Que curioso que tenía en mente escribir un post sobre este aparato en cuestión y el otro día veo en uno de los blogs que sigo, el de Alain Kun, escribía un post sobre la famosa máquina de hacer arroz. No sé como podía haber dejado pasar por alto este aparato tan útil.
Yo que más o menos me apaño en la cocina, aunque no soy de grandes platos pero si me gusta improvisar con lo que haya, no me había puesto a hacer arroz nunca, y muchos dirán: alaaaaa!, pues si, quizás con el miedo a hacer un estropicio o no por pereza. La cuestión es que ahora no tengo excusa 😀
Mi novia me enseñó a usarla, aunque luego de saberlo no tiene mucha ciencia. Basta con echar con un vasito de plástico la medida de arroz según las personas y luego rellenar con agua hasta una cierta altura, eso si, habiendo lavado el arroz un poquito, por si las moscas.
El modelo que tengo en casa (aunque los hay más complejos) cuenta con un botón en el medio que tiene dos posiciones: Cocinar y Calentar, de lo más sencillo. Una vez tengamos el arroz en el recipiento gris que se muestra en la siguiente foto y puesta la tapa, poner en la posición Cocinar…. esperar y el arroz listo en 10 minutos, además de mantenerlo calentito 🙂
Si se fijaron en la primera foto, también cuenta con un recipiento de plástico blanco en el que podemos colocar comida, de forma que, cuando se está cocinando el arroz se puede ir calentando, así ahorramos tiempo y nos evitamos el microondas.
No puedo estar más de acuerdo en lo que dice Alain, que no debe faltar en cualquier hogar que se precie. Ya sabemos lo fundamental que es el arroz en la cocina asiática y una buena fuente de energía.