Cargar energía

En el reciente viaje para mi carrera en Chamonix, en los días previos no sólo era necesario descansar bien sino también cargar energía. Como todo, en su justa medida para llegar lo mejor posible al día clave.

En la localidad de Saint-Gervais Les Bains que era donde me estuve quedando y tras preguntar al chico del hotel me dio algunas recomendaciones. Mi primera noche cené en el restaurante grill Le Royal en el que me decanté por su hamburguesa de carne, aunque también tenían de pollo. Parece que acerté de lleno porque fue muy suculenta y el precio me pareció también razonable. Nada mal para el primer día.

Siguiendo con alguna de las recomendaciones, había que probar algún sitio de pasta/pizza. En el restaurante L’Eterle le tocó el turno a la pizza del día que era con: queso de cabra, nueces, manzana y un toque de miel. Simplemente espectacular la combinación de sabores.

Terminando el almuerzo con el toquecito del café y una rica creme brulee; también incluído dentro del precio del menú del día.

La cena el día antes de la carrera también tenía que sentar una buena base sobre todo de hidratos. Cargar energía era esencial, aunque tampoco sin olvidarse del desayuno al día siguiente. Tanto me gustó el sitio de la pizza que decidí regresar para ir allí a cenar.

Empezando con un poco de pan con ajo…

y luego una buena ración de pasta carbonara. Den por hecho que fue una cena bastante contundente pero que la digestión se hizo de maravilla. Ahora sí que podía irme a dormir con el estómago contento.

De vuelta en Ginebra donde pasaría un día escaso, caería en la trampa nuevamente al pasar por un sitio de sandiwches, wraps y hamurguesas. Un lugar bastante agradable para refugiarse del calor y con un trato muy bueno. Vamos allá con mi almuerzo de aquel día antes de partir rumbo al aeropuerto unas horas más tarde.

Creo que cumplí con creces el alimentarme bien durante esos días y también en el post carrera. Ahhh! aún no les dije que repetí en el Le Royal, y es que se lo merecía de todas todas 🙂