Ayer domingo, en plan familiar. Nos fuimos a Tai Po a quedar con unos compañeros de trabajo de mi novia y con la familia de ella para desayunar dim sum. Y que pereza me dio levantame para estar a las 10.30 en el restaurante, eso implicaba que lo menos a las 9 había que levantarse para salir con calma de casa, minibus, tren y caminar un poquito.
No era la primera vez que estaba por allí, la vez anterior había aprovechado para visitar el Museo del Tren y la antigua estación, que por cierto, andaba yo buscando la entrada en cuestión y creo que se me pasó contarlo, a ver si lo rescato. Y mi intención esta vez, una forma refrescante de empezar la semana es contar sobre la bebida que muetro a continuación.
La podemos tomar bien a temperatura ambiente o sino mejor, bien fresquita de la neverita que vemos en la foto. Y ese color verde se preguntarán.. muy cerquita está la pista. No es de hierba ni mucho menos y su sabor es dulcito, dulcito. Efectivamente es la caña de azúcar.
Y para «exprimir» y sacarle todo el jugo, tenemos el artilugio de máquina. Se introduce la caña por el agujero mientras la máquina está en funcionamiento (sino mal asunto), que se encarga de sacarle todo el jugo y este sale por la llavecita que vemos en la parte inferior. Listo para embotellar y a enfriar, a gusto del consumidor.
Si nos fijamos, nos podemos encontrar bastante puestos que venden esta bebida junto con otros jugos o batidos de frutas, además de poder acompañar nuestra bebida con algún aperitivo, no hay nadie que se resista. Encima, con el calor que hacía ayer la «bebida de hulk» sentó de maravilla, aunque desafortunadamente nada de poderes. Seguiremos probando a ver si surte efecto 🙂