Si que apetece

Aunque haya días en los que el sol siga calentando, es por las tardes cuando ya refresca y es que amigos, es lo que toca para esta época del año. A veces uno se confía por la mañana y luego en el trayecto de vuelta a casa echa en falta el no tener un poco más de abrigo y especialmente en sitios donde el aire acondicionado no da tregua. Uno ya está acostumbrado a estos contrastes pero tampoco hay que jugársela porque el cuerpo de uno no siempre está con el mismo nivel de defensas 🙂

A la hora del almuerzo los hábitos cambian un poco y el cuerpo pide platos de comida de esos que provocan somnolencia después de tomarlos y sin duda el ramen es una opción más que recomendable para entrar en ese estado de confort. Si el año pasado les comentaba sobre un establecimiento que está muy cerquita de la oficina, tan sólo tendremos que acercarnos al vecino barrio de Wan Chai donde la oferta gastronómica aumenta de forma considerable y quieras que no a la vuelta uno va haciendo una mejor digestión.

Lo bueno de este sitio es que nuestro ramen lo podemos personalizar según nos guste más:

  • Consistencia de la sopa.
  • Grado de cocción de los fideos.
  • Cómo queremos el huevo.
  • Si queremos añador cebollino o no.
  • O bien si queremos sustituirlo por millo.

Y por si fuera poco, podemos elegir entre varios tipos de ramen. Mi elección fue el clásico de miso, sopa de consistencia ligerita y fideos de textura media, junto con el resto de añadidos que son estándar. Una buena ración y a la que podemos añadir un platito adicional de gyozas que viene perfecta para compartir si se va con alguien más, como era esta ocasión.

ramen
 
gyoza

El cuerpo no dice que no a tan buen menú como este y después estaremos listos para retomar nuestra actividad de vuelta a la oficina, o bien con la ayuda de un cafecito de por medio, que todos nos conocemos las horas bajas después del almuerzo y más después de una bañera como esta 😀

El sitio es de lo más pequeñito pero muy acogedor; no es de extrañar que vean a gente sentada por fuera puesto que en su interior apenas caben 4-6 personas, desde donde se pueden sentir mejor los aromas de la cocina. Para mi la mejor hora para ir es pasadas las 2 de la tarde, nada de agobios de la hora punta.

Lo dicho, a disfrutar de buena comida en un sitio acogedor e ir preparándose para las fiestas navideñas que están a la vuelta de la esquina. También aprovechar para desearle a mi padre muy feliz cumpleaños en el día de hoy, y conociéndolo disfrutará de un buen almuerzo o cena en compañía de mi madre, aunque seguro que no un ramen jaja.¡Feliz fin de semana y buen provecho!

Cenando ricamente

Esta última semana del mes de noviembre ha estado movidita en la oficina pero finalmente podemos decir que ha pasado lo gordo y llega el momento de la calma. Entre medias el fin de semana pasado mi novia y yo hicimos una escapadita hasta Chiang Mai, lugar en el que celebramos mi cumpleaños. El par de días que estuvimos nos dio para saborear la ciudad y quedarnos con ganas de repetir para el futuro.

Mi novia se lo tenía calladito y para la noche del sábado le había echado el ojo al restaurante Dash! del cual había leído bastantes buenas críticas. Así que ese era nuestro plan para por la noche después de haber estado recorriendo los alrededores del centro por la tardecita. Reconozco que nos costó un poquito dar con el sitio porque la distribución de las calles no la teníamos del todo clara, pero como teníamos tiempo de sobra hasta la hora de la reserva pues no hubo problema. Ubicado en una bonita casa de madera de 2 plantas, con una zona de exteriores amplia y música en directo

dash

mojito
 
mai-tai

Con eso de que habíamos picoteado algo por la tarde y apenas eran las 8 de la noche como que no ibamos con unas ganas de comer voraces. Decidimos pedir como entrante unos rollitos rellenos de gambas y acompañados de una salsita tipo satay. Y como plato principal también para compartir un curry verde de pollo junto con dos boles de arroz.

rolls

Lo mejor que hicimos no pidiendo ningún plato más porque la ración de curry estaba súper bien servida, con el punto justo de picante.

curry

Y aunque éste no sea lo que se llama un postre muy local que digamos, pero el toque dulce con un buen brownie de chocolate con helado fue inmejorable.

choco

El ambiente estaba de lo más animado, diría que el restaurante estaba casi repleto y la gente no dejaba de entrar y salir. Un servicio muy atento y eficiente, poco más se puede pedir. Además, la dueña del establecimiento que también atendía no perdía la ocasión de ir saludando a los clientes para ver si todo estaba a su gusto; muy agradable desde luego el trato.

Hasta ahora no ha habido sitio que haya elegido mi novia que no nos haya gustado, de eso no puedo quejarme la verdad y más una sorpresa así en las vísperas de mi 33 cumpleaños. ¡Todo un detallazo! Espero que les gusten las fotos tanto como nos gustó a nosotros poder disfrutar de los platos y de la noche de Chiang Mai. ¡Buen finde a todos!

Un bocadito

Momento viernes y con ganas de terminar la semana de la mejor forma posible. ¿Cuál es la mejor opción? Pues con un buen almuerzo después de una semana un tanto larga pero llegando a buen puerto. El cuerpo me pedía una hamburguesa en condiciones, así que dicho y hecho me fui al Caliburger en Wan Chai, un paseito de unos diez minutos desde la oficina y aprovechando los rayitos de sol

No era la primera vez que probaba el sitio pero hoy si que las papas fritas eran especiales o salvajes como así las denominan «wild fries». Acompañadas de cebollita, queso y una salsita especial. La hamburguesa con queso y bacon, tamaño perfecto para quedarse uno en su punto.

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Esta franquicia que tiene su origen en EEUU y que goza de bastante fama, aunque vaya a la saga del famoso Inside Out que por cierto una vez montó una tienda pop-up de un día.

En lo que nos preparan nuestro menú podemos ir dando un sorbito a nuestro refresco preferido y si andamos faltos de batería del móvil podemos hacer uso de las tomas dispuestas en la pared. La espera no debiera llevarnos más de 5-10 minutos pero que se nota la diferencia de sabor cuando probamos la hamburguesa y las papitas.

Creo que después de tan suculento menú puedo darme por satisfecho y hacer el paseo de vuelta mientras voy dirigiendo. Ahora sí que puedo dar la bienvenida al fin de semana. ¡Feliz viernes a todos!

Arriba energía

Una de las cosas que uno echa de menos es disfrutar de desayunos como este. Puede que el café o los jugos quizás se puedan igualar, pero lo que no tiene ni punto de comparación son los bocadillos. Sin duda es el conjunto de estar en casa, en un sitio que apenas ha cambiado desde que abrió, con los mismos camareros casi y es como si el tiempo no hubiese pasado. Recordar algunas tardes con amigos disfrutando de una merienda después de haber dado una vuelta o bien cogiendo unos bocadillos para llevar e irnos directos a la playa a pasar unas horitas de sol.

Una carta donde poder elegir entre bocadillos, sandwiches, croissant o montaditos; ya en función del gusto de cada uno pues entre carne mechada, pollo, lomo, vegetal, americano y creo que alguno más se me queda. Buena variedad de jugos y batidos naturales, y también con un servicio siempre atento y eficaz.

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Es raro que me pidiese uno de carne mechada porque por lo general me gusta más de pollo, pero ambos están muy buenos. Lo bueno es si vas con alguien puedes compartir y comer medio de cada 😀 Con esto ya tenemos para ir tirando tan tranquilamente hasta Buenavista

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No podían faltar unos juguitos para rematar un buen desayuno. Naranja y frutas del bosque, ¿adivinan cuál tomé yo?

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Un lugar que lleva mínimo unos 12 años abierto y ya forma parte del centro santacrucero; seguro que habrá poca gente que no conozca el bar-zumería «Doña Papaya«, a tan sólo pocos metros de la céntrica Plaza Weyler y comienzo de la Calle Castillo. Me acuerdo cuando trabaja por la zona que siempre hacía una escapadita con algún compañero para tomar el bocadillito de media mañana y seguir el resto de la jornada con energía, lo bien que sentaba!

Seguro que ustedes también tienen ese sitio de confianza y que suelen frecuentar para un cafecito, desayuno o lo que se tercie; donde los conocen y seguro nada más entrar por la puerta saben lo que suelen pedir, qué bien sienta empezar así el día. Espero compartan alguna de sus experiencias. ¡Buen finde y que no falte energía!