Las opciones en la ciudad para que uno se entretenga estando de vacaciones son bastante variadas y desde luego uno no tiene porqué aburrirse. En mi lista de sitios pendientes alguno queda pero tampoco me tracé un plan para esta semana. Aprovechar algo más las horas de sueño pero sin tener que estar levantándome tarde, hacer algo de deporte y pasear por algunas de las zonas de Kowloon, aunque la isla tuve que pisarla para hacer alguna visita a la oficina pero algo breve.
Quise empezar con fuerza el domingo pasado y con una ruta de montaña cerca de casa, yendo en dirección a la pista olímpica que lleva desde la aldea Pak Mong y en dirección a Mui Wo y el pico Lo Fu Tau (468 metros). Una buena forma de ir cogiendo hábito en la montaña de cara a una carrera que me ha apuntado dentro de unos meses. Acostumbrado a correr en llano y con poquita elevación, cuando uno tiene por delante unos buenos tramos de escalones, la cosa cambia pero todo sea acostumbrarse y lo mejor de todo es el paisaje que tiene uno a su alrededor.
Sólo por subir hasta ahí arriba y contemplar desde lo alto sitios como Discovery Bay, Tung Chung o el mismo aeropuerto, ya vale la pena. Lo mejor de todo es que luego la bajada es lo más fácil o no, porque hay zonas que son bastante técnicas y hay que ir con los cinco sentidos y recordar mantenerse bien hidratado. Hay poco lugar para refugiarse por la cima, así que, es importante ir con gorra, protección solar y que no falten los líquidos.
Cambiamos de escenario y en el distrito de Central un par de días después, el tiempo estuvo pasado por agua, por suerte que tenía paraguas y andaba cerca de una de las salidas de metro. Algunas diligencias por hacer y luego de vuelta a casa. Cambiar de aires aunque sea por una semana, interrumpir la rutina habitual con el recorrido de metro hasta la oficina, sienta bien.
Hasta la zona de Sham Shui Po me fui también para curiosear en los mercadillos y el conocido centro de informática que tiene, aunque la actividad empieza de forma lenta a partir de las 11 de la mañana cuando es que los puestos y tiendas empiezan a abrir, con lo que mejor es poder ir después de la hora del almuerzo para sentir de lleno la actividad.
Curioso monumento en homenaje a la placa base 🙂
También hubo hasta la visita de un compañero becario en su momento y que anda de ruta por el mundo durante los últimos meses. Su próximo destino es China y pasar por la ciudad le permitía descansar unos días mientras tanto conseguía su visado para continuar el viaje hacia el norte, a ver qué le depara. Estuvo muy bien poder compartir experiencias desde nuestra época becaril y hasta nuestros días.
Dimos un paseo desde TST y hasta Mongkok por donde almorzaríamos un poco más tarde un buen dim sum. Se me antojaría hacer una visita a Hui Lau Shan para tomarme un jugo de sandía con gelatina de aloe, hacía la tira desde el último. Así que un poco después nos despediríamos y deseándole a Julio un muy buen viaje.
En efecto hoy estamos ya a viernes, con lo que sólo queda el fin de semana por delante y el lunes de vuelta a la oficina con la rutina de diario, pero mientras tanto aprovechar del buen tiempo que se ha mantenido, aunque con alguna que otra llovizna, espero el finde se aguante también y disfrutar de la montaña con vistas a una salidita este domingo.
Buen finde a todos y felices vacaciones para los que estén con ellas o igual recién las empiezan hoy mismo.
Correr en montaña tiene que ser chungo. Si ya cansa correr en cinta que es constante y (si quieres) sin elevación… no me imagino con constante desnivel.
Ah, las fotos de la ciudad mucho más interesantes 😀
Buen finde Javier !
Es un desafío pero no hay nada como respirar aire de montaña. Aún soy algo principiante pero debo entrenar estos meses y así coger la costumbre, y luego no abandonarme.
El contraste campo y ciudad siempre es interesante, soy de naturaleza también y no sólo de hormigón, jeje.
Buen finde!
Yo soy mucho más de naturaleza que de hormigón 🙂
A mi me gusta un equilibrio, un poquito de ambos y en esta ciudad las dos cosas son compatibles. Da gusto tener un entorno donde elegir.
Aunque la parte urbana es la más conocida de Hong Kong, me sorprendió la cantidad de naturaleza que tiene… mola ese equilibrio.
Para disfrutar fuera del ruido de la ciudad es lo mejor, muy recomendable escaparse y hacer unas rutitas de montaña, otro tipo de turismo también 🙂