Vistas desde Kowloon

Este pasado domingo que fuimos de paseo, nos dejamos caer por Tsim Sha Tsui y estuvimos en el centro comercial Harbour City. Un sitio bien chulo para tener vistas desde Kowloon a la isla de Hong Kong.

Un día de cielo azul y algo de calor pero agradeciendo la brisa marina. Desde la zona de la azotea donde hay un parking se puede divisar una buena panorámica. El muelle del Star Ferry con el skyline de fondo.

Curioso que aún haya algunos cruceros que venga a atracar y es que desde que abrieron la terminal de Kai Tak. Puede que igual depende de la capacidad, pero tampoco está de más repartir y así los turistas pueden dispersarse mejor.

Otra de las sorpresas fue que hay montada una exposici´ón de la artista «Camille Walala», bastante colorida y jugando con distintos patrones que representaban distintos elementos de la ciudad.

Este de la foto era un pequeño laberinto en el que las niñas se divirtieron bastante en lo que nos sacamos algunas fotos.

Días de primavera así, dan gusto! y parece que se está manteniendo. Había bastante buen ambiente por los alrededores, sin llegar a estar masificado como en otras ocasiones. Cierto es que el flujo de turistas se ha ido recuperando, pero le queda para estar al nivel de antaño. Espero que la gente se siga animando a venir y no se deje influenciar por las noticias recientes.

Hong Kong sigue siendo un lugar especial, y no lo digo porque sea mi hogar desde hace un tiempo, pero les animo a que vengan a descubrirlo.

Almuerzos varios

Bien es cierto que por la zona de la oficina a veces las opciones para almuerzos varios son algo escasas pero hay algunas alternativas que merece la pena destacar.

Uno de los sitios al que voy a menudo es Hong Kong Day, con buena variedad de platos al más puro estilo cha cang teng. En esa ocasión elegí este set de noodles en sopa con alitas de pollo y acompañado de su tostada con huevo revuelto. Es lo que viene a ser medio almuerzo-medio desayuno, muy completo.

Plato bien servido

Otros días en los que prefiero comprar algo para llevar y opto por algo sencillo como este bocadillo con un cafecito.

Últimamente me he aficionado a los sets de Fairwood, son muy resultones en relación calidad / precio, y con permiso del Café de Coral.

Día de escritorio

Pero para más opciones, sin duda lo mejor es darse un salttito hasta Wan Chai donde tenemos vietnamita, japonés de curry, noodles estilo Taiwán, ramen..

Los restaurantes estilo Hong Kong son de mis preferidos, algunos de ellos con varios establecimientos como: Tsui Wah, Men Wah Ben Teng, Cafe 100… O sino los que son de barrio como digo yo, o el auténtico guachinche local 🙂

Y a ustedes, ¿qué les apetece para comer normalmente? Son de comer en casa o pillar algo cerca de su trabajo..

¡Feliz finde a todos!

El Peak Tram

Un viejo conocido que ha estado renovándose hace tan sólo unos meses atrás. Y es que el Peak Tram cuenta con una larga historia, no en vano son 130 años de historia a sus espaldas. Se imaginan cómo era el Hong Kong de aquel entonces y lo mucho que ha cambiado la ciudad siento éste testigo del paso del tiempo.

La estación de salida se encuentra muy cerquita del Hong Kong Park y desde allí nos llevará hasta una altura de 396 metros sobre el nivel del mar. Tramos empinados con un desnivel de hasta el 26% mientras va ascendiendo por las colinas donde hay edificios residenciales entre la frondosa vegetación conforme va subiendo.

Una vez arriba del todo tenemos el mirador «Peak Lookout» y en su interior algunas tiendas para tomar algo, restaurantes o poder comprar souvenirs. Si queremos subir hasta ese balcón de la foto, bastará pagar un pequeño suplemento y contemplar las vistas y/o que nos saquen una foto.

Yo también recomiendo contemplar la panorámica desde otro sitio especial donde hay un pequeño mirador con unas pequeñas esculturas de dragón. No tendremos que pagar suplemento pero tan sólo esperar nuestro turno en función de lo concurrido que esté.

Lástima que ese día había algunas nubes con el sol tapado. Es lo bonito de poder ir en varias ocasiones y ver según se comporte la climatología. Áun recuerdo la vez que fui con Alberto a presenciar un amanecer desde ahí, fue impresionante.

No es el único sitio para poder tener unas buenas vistas y es que si vamos en dirección a Lugard Road, otro de los sitios emblemáticos para disfrutar de un paseo mientras vamos contorneando la montaña hacia «Morning Trail».

No me voy a anticipar a decir si será pronto o tarde la próxima visita, pero aún tenemos pendiente el ir con las niñas así que está en la recámara 🙂

Patitos en pareja

Si fue hace diez años que nos visitaba por primera vez el patito gigante del artista Florentijn Hofman, esta ocasión eran dos patitos en pareja los que visitaron la ciudad.

Situados en el muelle del parque de Tamar llegados hace una semana. Lugar de peregrinaje para sacarse las fotos de rigor. Eso sí, si la meteorología daba un poco de tregua y es que hemos tenido una semana bastante movidita con bastantes chaparrones.

Ayer domingo nos fuimos hasta el paseo de las estrellas para ver la vuelta de honor que daría uno de los patitos. Todo prometía, al menos pintaba que no iba a llover y pudimos coger un buen sitio para observar.

Patitos en pareja

Con algo de retraso empezaba su travesía por la bahía de Hong Kong. En dirección hacia Wan Chai y Causeway Bay..

Vamos de paseo

Parece que finamente empezaba a virar y ponía rumbo hacia Kowloon. Y por momentos parecía como si se parase, mientras tanto mis hijas preguntando: «y cuánto más tarda? 😅»

Y los más noveleros venían preparados con sus accesorios para la ocasión 😀

Vamos que los fans esperan xD

El momento ansiado con uno de los protagonistas pasando por delante del K11 en lo que avanzaba lentamente hacia la zona de los muelles y la torre de reloj.

Holaaa, ya llego..

Aunque las niñas después de la espera no parecían tan entusiasmadas, pero objetivo conseguido jeje. Al menos pudieron disfrutar de un heladito y luego al fresquito dentro del centro comercial.

Veremos si dentro de otros 10 años vuelven a celebrarlo trayendo otro patito más. Eso sí que estaría curioso, verdad?

Hasta la próxima patos, cuak cuak!