Si hay un elemento que esté bien presente en la cultura china, ese es el jade. Si alguna vez viajaron a China, se habrán dado cuenta de lo abundante que puede llegar a ser. No obstante, ya comentaba Confucio de las bondades de este preciado elemento, entre ellas:
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Su color representa lealtad.
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La transparencia inspira sinceridad.
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El brillo representa el cielo…
Quizás viéndolo en su estado puro no pensemos que pueda albergar estas propiedades, pero una vez debidamente tratado, podemos encontrar piezas de gran belleza como brazaletes o colgantes. La historia se remonta nada más y nada menos que a la época del Neolítico (5000 a.c) donde en algunas provincias chinas se encontraron restos de este material.
Si gusta de comprar souvenirs, no sería mal recuerdo llevar algunos colgantes o figuritas de jade. En las callecitas traseras a Hollywood Road en la isla de Hong Kong podremos encontrar de todo tipo, o sino, darse una vuelta por el mercado de Jade entre Jordan y Yau Ma Tei (Kowloon) del que aún tengo pendiente hablar.
Considerado también el mejor regalo para celebrar un compromiso matrimonial y el nacimiento de un hijo. Y sobre todo, a pesar de su caracter de piedra preciosa, aleja las desgracias y llama a la buena suerte.
¿Creen del poder de piedras preciosas como estas o simplemente a modo decorativo? Una piedra con tradición y ligada a la cultura china que no pasa desapercibida.