De nuevo en movimiento

Y pensar que hace ya un añito desde la edición 2017 de esta carrera. Mientras que el año pasado la hice en compañía de mi amigo Pete, esta vez volví a los orígenes de cuando la hice por primera vez en el 2016. De nuevo en movimiento en los primeros compases del año.

Creo que fui de los más madrugadores porque estaban terminando de colocar algunas cosas. Lo primero, ir a por el dorsal y luego con tiempo para ir al baño, dejar el material listo.

de nuevo en movimiento

Bajo una de las casetas junto con más participantes resguardados de la lluvia, aunque finita, esperando el comienzo del evento. El tiempo nada que ver con el del año pasado, pero casi que lo prefiero porque el calor si que apretó; en cambio este año era más que nada un poco más de humedad y tener cuidado con las rocas y/o escalones en mojado durante las bajadas.

Más gente iba llegando para coger su dorsal y ultimando los preparativos. Sí que me dio la impresión que hubiese algo menos de gente en comparación al año pasado. ¿Será que la gente se echó atrás cuando vio el tiemo al despertarse? xD. Finalmente durante la carrera no llovió, pero si que se metió algo de viento y bastante bruma que tapaba un poco las vistas.

Después de recuperar un poco el aliento tras el sprint final y estirar un poco. Vamos a ver qué tal he quedado… pues mira, ni tan mal el tiempo. Consiguiendo mejorar un minutillo respecto a 2017 y otros 4 minutos respecto a 2016. En todo momento intenté no ir demasiado pendiente del reloj, pero a veces es inevitable. Hacer tu propia carrera, apretar cuando se puede y aflojar cuando sea necesario. Satisfecho 🙂

Lo mejor vino después en forma de comida. Los voluntarios atentos en todo momento para que no faltase de nada, tanto en los puntos de control como en la meta. Fruta, bebida y creppes (con nutella o mermelada). Muchas gracias a todos por la labor, año tras año el evento va ganando más puntos.

Nada mejor para un sábado por la mañana tempranito. Disfrutando de la montañas unas horitas y luego de vuelta en casa para continuar el resto del día con la familia. Duchita y a reponer energías que hay que cumplir con las niñas, y ellas sí que no dan descanso jeje.

 

¡Buena semana a todos!

Primera carrera

Apenas había comenzado el año y me proponía empezar con buen pie para no perder la costumbre de correr, aunque esta vez con la desventaja de haber hecho un parón navideño en la rutina habitual de salidas pero confiaba con que retomando la semana antes de la primera carrera de 2016 lo haría sin problemas. Me enteré de la existencia de «The Green Race» en lo que buscaba el calendario de carreras y me llamó la atención por su recorrido que pintaba bastante bien. Tenían dos variantes de 10 y 15kms, siendo esta última a la que me apunté.

La noche antes como es habitual, dejar las cosas preparaditas para la carrera aunque no iría muy cargado porque al tratarse de una distancia ni muy larga ni muy corta podría correr más ligero además que las previsiones del tiempo apuntaba que haría algo de fresquito y nublado pero eso luego cuando empieza a correr arranca a sudar si o si. Botellita de agua en mano y un gel por si acaso.

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La carrera daba comienzo desde Braemar Hill que queda en la zona alta de North Point y desde allí ascendía un poco para luego ir llaneando en zig-zag entre la montaña para luego emprender el descenso hacia la presa de Tai Tam, empezar el ascenso hacia Park View y la subida final hacia Mount Butler para terminar en el mismo lugar donde empezamos. A las 8 de la mañana se daba el pistoletazo de salida, vamos allá!

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En los metros finales haciendo un poco de sprint para arañar un poco el crono pero no estuvo nada mal hacer 1h47m y sobre todo disfrutando mucho de las vistas a lo largo del recorrido a pesar de tener algunas nubes. Para ser la primera edición de esta carrera, no se me dio nada mal pero seguro que con el tiempo pueden ir puliendo algunos detallitos de organización.

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¿Qué tal fueron las sensaciones durante la carrera? La verdad que me encontré bastante bien e intenté ir siempre a mi ritmo sin dejarme llevar por la emoción o salir persiguiendo a otros corredores para pillarles el ritmo que seguro luego me podría pasar factura.

A priori parecía un recorrido fácil por las zonas llanas y de bajada pero había que reservar fuerzas para los tramos de subida, y ahí creo que fue donde más sufrí pero no justamente durante la carrera sino en el día después por las agujetas que tuve en uno de los gemelos; fue cuestión de un par de días y como luego nuevo.