Ya tenemos aquí el veranito de forma oficial, finalmente, tan ansiado por muchos aunque también indeseado para otros. Con sus cosas buenas como que los días son más largos y por tanto las horas de luz se han estirado un poco, pero por otro lado, y lo que desagrada o cuesta acostumbrarse: el calor.
A la sombra de los rascacielos más imponentes, se puede buscar un rinconcito al que escaparnos de la oficina para cambiar un poco de aires. No es el primer sitio, ni será el último, que les comento al que uno puede ir tranquilamente para disfrutar de un rato de relax mientras se almuerza.
No es que sea una piscina pero este charquito hasta invita a que nos demos un remojón en los días que el calor aprieta más. De momento se está comportando el clima, pero como quien dice, apenas acaba de empezar. Veremos para el próximo mes de julio o sino agosto que es cuando se suele intensificar y también aderezado con alguna que otra tormenta tropical que descargue un poquito de agua a su paso.
Bien podemos sentarnos en los banquitos allí dispuestos o quizás en el bordito más cerca de las fuentes.
¿Y dónde se habrá metido todo el mundo? Y es a veces la gente huye y prefiere quedarse en el interior, bien sea con un almuerzo para llevar y delante de su mesa o bien en un restaurante. Yo creo que si no llegar a ser sofocante y podemos buscar un poquito de sombrita, no está tan mal del todo. Además, podemos disfrutar de una bonita vista de exteriores como esta de uno de los laterales del edificio del Banco de China.
Puestos a elegir, ¿cuál sería su elección? Yo no renunciaría a disfrutar de un bonito jardín para romper la monotonía de la oficina aunque me cueste un poquito de sudor, ya luego tenemos el aire acondicionada para refrescarnos por unas cuantas horitas mientras trabajamos.