Viernes que cierra el mes de marzo y qué mejor forma para despedirlo con un nuevo post de comida, esos que tanto gustan a la gente. Uno de mis platos preferidos tanto a la hora del dim sum o sino también viene bien para acompañar a la hora de la cena. El plato en cuestión: «roast pork» o lo que viene siendo trocitos de cerdo con piel crujiente. Mejor una imagen para ilustrarles.
Y se estarán preguntando que es el otro platito con una salsa amarillita. Pues se trata de mostaza, que hace de buen acompañamiento con el cerdo. Coger un pedacito, mojarlo un poco y la combinación entre el sabor digamos áspero de la mostaza y algo picante, junto con el sabor suave de la carne del cerdo con la piel crujiente, es una combinación total.
El proceso para conseguir el acabado crujiente de la piel no es tarea fácil y se lleva a cabo, por lo general, de forma manual. Nada de hornos que van dando vueltas de forma automática, lo que se lleva es alguien que aguanta a pulso el cerdo mientras le va dando vueltas sobre el calor de las brasas y poco a poco va consiguiendo un dorado uniforme en toda la superficie. Luego en el sabor se nota, y hay que tomarlo en su punto porque luego si se enfría pierde parte de su gracia.
¿Conocían este plato? seguro que tenemos entre nuestros lectores a gente que lo haya probado ya. Veremos lo que comentan.
¡Buen finde a todos!
No lo conocia, pero tiene buena pinta. Ainss es que todo lo que sea comer 😉
No lo como tanto como el char siu, pero de vez en cuando cae. Y depende del sitio, su precio no es barato. Por ejemplo este platito era como unos 7 euros, que comparados con otros platos se eleva un poco el precio, pero merece la pena.
Habrá que probarlo 😉
Seguro que no te defrauda, con lo que te gusta a ti las cosas nuevas.