ser país invitado con lo que requiere mucha más atención y se vuelcan con él. Mucho más trabajo entre bastidores pero seguro que el resultado merece la pena.

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No sólo es el pabellón en sí que este año ha contado con un total de 85 empresas, sino también son las actividades que se iban a realizar en paralelo como eran diversos seminarios sobre: vinos tintos, blancos y espumosos o maridajes. En tres días de feria hubo un total 9 seminarios, que no está nada mal aunque siendo el último día un poco más relajado que los iniciales.

Sin olvidarnos que el mismo día del inicio de la feria, se celebraba una cena de gala en la que no sólo los vinos serían las estrellas de la noche sino la comida a cargo de la «Asociación de Chefs Españoles en Asia».

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Por supuesto que otro punto importante era el material promocional, aquello que la gente se lleva a casa y hace que luego se acuerden de los vinos de España. Entre folletos, bloc de notas, bolígrafos, mapas D.O y bolsas para llevar el diverso material; muchos de ellos se iban bastante surtidos, y la bolsa les venía como anillo al dedo para llevar el resto de folletos que seguro recogerían en otros pabellones.

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En una zona de la feria que era la «galería del vino», cada país había expuesto una muestra de material promocional junto algunos elementos representativos del país. Como no, unas banderitas y unos abanicos.

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Y por el resto de la feria había repartidas más señalizaciones apuntando al pabellón situado en el Hall 3C-D. Azafatas vestidas con traje de sevillana y todo para crear más ambiente 🙂

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Unos días bastante cargaditos como habrán visto pero con la satisfacción del trabajo bien hecho durante la feria y en todos los meses previos.

Maridaje

Nos sentamos a la mesa con unos amigos para disfrutar cenando. Un restaurante local en el que he estado unas cuantas veces ya, que por cierto me reservo por si viene alguien de visita, un sitio para sorprender por la calidad de su comida. Como decimos en mi tierra, es el típico guachinche familiar y donde se come estupendamente. Puedes llevar tus propias bebidas, así que esta vez era momento de llevar un par de botellitas de vino.

A pesar de que había platos de carne, el vino tinto no fue el elegido esta vez sino el blanco. Previamente enfriado un poquito y a la mesa esperar en lo que se hace la cazuelita que teníamos delante. También habrían verduras, arroz frito y algo de marisco; muy completita la cena.

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La comida lista y el vino en el vaso, momento de ponerse manos a la obra!

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Desde luego que no será el último de estos maridajes, y ahora que empieza época de algo más de fresquete viene bien para entrar en calor. También aprovecho para dar un poquito de promoción entre mis amigos locales y se aficionen más a nuestros vinos, que no sólo se vive de vinos franceses o italianos :P. Las dos botellas que llevé llegaron bien, pero creo que para la próxima llevaré una adicional porque parece que gustó y sino, pues rellenar con cerveza que tampoco es mal acompañamiento.

Tierra canaria

 

Durante la semana pasada se ha estado celebrando una nueva edición de la Feria Internacional de Vinos y Licores de Hong Kong en lo que es ya su 3ª edición. Una feria bastante joven, pero que desde su comienzo empezó con fuerza y se posiciona como un referente para un mercado tan importante como el del vino y otras bebidas alcohólicas. La ciudad intenta hacerse un hueco en el mercado asiático y como punto de entrada para China continental y resto de países de la zona, una buena ocasión para que las empresas españolas se animen más que nunca a exportar sus productos y probar suerte en este mercado.

Es bueno ver que año tras año, no sólo en esta feria sino en otros eventos del sector, la presencia española siempre es importante y las empresas se esfuerzan por estar presentes. Hasta ahora había echado en falta la presencia de vinos de mi tierra, y ha sido este año cuando ha habido una representación de algunos de ellos en esta feria. Es una alegría desde luego, y aproveché para pasarme a curiosear un poquito.
 

Bajo el paraguas de Convican (Consorcio Vitivinícola de Canarias) venían agrupadas un total de 14 bodegas de varias islas (Tenerife, Gran Canaria, La Palma, El Hierro y Lanzarote). Algunas marcas que ya conocía como Monje o Viñátigo, y algunos nombres nuevos que siempre es bueno ver. Es un muy buen primer paso para que los vinos canarios se abran paso en el tan competitivo mercado del vino, y más en Asia con tantos consumidores potenciales. Un servidor estaría encantado de tener representación de algunas marcas para comprar tanto en tiendas especializadas o a la hora de ir de almuerzo o cenita.
 

De los vinos que ven en la foto, pude probar «Frontos», un blanquito de ligero toque seco y elaboración ecológica. Además, pude conocer de la mano de Pablo, uno de los representantes en el stand, algunos de los detalles de la elaboración, siendo él mismo productor de este vino y en colaboración con otras bodegas. Le agradezco el ratito que me dedicó para charlar acompañado de un vasito vino con un poquito de queso, estuvo del diez.
 

A la cita tampoco faltaron los vinos tintos y algún que otro vino dulce como este que vemos en la foto al fresquito de unos hielos. Ya tengo en mente para la próxima vez que esté de vuelta por casa, el probar algunos vinitos más que tengo acechados 🙂
 

La feria se dio por terminada el sábado. Ahora queda esperar a que saquen conclusiones, espero que positivas en su mayoría y para el año que viene puedan repetir experiencia con al menos las mismas bodegas o aumentar más aún si cabe la variedad. Espero que la gente de Convican se vaya de vuelta a casa con buenas vibraciones y ahora sólo queda esperar a ver los resultados en meses posteriores. Si vienen el año que viene, la visita está asegurada por mi parte.