Muchos estaban deseando que llegasen las vacaciones de Semana Santa para pegarse alguna escapadita, sino miren a Pau que se ha ido con la familia a Japón 🙂 Entre tanto trasiego vacacional, siempre hay gente que prefiere viajar en otras fechas y se nota algo más de tranquilidad en la ciudad ante la estampida de gente que sale con rumbo hacia otros países. Tampoco es mal plan quedarse estos días y descansar aprovechando el buen tiempo, aunque también aprovechar para montar algún plan con amigos.
Menos mal que ha hecho buen tiempo, porque ya se sabe que a veces la metereología puede ser un poco caprichosa y nos fastidie las vacaciones. Esta vez el sol ha decidido hacer acto de presencia durante estos días y eso había que aprovecharlo; nada mejor que salir a correr un poco por la mañana y disfrutar del ambiente primaveral, además de unos cuantos grados más que marcaba el termómetro.
Hubiera sido también muy buena opción el ir de caminata a la montaña, yendo preparado con líquido suficiente porque el calor empezaba a apretar.
No obstante, ya tenía plan montado para el mediodía. Una amiga del equipo que vive en Pui O, situado al sur de Lantau, decidió organizar una barbacoa en la playa. Allí nos juntamos un grupito de compañeros del equipo y también con los hijos de uno de ellos; lástima que a última hora hubo una pareja que no pudo unirse porque sus niños se pusieron malitos.
Disfrutamos del sol, de carnita a la brasa junto sidra y cervecitas. Se pasaron las horas volando y ni siquiera me llegué a dar un bañito pero al menos si darme un remojito en los pies.
Todos nos habíamos quedado satisfechos con la comida aunque alguna cosita que otra sobró pero si que dimos buena cuenta entre los adultos y los peques. Tocaba el momento recogida antes de que se hiciese más de noche.
Una vez todo recogido llevamos las cosas hasta casa de mi amiga que quedaba cerquita de la playa y poder apurar un último trago en el bar de la playa que al parecer tenía bebidas gratis de seis a ocho de la noche, así que aprovechamos antes de poner rumbo a casa. Un punto final excelente mientras vimos como la luna era eclipsada por el sol.