Buena forma de cerrar la semana y dar comienzo al finde con una entrada gastronómica. Nos alejamos un poco de la comida local y asiática para irnos a nuestra tierra y recordar platos y sobre todo sabores.
Esta semana tuvimos la ocasión mi compañero Enrique y yo de ser invitados a un tasting de comida española. Gracias a la invitación por parte de una empresa que elabora la revistar Grocer & Caterer y de nuestra mano querían conocer si la comida era realmente auténtica o se echaba algo en falta de algunos sabores tradicionales. Quien se puede resistir…
El lugar -> el restaurante español Uno Mas. Situado en el distrito de Wan Chai y en plena zona del ambiente de bares y restaurantes de esta zona tan popular de la isla de Hong Kong. Y de la mano de su chef David Izquierdo, aprovechó para ir contándonos un poco de cada uno de los platos que iban llegando a la mesa, entre los que pudimos degustar son:
– Croquetas de jamón ibérico.
– Tortilla de papas.
– Rabo de buey.
– Ensalada de atún troceado (a la plancha) con tomate.
– Cochinillo.
– Fideuá.
Todo esto acompañado de un buen vinito tinto, del que no recuerdo el nombre aunque claro tampoco llegue a preguntar :/ pero estaba muy bien y venía perfecto para acompañar con todos estos platos. Y como no, tampoco podía faltar un poquito de pan tostadito con un chorrito de aceite de oliva.
Los platos a cada cual mejor, aunque de tener que quedarme con uno o unos de estos, serían: las croquetas y el cochinillo.
La textura de las croquetas era muy suave y el rebozado más fino del habitual comparado con las croquetas caseras o de algún restaurante, ¿el secreto? el pan rallado japonés que le da al rebozado ese toque más fino y como no, sin olvidarnos del interior con jamoncito del bueno, de bellota. Lo dicho, un lujo.
Y en lo que respecta al cochinillo, receta nueva del chef que teníamos el honor de probar. El cochinillo pasa por el proceso de horneado, luego se fríe ligeramente y finalmente se acompaña con un toque de una salsita de miel que le da ese toque dulce y en combinación con el puntito salado de la carne y ligeramente crujiente de la piel: increíble. Ya sólo de pensar en ello, la mente vuela.
Desde luego la guinda para cerrar esta comida, hubiera sido un postrito tipo: crema catalana o tarta de santiago, no creen? pero la verdad que la comida dio bastante de sí y eso que era un total de 4 personas a compartir toda la comida. Entre tanto y tanto hubieron fotos con los reporteros de la revista y el chef, y brindis. A ver cuando salga la edición de la revista y ver lo que cuentan, aunque si está todo en chino necesitaré de la ayuda con un poco de traducción 🙂
Sin duda, una experiencia interesante y de lo más sabrosa. A ver si se repite en más ocasiones.
P.D: Lástima de no haber podido sacar fotos de los platos, pero las manos andaban algo ocupadas, ya saben.