Me llamó la atención yendo de paseo el otro día que habían bloques de piedra en el camino, algunos parecían querer camuflarse entre los árboles. Lejos de estar abandonados, unos metros más hacia dentro encontraríamos la respuesta.
Resulta que no muy lejos de allí se encuentra la zona de Wo Hop Shek, que no es ni más ni menos que un lugar donde ir a honrar a los difuntos, dígase de otra forma, un cementerio. Conocido este dato, queda un poco más claro la razón de haber encontrado esos bloques de piedra, mármol o granito diría, que son la base para elaborar los nichos.
A lo largo de la carretera nos encontramos los negocios puerta con puerta casi durante varios metros. A veces me pregunto si estando tan pegaditos, ¿cuál de ellos tendrá más afluencia de clientes? O bien, seguro que hay alguno de ellos que sería el primerito en empezar el negocio y poco a poco se irían añadiendo más empresas, en plan gremio.
Con razón me advertía mi novia que si salgo a correr por la zona que no me diese por subir en dirección a la carretera que lleva al cementerio. No será buen presagio para ella, creo yo. Así que, nos mantendremos en distancia por si acaso.
Toca madera 😛
No es que sea muy supersticioso en esos aspectos, pero si que me llama la atención. Basta que a uno le digan que no, para que despierte más curiosidad, no? 🙂