Si hay algo de lo que puedo presumir es de tener buena salud. En el tiempo que llevo aquí, apenas he pisado el hospital o visitado un médico. Sin emabargo, el otro día me lastimé la rodilla al apoyar mal el pie. Lo que parecía poca cosa al principio, fue a más y al día siguiente tocó visita al médico chino. Bien que igual tenía que haber hecho algo al momento de cuando me pasó, pero lo típico que piensa uno: «igual es una molestia leve». Mi caminar no podía ser peor y me dolía bastante al apoyar, todo indicaba a una inflamación en la zona de la rodilla derecha. Así que durante la noche me puse algo de hielo y unos parches para aliviar el dolor.
La consulta
Al día siguiente me fui a la vecina Sheung Shui hacia la consulta del médico. Mi mujer que tiene un amigo especialista en medicina china para tratar dolencias musculares o de huesos («bonesetter» que es el término inglés) fue quien me trató.
En lo que me tocaba el turno, curioseando un poco por los alrededores. No sé cuántos años llevará el negocio ahí, pero seguro que es un conocido del barrio. Es también el típico negocio en el que pasa de padre a hijo, cosas de continuar la tradición 🙂
Era festivo el día que fuí, pero eso no quita para que la actividad decaiga. Algunos ya han hecho las primeras compras del día…
Las sensaciones
Y se estarán preguntado, ¿cómo fue la experiencia? pues bastante positiva. No es que me arreglase al momento, pero sí que noté mejoría después de estar un rato tratándome la zona dolorida. También usó un parche de hierbas medicinales que debía mantener como mínimo 8 horas. Los siguientes días volví a repetir el proceso, visita al médico, parche y más descanso.
Me iba encontrando mejor, pero teniendo cuidado en los movimientos. Nunca antes había sentido una molestia similar. Así que para salir de dudas, lo mejor fue ir al hospital y tener un mejor diagnóstico. En definitiva: uno de los ligamentos laterales de la rodilla derecha sufrió un desgarro. Descansar, dejar que la inflamación pase y por último, visitar al fisioterapeuta.
El salir a correr pasa a segundo plano, lo importante es recuperarse y salir fortalecidos del percance. Poquito a poco y con paciencia.