Cuestión de sabor

Cada tipo de cocina es un mundo de sabores y cada plato también tiene su toque especial que viene dado por algún tipo de salsa. Especialmente en la cocina asiática y como no dentro de la cocina china hay cantidad de platos, aunque seguro que muchos de ustedes conocen el típico pollo con salsa agridulce, costillas con salsa barbacoa o ternera con salsa de ostras que son unos clásicos dentro de los restaurantes a los que uno acostumbre a ir en España y otras ciudades europeas.

Yendo el otro día a comprar unas cosillas al supermercado debajo de casa, la rutina habitual para rellenar la nevera y en ese momento pasaba por el pasillo donde buena parte de uno de los laterales está ocupado por las salsas para cocinar. Haciendo un repaso rápido sobre posts que haya escrito sobre cocina china no me sonaba que hubiese hablado ya de este aspecto y sin duda, es uno de los fundamentos de la mayoría de platos. La salsa de soja por ejemplo es como la sal para la cocina española.

Si no fuese suficiente con la variedad también tenemos varias marcas donde elegir entre las que tenemos:

  • Lee Kum Kee (es la que gana por goleada en el abanico de productos).
  • Amoy
  • Pearl River Delta

IMAG1055

Si nos fijamos algo más de cerca veremos que no todas son iguales. Salsa de soja normal pero también la hay con toque dulce, y claro que también la hay con gusto picante.

IMAG1058
IMAG1057

Si el tamaño de las botellas nos pareciese demasiado pequeño, no hay problema! mirar en el último estante cerca del suelo que allí podremos encontrar las garrafas y que seguro resultarán de lo más prácticas para las familias más numerosas o se quieras ir rellenando envases algo más manejables para el uso diario en la cocina y en la mesa.

IMAG1056

Tampoco faltan otros preparados como: salsa satay, curry, salsa de ostras, agridulce… y otras muchas más. Basta con echar un vistazo a las estanterías de arriba a abajo para darse cuenta la gran variedad que hay donde elegir.

IMAG1054

Seguro que ahora después de conocer un poco más este aspecto de la cocina asiática se piensan más que tras un aparentemente simple plato, se pueden esconder cantidad de pequeños detalles para conseguir ese sabor tan particular.

¡Que tengan un sabroso finde!

Acierto seguro

La cocina china tal y como la conocemos tiene muchas variantes, cada cual con sus peculiaridades. Comida del norte, zona de Pekín y alrededores, la comida de Sichuan con su tono rabioso o bien la cocina cantonesa del sur. Los platos que pedimos aquel día, eran todos de gust muy suave con lo que inclino a decir que era comida más de la región norte. Fue bastante variado, con lo que pudimos probar un poquito de todo. Cuanta más gente, mucho mejor para compartir más platos aunque en esta ocasión eramos sólo tres personas pero como verán, las raciones no eran excesivamente grandes.

Empezando por el té para entrar en calor y mientras le damos una hojeada al menú, aunque esa noche no fui yo quien decidiese los platos sino una de mis acompañantes, seguro que su elección iba a resultar acertada.

image

Los clásicos xiao long bao, los dumplings rellenos de sopita. Un plato que pueda parecer sencillo pero tiene sus matices y varía entre restaurantes. Más o menos masa, más o menos sopa, la temperatura.. Cuando uno ha probado ya en varios sitios, puede apreciarlo mucho mejor.

image

A continuación dos platos de carne. El primero con un pollo en salsa (muy ligera), la carne estaba que se deshacía y se desprendía de las partes con hueso muy fácilmente. Y el segundo, eran unas finas laminitas de ternera en forma de montaña y con salsa como barbacoa, se puede apreciar que la textura es más espesa; justo debajo habían unas verduritas.Ah! y por si preguntaban lo que están en borde del plato, son como unos bollitos de miga de pan con una pequeña abertura en la que poner un poco de las laminitas en salsa. La presentación de lo más curioso, primera vez que lo veía.

image
 
image

Para no dejar descuidado el apartado de los frutos del mar, nada mejor que una gambas agridulces y con un crujiente de arroz

image
 
image

Un buen arroz frito que se precie es el acompañamiento perfecto para los platos mencionados anteriormente, y es que a falta de pan, las salsitas de los platos se aprovechaban la mar de bien con este arroz.

image

Una torta frita a modo de crepe y rellena de pasta de judía roja (tan popular en los postres), dulcita pero sin que se notase en exceso el sabor de la judía. Eso junto con algunas tacitas más de té, complemento perfecto para terminar la cena.

image

Y para cerrar el post gastronómico de la semana, los datos del restaurante. Su nombre es «Festive China» y lo pueden encontrar en la estación de Kowloon Tong. Primer viernes de agosto y con dos días por delante para descansar, hacer deporte o lo que surja ¡Buen finde para todos! y en un rato a quedar con la familia de Un Mundo para Tres 🙂


View Larger Map

Cestitas

 

¿Quién no ha comido dim sum? algo que debemos probar si venimos a Hong Kong. Una gran cantidad de platos donde elegir y que luego se comparten en la mesa con el resto de comensales. Por lo general, las cestitas contienen 3-4 unidades o sino con un platito en su interior cuando lleva algo de salsa, como puede ser el plato que vemos en primer plano a la izquierda. No faltan los dumplings de gambas, de verduras o «char siu bao».
 

¿Y se había preguntando de qué material están hechas estas cestitas? en efecto, se usa madera de bambú para darles forma, ya que, este tipo de madera evita que se condense la humedad y mantenga en buen estado la comida desde que sale de la cocina hasta que llega a la mesa. Además, se le añade en el interior unos anillos de metal para reforzar la estructura aunque también nos las podemos encontrar fabricadas íntegramente en bambú. Un ejemplo más de lo versátil que puede ser el bambú, desde su uso para la fabricación de andamios hasta su uso para la elaboración de estos recipientes tan usados hoy en día.

A día de hoy, seguro que el proceso de manufactura de estas cestitas se habrá modernizado pero hay gente que prefiere ser fiel al método más tradicional. Como muestra, aquí tenemos algunos de los tamaños más habituales.
 

No sé si recordarán cuando la semana pasada les mostraba una de las cenas de nuestro viaje a Penang, me llamó la atención que todo el dim sum que servían venía en recipientes metálicos. Eso sí, el calor lo conserva más por lo que la señora debía hacer uso de una pinza cuando iba sirviendo por las mesas.
 

En casa también podemos hacer la prueba a intentar cocinar con una de estas. El proceso es sencillo, ya que, la comida que se pone en su interior se cocina al vapor. Basta con colocar la cestita encima de un recipiente con agua, que el agua empiece a hervir y dejar que se cocine. Ya sólo nos queda llevarlo a la mesa y disfrutar de un rico dim sum 🙂

 

Improvisando

 

Parece que le voy cogiendo gustillo a esto de hacer entradas con toque culinario los viernes, y anda que no es buena forma de cerrar la semana 🙂 Si hay algo que tiene Penang, es variedad a la hora de los sitios donde comer, es un lugar donde se fusionan muchos estilos de comida (chino, indio, malayo..) conviviendo todos en armonía. En nuestra mente estaba probar la gastronomía local, aunque sin nada planeado e ir improvisando según nos fueran guiando los sentidos.

Íbamos caminando por la zona de Little India, alejándonos poco a poco y serpenteando por las callecitas que nos llevarían hasta la zona china de Georgetown. En una de las perpendiculares a Campbell street, la calle más famosa del distrito de Chinatown, los negocios se alternan y como no, los restaurantes tampoco pueden faltar.

No sabemos si era porque las recientes celebraciones del Nuevo Año Chino o porque realmente la gente descansa algo más en fin de semana, pero nos encontramos que las calles estaban bastante desiertas. Conforme se iba haciendo de noche y se acerba la hora de cenar, nos preguntábamos qué sitio elegir para comer algo. Al final, decidimos meternos en este restaurante que parecía bastante animado.

Vamos pa´dentro…
 

Y tanto que estaba animado, nos tocó esperar un poquito hasta que nos ubicamos en una mesita cerca de la entrada del local. Dim sum variado, verduritas, arroces, sopa… a la vez que observamos el resto de mesas por si «cazamos» algún plato popular.
 

 

La actividad era constante entre las mesas, los camareros de un lado para otro y las señoras con sus carritos de dim sum para ofrecer a las mesas. Qué dilema para elegir… al final un «char siu bao» (bollo con cerdo barbacoa), «siu mai» y otros dumplings más. Manos a la obra que ya hay ganitas de comer 😀
 

 

No se pensarían que con los tres entrantes nos quedaríamos así, ni mucho menos. De la mano de una de las camareras nos dejamos guiar para elegir este plato: pato al jengibre. Nada más aparecer en nuestra mesa y llegarnos el olorcito, supimos que la elección había sido la acertada. Con un ligero toque picantito y la carne bastante jugosita, y no podía faltar un bol de arroz blanco para acompañar esa salsita, sino hubiera sido un desperdicio no aprovecharla.
 

Para rematar la cena, uno de los platos estrella del local o por lo menos eso pudimos ver cuando en el resto de mesas era uno de los platos más solicitados. Unos noodles crujientitos («chao mian») acompañados de verduritas y una salsa tipo ostras pero de sabor no tan concentrado. La combinación del noodle que luego se ablanda con la salsa y las verduritas, sencillamente buenísima.
 

Ahora sí que estábamos del todo satisfechos. Lo mejor de todo estaba por venir. La cuenta nos salió por apenas 10 euros, habiendo sumado a la comida anterior 2 coca-colas y una cerveza Tiger. ¡Sin palabras! Tiempo para reposar un poquito la cena y seguir dando un paseíto hasta que diéramos con un taxi para irnos de regreso al hotel, ya era noche cerrada y apetecía descansar. Y lo bien que íbamos a dormir 🙂