Viernes y anticipo de fin de semana pero es que también es el comienzo de las vacaciones de Navidad. Se imaginan cómo se pondrá el metro con toda la gente saliendo de la oficina deseando llegar a casa para preparar la maleta de cara a un viaje inminente (en nuestro caso para el domingo) o bien juntarse con los amigos para celebrar alguna cena o almuerzo propio en estas fechas. Además, como el tiempo está fresquito y apetece entrar en calor no hay nada mejor que abrir el apetito con un sitio de yakiniku que descubrimos hace poquito cuando estuvimos disfrutando de unos días en Osaka. Un buen grill para terminar la jornada de aquel día y que nos supo a mucho.
Éste es el aspecto que presenta la sala principal del restaurante con varias mesitas distribuidas y cada una de ellas cuenta con un extractor justo encima de forma que cuando uno empiece a hacer la carne en la parrilla se puedan absorber los humos sobre la marcha, y es muy cómodo la verdad. Además, lo mejor de todo es que el sitio estaba la mar de tranquilo y es que habíamos intentado entrar en un par de establecimientos anteriormente pero no hubo suerte porque estaban bastante llenos y tocaba esperar o bien no disponían de menú en inglés. Ciertamente en este sitio con las fotos nos apañamos bastante bien aunque el inglés era un poco regulero, pero menos mal.
En lo que la comida llegaba, momento para celebrar un brindis con cerveza y también una buena forma de acompañar la carne que vendría en un rato.
En lo que respecta al surtido de carnes, venía bastante variado entre pollo y ternera. Había de un tipo de venía ya como adobado y otro que tenían distintos grados; si uno se fijaba bien podía ver que la textura de la carne era distinto y luego a la hora de comer también si que se notaba.
En todo momento, los camareros estuvieron muy amables e hicieron verdaderos esfuerzos por intentar comunicarse de la mejor forma posible. Me imagino el apuro al intentar explicarnos las cosas, pero al final con unos pocos gestos todo arreglado 🙂
Para no perder el tiempo, momento de ir poniendo varios trozos de carne para que se vaya cocinando. Cuestión de hacerlos vuelta y vuelta porque con lo finitos que son, se hacen en seguida.
Uno de esos sitios que uno escoge de casualidad y resulta ser un acierto total. Malo sería que nos hubiese salido el tiro por la culata, pero menos mal que no fue así y para los que hayan estado en Japón, rara será la vez que uno coma mal.¿A quién le apetece un buen grill para estas fiestas?