Luego dirá Chiqui que sólo hablo de comida, pero la ocasión es la ocasión. Era un día en el que tan sólo ver el cielo azul, a uno se le esboza una sonrisa y más sabiendo que lo que esperaba por delante, un día un tanto distinto para alguien muy cercano a mi. El viernes 28 de diciembre (y no era cosa de una inocentada, jeje) en la que mi hermana Miriam llevase a cabo su enlace con su novio Juan. El lugar elegido: el ayuntamiento de La Laguna, y con una sencilla pero emotiva ceremonia con la gente más cercana por ambas partes.
Después vendría el tiempo de las fotos y el posterior almuerzo, trasladándonos al norte de la isla en la zona de La Victoria de Acentejo. El restaurante: «La Sabina«, situado con buenas vistas al mar y en un entorno agradable. Primera vez que estaba allí, más tarde con la comida me preguntaba cómo es que no conocía de su existencia desde antes 🙂
La comida en sí consistió en unos cuantos entrantes tales como fritos de pescado, platito de quesos variados, ensalada de pollo con salsa de curry con mango o jamón con toque de algas, entre otros. Bastante bien para empezar y a destacar la ensalada que triunfó mucho.
Y el plato estrella que fue el solomillo de cerdo con salsa de almogrote con miel de palma, además acompañanado con un corazón de caramelo y unas papitas bajo el solomillo. La salsa estaba exquisita y la carne en su punto. Ahh! y se me olvida comentar que incluía también como una pasta de gofio en un lateral. Desde luego que la combinación de sabores fue espectacular, con sabor 100 x 100 canario 🙂
Tratándose de un evento así, el pastel de boda tampoco podía faltar para dar punto y final a tan buen almuerzo; todos más que satisfechos.
Y con la presencia del Teide desde la lejanía, las luces del día se fueron apagando hasta que fuimos recibiendo la noche y un poquito de fresquito norte empezabas a hacerse notar. Mientras tanto nosotros seguíamos de celebración con alguna copita y con algunos bailes. Poco a poco la gente se había ido recogiendo y tan sólo quedamos la gente joven, y como no, la pareja que seguía con mucha marcha.
Un día bastante completo y que para nada se hizo largo. Pudiendo disfrutar de la cercanía de la familia en un día tan especial como era para mi hermana. Me alegra el poder habernos acercado hasta casa y estar con ella y los míos en ese día. Gracias por todo Miriam y Juan!