No será la última ni la primera vez que hable de lo mucho que me gustan los sitios donde comprar productos frescos del día como frutas, verduras o también carne. Porque no sólo tenemos los supermercados, que aunque pueden cubrir nuestras necesidades diarias, a veces escasean de variedad y el precio suele ser ligeramente superior. Los mercados locales nos dan la oportunidad de examinar más de cerca los productos y son toda una explosión de colorido, y como no, olores también.
Suele haber un mercado principal en los núcleos de población grandes, aunque nos podemos encontrar con otros más chiquitos por la zona o bien algunos más callejeros, como son los «wet market«. Este que les muestro, se encuentra en Sheung Shui, en los Nuevo Territorios: el mercado de Shek Wu Hui.
Según entramos en la planta baja nos encontramos la carne y el pescado. Cada uno con su sección diferenciada. Vemos a la izquierda de la foto la fila de puestitos de los carniceros y con la separación de las escaleras que nos lleva al piso superior donde encontrar más productos.
Para guiarnos basta con seguir las indicaciones gráficas de estos cartelitos. Turno de las frutas y verduras.
Esta es sin duda una de las zonas que más me gustan. Frutas de todo tipo, tamaño y sobre todo, colores y olores. Cualquiera diría que no sean de verdad, formas perfectas y relucientes bajo la luz de las clásicas lamparitas rojas omnipresentes.
Lychees y Long an, ambos muy similares de sabor: dulcitos, aunque a simple vista diferentes. Serán primo-hermanos 🙂
Nos queda por último la figura de esos pequeños vendedores ambulantes que prueban suerte por los alrededores del mercado. Pequeña cosecha propia que ponen a la venta por módico precio, aunque por momentos se ven interrumpidos por algunos vigilantes del centro que les recuerdan su lugar. Sigilosos se alejan un poquito más afuera de la entrada pero al poco que no haya nadie al acecho, vuelven a acercarse a la puerta. La cuestión es irse a casa con todo o casi todo vendido; su día a día. Seguro que siempre hay buena gente que no dude en comprarles alguito, yo lo haría. Una ayudita nunca viene mal.