Cuando uno piensa en Hong Kong, nos pueden venir muchos pensamientos a la cabeza tales como: finanzas, skyline, The Peak, compras… entre otros. Y ahora que menciono compras, muchas cosas que llegan a la ciudad vienen vía marítima, de ahí la importancia de tener un buen puerto que gestione toda la mercancía que llega desde muchas partes del mundo. El de Hong Kong ocupa el 3er puesto a nivel mundial en cuanto a tráfico con un total de 27 millones de TU, superado por Singapur en segundo lugar y Shanghai que es el que más mueve. Sin embargo, en base al tamaño del puerto y el volumen de mercancía que maneja, no es para nada una cifra despreciable.
Una oportunidad única la que tuvimos ayer visitando parte de las instalaciones. Una maqueta del puerto fue la introducción a las distintas zonas de las terminales, zonas de almacenamiento, grúas, torres de control… un conglomerado impresionante que no deja de funcionar 7 días a la semana, las 24 horas del día; a no ser que venga algún tifón importante que pueda impedir su normal funcionamiento. Por eso siempre están alerta de las condiciones metereológicas y estar preparados por lo que pueda pasar. Prioridades como asegurar los containers y las grúas, o amarrar bien los barcos a los muelles.
En el conjunto del puerto, comprende dos zonas:
1) Kwai Chung
2) Tsing Yi
El nombre por el que se conoce comúnmente es «Kwai Tsing» al combinar el primer nombre de ambas zonas. La primera que queda en la zona continental y la segunda que ocupa parte de la isla de Tsing Yi. Añadir que hay bastante terreno que ha sido reclamado al mar, y es que la falta de espacio es un factor que siempre está presente por lo que hay que optimizarlo al máximo. Aprovechar cada rincón para poder almacenar los containers. Es como un gran tetris.
Si ver la maqueta ya impresiona con la cantidad de piecitas que representan los containers, verlo a tamaño natural lo es mucho más.
La empresa Hutchinson Port Holdings (HPH) es la que gestiona parte de las terminales del puerto. Un total de 5 operadores son los que controlan las terminales y HPH es uno de ellos. No obstante, es el mayor operador de puertos a nivel mundial con una red que se extiende desde Hong Kong y China hasta Panamá, pasando por muchos sitios de África y Europa. Fijándonos en España, cuenta con representación en el Puerto de Barcelona. Una red de 52 puertos y como curiosidad destacar que no operan en Estados Unidos ya que el sistema de sus puertos no es compatible con la forma de operar de Hutchinson, que suele estar en puertos agrupados con otros operadores.
Después de la introducción al puerto y a la empresa que controla parte del mismo, bajaríamos un par de plantas para ir a la sala de control. De aquí no tengo fotos porque me pareció prudente no sacar en caso de que me pudieran llamar la atención, hay que saber respetar los lugares que son más sensibles y puede que este sea uno de ellos. El centro desde donde se supervisa la actividad en las terminales y poder visualizar desde sus 70 cámaras de CCTV los detalles del movimiento de la mercancía, en permanente comunicación por canales de radio. Un sistema en tiempo real que refleja el estado de los barcos, los caminones que cargan y descargan los containers, y las grúas que los manipulan a una velocidad asombrosa. Todo perfectamente milimetrado.
El siguiente paso de la visita, un pequeño tour en una guaguita por las instalaciones y ver un poco más de cerca cómo es la actividad del día a día. Containers bien apilados a la espera de ser movidos, grúas en movimiento y barcos amarrados a la espera de zarpar con toda la mercancía a bordo.
Se imaginan la cantidad de cosas que habrá en todos esos containers…
Al fondo podemos ver el puente Stone Cutters que cruza parte del canal por la zona sur, y con más barcos anclados en las terminales. Unos que entran y otros que están por salir.
Una ruta circular que nos haría volver al punto de inicio, al edificio de la terminal (HIT = Hong Kong International Terminals) desde donde habíamos empezado el recorrido. Creo que nos había sabido a poco, o al menos a mi se me pasó muy rápido, mientras no dejaba de mirar a mi alrededor. Una visita más que interesante.
Casualmente antes de abandonar el recinto, caí en la cuenta de esta placa en la que se conmemoraban los 30 años desde la entrada en funcionamiento de laS terminales. Incluida una cápsula del tiempo con treinta objetos. Me pregunto cuáles podrán ser y si ¿se abrirá la cápsula cuando hayan pasado otros treinta años más? Ahí queda para el recuerdo.
Espero que les haya gustado el pequeño recorrido por este pedazo de la ciudad y que sin duda tiene mucha importancia, más de la que nos podamos imaginar. Mucha gente detrás que se encarga de gestionar el puerto, velar por su buen funcionamiento y que las cosas lleguen en perfecto estado hasta su destino final. Una cadena perfectamente sincronizada y también con ayuda de las nuevas tecnologías para coordinarlo.