Moverse por Taipei

Al igual que otras ciudades de Asia, la ciudad de Taipei también cuenta con una red de metro que nos facilitará nuestros desplazamientos de un punto a otro. Una red sencilla, de las cuales las que más usamos fueron:

  • La azul (oeste-este): desde Nangang hasta Yonging.
  • La roja (norte-sur): Danshui hasta Xindian.

Y como uno de los nodos principales, la estación central de Taipei donde podremos hacer el cambio de una línea a otra con facilidad. Lo que llama la atención en las estaciones es el sistema de puertas de seguridad. No llega a ser como en Hong Kong, Pekín o Tokyo, ya que estas no llegan a cubrir hasta el techo, también decir que el aspecto parece más de estación de tren debido a la amplitud y la altura del techo, un aire con Singapur.

Todo muy señalizado, por supuesto en caracteres chinos (tradicionales) aunque se hable mandarín la escritura usada es igual que en Hong Kong, caprichos del idioma no? y debajo en su correspondiente nombre en pinyin, no da lugar a pérdidas.

Podemos optar por comprarnos una tarjeta tipo Octopus, con la que pagar en los torniquetes o bien optar por comprar billetes sencillos a modo de moneda plástica como nos enseñaba Alberto cuando también visitaba Taiwán, realmente curioso, no?

Y siguiendo el ejemplo de los metros en Japón también podemos encontrarnos con un simpático móvil que nos invitar a mantener el móvil calladito, los demás te lo agradecerán. ¿Esuche a alguién hablando en los vagones del metro? ¿Algún politono? … ni por asomo.

Buen viaje y a dejarse llevar por el metro de Taipei 🙂

Finde taiwanés

Y dónde andaba se preguntarán tod@s… pues este pasado finde me he dado un saltito a Taiwán. Una visita que tenía pendiente y no quería dejar pasar la ocasión de visitar antes de que terminase el año. Como primera imagen, el símbolo de la ciudad de Taipei y una de las nuevas maravillas del mundo moderno: el Taipei 101.

El finde la verdad que dio para bastante, y no sólo por el centro de Taipei sino también por las afueras de la ciudad. Muchas cosas que ver y no demasiado tiempo. ¿Mis impresiones? he salido bastante contento de mi experiencia por Taiwán y creo que habría que repetir algo más adelante. Puede que no haya sido de mi top de las ciudades que haya visitado por Asia, pero merece la pena acercarse y conocerla al menos.

En breve más posts sobre mi breve aventura taiwanesa 🙂

Hyde Park

Este parque situado muy pegadito al distrito financiero de Sydney Central es uno de los más grandes de la ciudad. Con igual nombre que el famoso Hyde Park de Londres, aunque no sólo es este parque sino cantidad de calles por los alrededores, por ejemplo: Liverpool y Oxford Street. Nada que ver con las calles de la ciudad londinense pero resulta curioso ver cómo han adoptado los mismos nombres.

Desde una de las esquinas del parque más concretamente en el cruce de Liverpool con Oxford podemos ver la torre de Sydney al fondo. Curiosamente esta foto no está hecha a posta, luego fue cuando me di cuenta que la torre parece como si saliera del tronco del árbol que justo estaba delante, jeje 🙂

En el interior del parque cabe destacar el monumento militar ANZAC memorial, dedicado en honor de las fuerzas australianas y neozelandesas que lucharon durante la Primera Guerra Mundial en Turquía en la batalla de Gallipoli, más en concreto, el día 25 de abril de 1915. Fue al año siguiente en el primer aniversario cuando se decidió empezar con el monumento que quedaría terminado en 1934. Realmente imponente.

Siguiendo con nuestro paseo, nos encontramos con la fuente de Archibald. La historia detrás de esta fuente está relacionada con J.B. Archibald que era propietario y editor de la revista The Bulletin, el cual la mandó encargar a un artista francés (Francois Sicard). ¿Y por qué francés exactamente? para conmemorar la unión entre Francia y Australia durante la Primera Guerra Mundial. Fue en el año 1932 cuando fue descubierta al público por el alcalde de la ciudad, Samuel Mayer.

Lugar muy agradable para sentarse cerca de la fuente, con varios banquitos en los que disfrutar del almuerzo, más aún si el tiempo luce tan bueno como el día que estuve paseando por ahí.

Otro de los monumentos que destacan por su tamaño y belleza es la catedral de St Mary´s. Rebuscando un poco de información sobre esta catedral, centro del arzobispado católico de Sydney, nos remontamos hasta el año 1868 que fue cuando se pusieron las primeras piedras para levantar la edificación. Sin embargo, a lo largo de todos estos años el proceso fue lento, pasando de unas manos a otras. Terminando el interior, la nave central… y parece increible que fuera en el año 2000 cuando decidieron dotar a la catedral de los pináculos con los que cuenta hoy en día.

Vista desde una lateral de la nave central y la torre. Decir que el interior era una pasada, no sólo por la decoración de los vidrios de las ventanas sino también por la iluminación y la disposición de los arcos en la nave. Mereció la pena que pasarán tantos años para conseguir un resultado tan espectacular.

Espero que les haya gustado este pequeño recorrido por algunos de los rincones de este parque tan singular y sus alrededores. Ideal para una mañana de domingo o cualquier día de la semana después del trabajo, más que recomendable visitarlo.

P.D: Siento que la foto del interior no esté muy lograda. No quería tirar de flash estando dentro y no teniendo trípode se me planteaba un poco difícil. Al menos captar la esencia del interior del templo.

Bondi

Igual con sólo dejar caer este nombre much@s saben a qué lugar me estoy refiriendo, no? …

Se trata de la mítica playa de Bondi en Sydney. Sin duda, una de las preferidas por los sydneysiders. Situada a tan sólo unos 20-30 minutos desde el centro de Sydney, la mejor opción es coger la línea de guaguas 374 en Oxford Street que nos deja al ladito mismo de la playa.

El día estaba especialmente bueno con el cielo prácticamente despejado, además, el color del agua invitaba a darse unos bañitos, pero no veas que fría, brrrrrr!!

Sobre la hora que fui a la playa, ya se podía ver un gran número de gente tumbada sobre la arena aprovechando los rayos de sol, y como no, otros se disponían con sus tablas, directos al agua para disfrutar de las olas. El ambiente surfero se respiraba en el ambiente.

¡Qué pachaaa! … También hay que aprovechar para anunciarse en un domingo de playa y de una forma más que original.

El surf deporte por excelencia sin duda. Tanto jóvenes como no tan jóvenes con sus tablas bajo el brazo esperando a remontar las olas. Y para los que no sepan, sin problema, qué mejor sitio que esta playa para iniciarse con unas clases de surf, una experiencia única, aunque no tuviera la oportunidad de llevarla a cabo.

¿A qué esperas? Lánzate al agua muchachoo… 🙂