La cascada de Mui Wo

Continuando con el descubrimiento del otro día, otro de los lugares que me sorprendieron y del cual desconocía su existencia. Comentar que hay un mapa detallado con algunos de los distintos lugares de interés en la zona entre los que se encuentra varios templos, la cueva o esta cascada. Incluso tenemos servicios y que tienen una forma bastante peculiar pero que encaja muy bien con el entorno.

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Nos vamos acercando por el caminito lateral al que accedemos a una zona con mesitas en plan para hacer picnic y cobijadas a la sombra de varios árboles y tras los cuales está la fachada de roca porque la que fluye el agua que viene desde lo alto de la montaña.

 
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Uno puede aproximarse para darse un remojón o bien refrescarse, eso sí, ya hay un cartel que nos previene el tener cuidado y pisar con seguridad para no resbalarnos, especialmente si nos encontramos solos en el lugar. Bastaría con sentarnos en el bordito mientras nos remojamos los pies y nos dejemos llevar por el sonido del agua a su paso.

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La protagonista de esta entrada en todo su esplendor con un día de cielos azules y los últimos calores del verano.

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Puede ser un buen plan para ir con amigos. Dar un paseo desde Mui Wo y disfrutar de la cascada con sus alrededores. Lo mejor de todo es que es un sitio poco transitado y se respira una tranquilidad total. Algo diferente para hacer durante el fin de semana 🙂

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Siguiendo el camino en dirección hacia el centro de Mui Wo nos encontramos con la siguiente indicación haciendo mención a la ruta olímpica de cuando en 2008 que también se celebraron algunas pruebas por los alrededores. Justamente era por donde venía yo partiendo desde Tung Chung. Además de algunos sitios más de interés del lugar como la cascada que recién había visitado.

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Última paradita para enfilar el tramo hacia las afueras de Mui Wo y en busca de la ruta que me llevaría de vuelta a Tung Chung. Se terminaba el terreno llano y volvían de nuevo los escalones pero en cambio una zona algo más tapadita con árboles. Muy buen pateo y recomendable para quienes quieran conocer el lado más campestre de la ciudad.

Érase una cueva

Sigo descubriendo detalles del pasado de la ciudad y a cada cual más interesante. Recuerdo aquella vez que me enteré de la existencia del fuerte de Tung Chung y la historia de muchos años atrás. Es una satisfacción poder salir a disfrutar de la montaña y aprender cosas nuevas también 🙂

Al parecer, data del año 1886 las primeras extracciones de plata de la cueva, de ahí le viene el nombre Silvermine Cave. Contaba inicialmente con tres entradas pero dos de ellas quedarían bloqueadas por la tierra y sólo quedaría la que está orientada al sur. En su interior habitaban murciélagos, pero no sé si a día de hoy sigan habitando algunos. Al caer la noche seguro se podría comprobar.

Tan sólo diez años más tarde se detendrían las extracciones, la plata no era tan buena al parecer. Es el lugar perfecto para refugiarse si nos sorprendiese un palo de lluvia, por suerte, el tiempo sonreía el día que pasaba por allí, un solazo increíble.

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Las vistas desde el lugar bien merecen la pena. A lo lejos se puede divisar la línea de costa del sur de la isla. Hasta el centro de Mui Wo, unos 3-4 kilómetros diría.

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La entrada a la cueva tiene cierto halo de misterio, aunque lástima alguien haya decidido dejar su marca con algunas pintadas en la roca. Quise haberme adentrado algo más pero tras algo de lluvia caída la noche anterior, el suelo andaba algo fangoso y quise evitar posibles resbalones. Se podía escuchar el goteo de agua del interior solamente, todo muy tranquilo.

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Esto no fue lo único que descubrí durantes ese día, pero mejor desgranarlo para un siguiente post, no les parece? Lo bueno si breve…

Rutita en bici

 

El pasado fin de semana, me ofrecieron la posiblidad ir de ruta en bici por la isla de Lantau. El punto de encuentro era en Mui Wo, con lo que cogiendo una guagua (línea 3M) desde Tung Chung, llegué allí en media hora escasa. Mi amiga estaba esperando, ir a coger las bicis y prepararnos para la ruta (Chi Ma Wan trail)

Siendo sincero, me esperaba que fuera un paseo pero lejos de todo eso, una ruta bastante exigente que nos llevaría unas 4 horas según me comentó al principio. Con las piernas un poco molidas del entrenamiento de un par de días antes, pero el ejercicio en la bici vendría bien para descargar las piernas y quitarme las poquitas agujetas que tenía. Primero dimos una vuelta de reconocimiento por los alrededodes de Mui Wo para luego dirigirnos hasta el inicio de la ruta. Camino estrechito que empezaba en lo alto de la montaña con lo que previamente tuvimos que colgarnos las bicis para alcanzar ese punto y luego la cosa ya pintaba más fácil, en principio.

Un camino de tierra, aunque con algunas partes asfaltadas, piedritas de vez en cuando… de todo un poco. Zonas llanas, descensos en los que te dejabas los frenos y luego algunas cuestitas que quitaban el aliento. De cuando en cuando hacer un paradita para repostar líquidos y sobre la marcha continuar. En esta foto una de esas paraditas que hicimos después de habernos tragado una cuestita previa, rompepiernas desde luego…
 

Lo mejor de todo, el paisaje que nos ibamos encontrando a nuestro paso. Una pequeña presa con este puentecito para pasar hasta el otro lado y seguir la ruta monte a través. Encontrarnos con alguna gente en bici o bien de caminata, y es que el día sin hacer demasiado calor, era perfecto para disfrutar de la montaña.
 

 

Lástima que no llevase conmigo la réflex, pero yendo con la bici era mejor llevar poco peso. Al menos el móvil resolvió y cuando iba cogiendo algo de ventaja respecto a mi compañera de ruta, podía parar un poquito y sacar un par de fotos aquí y allá. Bonitas vistas hacia el sur, con la playa de Pui O escondida hacia la derecha, y lugar de paso habitual de los ferrys que van hacia Macao. Como se puede ver, no estaba especialmente soleado el día, pero no por ello había que descuidarse que se notaba el calorcito después de un rato en el cuello, jeje.
 

Y como no, ante todo bien protegido que con tanta roca de por medio, nunca se sabe.
 

Cosas curiosas como encontrarnos con alguna señal algo «fuera de lugar», como esta: prohibidos los coches y/o motocicletas. Lo de las motos lo entiendo, pero coches? sólo hay que ver lo ancho del camino 😀
 

O también las indecisiones: ¿izquierda o derecha? seguimos en dirección a Pui O. La mayor parte de la ruta la habíamos superado, con sus tramos más difíciles habiéndolos pasado a pie debido a lo complicado del trazado con las rocas o zonas de bajada empinadas. Mientras tanto tirando pa´lante, con alguna playita perdida de por medio o con casas abandonadas, y prácticamente solos en esta parte del camino.
 

 

 

De repente algunos tramos más de escalones un tanto complicados con lo que toca desmontarnos para seguir a pie. Y al poco el camino que se vuelve a hacer llano. Más abajo se podía escuchar el sonido del paso de los coches cada vez más cerca, eso quería decir que la carretera estaba cerca, y prueba casi superada…
 

 

Desde luego que no me puedo olvidar de mi compañera de fatigas en ese día que se portó como una campeona. Me hizo recordar mis buenos tiempos pedaleando por las calles de Santa Cruz o algún paseito hasta la playa, y es que hacía la tira desde que no pillaba una bici. No hay que perder las buenas costumbres, verdad?
 

El cansancio se iba notando y más aún cuando nos quedaba por afrontar una buena pechadita yendo de vuelta hasta Mui Wo, pero nos lo tomamos con calma. Tramos a pie y otros sobre la bici haciendo uso de la marcha más ligera posible, aún así parece que la cuesta se resistía pero pronto alcanzaríamos la «cima» y luego una bajadita que nos dio alas hasta llegar nuevamente al centro de Mui Wo. En nuestras mentes sólo una cosa: comer.

Buscar un sitio tranquilo y al fresquito: OK
 

Cervecita como dios manda: OK
 

El resto ya vino (y se fue) en menos de lo que canta un gallo. Y lo rico que estaba todo: Ensaladita de pollo, pizzita y tampoco podía faltar un postrito 😀
 

 

 

Nos quedamos más que satisfechos. Ya sólo nos faltaba café y puro para empezar la sobremesa, jeje. El broche final para una buena jornada de ruta en la montaña. Habrá que repetir, no? la ruta.. aunque la comida tampoco me importaría.