Categoría: Viajes
En lo alto
Ni que decir las vistas que uno puede divisar desde ahí arriba a más de 480 metros sobre el suelo. La pena que el día estaba algo nublado y no dejaba ver en toda su extensión la distintas zonas de la ciudad de Taipei. Edificios de casi todos los tamaños, grandes explanadas… había de todo en los alrededores de la torre.
Todo un ejemplo de superación y un orgullo para la gente de Taiwán, además de ser uno de los símbolos en Asia y en el mundo, hay que verlo 😉
C.K.S
Como se aprecia en las fotos, ese día el tiempo no acompañaba mucho la climatología. El día anterior por la noche había estado lloviendo un poquito, aunque con suerte ese día se mantuvo seco a pesar de lo nublado del cielo. El lugar es realmente grande, no llega al punto de Tiananmen, pero impresiona, como cualquier memorial.
El Teatro Nacional junto con el Auditorio Nacional, lugar de celebración de numerosos actos y eventos musicales durante buen parte del año, se puede referir a ambos como NTCH, que lo que viene a ser, el centro cultural de este memorial.
Completa simetría es lo que se puede observar desde lo alto de las escalinatas de acceso al edificio principal. Al fondo la puerta principal que da acceso al conjunto con los edificios del Teatro y Auditorio Nacional, y unos coloridos jardines. Al fondo podemos ver la puerta que da acceso a la Plaza de la Libertad, también integrado dentro del grupo.
Y en su interior, no podía faltar una estatua en su honor. Bien sentado en su trono y presidiendo desde las alturas y acompañados de las banderas de Taiwán.
A ver quién sabe decirme a qué personaje corresponden las siglas del título del post… más que tirado no? Y pensar que quisieron cambiar el nombre, ayyy, pero finalmente lo han respetado. Se ve que no habría gente contenta con lo que representaba la figura de este personaje, en la historia de China y Taiwán.
Volviendo a Londres
Y ahí estaba yo, como si el tiempo no hubiera pasado, plantado en Trafalgar Square y con la National Gallery de fondo.
…en dirección al Covent Garden
Una visita express pero que bien valió la pena. Lo peor de todo, dentro de lo que cabe: el tiempo. Y ya nos conocemos como es de conocida Londres por su climatología, cielo gris y puede que llueva, y llovió. Suerte que me libré de la nevada que daría lugar un par de findes más adelante, sino, aún me veo por tierras inglesas.