Este finde a parte de tener su habitual salida de sábado para tomar algo, ha tenido un domingo movidito de caminata por los alrededores de Hong Kong. El lugar: isla de Lantau.
Como se puede ver en el mapa, queda situada al oeste de la isla de Hong Kong. Para acceder a ella se puede hacer de varias formas, entre ellas, y la más rápida, coger la línea de metro hasta la estación de Tung Chung, en apenas 25 minutos desde la estación de Hong Kong.
La ruta elegida era llegar desde Tung Chung hasta el pueblecito costero de Tai O. Por delante sobre unas 2 horas y media de recorrido. El tiempo estaba espléndido, con un cielo despejado y bastante calorcito, buen ejercicio para un día de domingo 🙂 Bien aprovisionados de agua y algo de comida para el trayecto, iniciamos la marcha, alrededor de las 12.
A lo largo del camino ibamos bordeando la isla y en paraleo a la isla donde se encuentra el «Aeropuerto Internacional de Hong Kong- Chep Lap Kok». Ya se podrán imaginar el constante ajetreo de aviones saliendo y llegando. Buen sitio para observar estos pájaros de acero, para un amante de los aviones o público en general.
El grupo de la expedición al completo en una de las zonas a pie de costa. Aún por delante parte del camino y bajo un intenso sol, pero la gente seguía animada, ese es el espíritu!!
Muy bonitas las vistas a lo largo del recorrido. Ibamos dejando cada vez más atrás el aeropuerto, hasta que casi no llegábamos a divisarlo. Bastante rocosa esta parte de la isla, además de tener abuntante vegetación. La parte más técnica del camino estaba por venir pero ya nos ibamos acercando a Tai O.
El pueblecito que marcaba el fin a nuestra caminata se encuentra situado entre las montañas y el mar. Muy curioso ver la forma en la que están construidas las casas, y de aparente fragilidad. Con sus callecitas, puestos de bebidas, tiendas de souvenirs, pescado seco… tenía bastante vidilla.
No sé si se observará bien, pero en las fotos de a continuación (en la de la izquierda) se ve como un surco en la montaña que baja desde lo alto. Increible lo que puede arrastrar un corrimiento de tierras y llevarse la vegetación por delante, parecen como las venas de la montaña. Algunas de ellas las han cubierto con cemento para prevenir nuevos deslizamientos, especialmente cuando pasa algún tifón y descarga fuertes lluvias en la zona.
Tras callejear un poco, decidimo hacer una pequeña travesía en barco de unos 30min de duración, la cual consistía en adentrarse un poco en el mar para ver unos delfines (que tímidos que no aparecieron, jeje) y luego una vuelta por una de las zonas del poblado. El cansancio del día se iba haciendo presente a la vez que el día llegaba a su fin ofreciéndonos un bonito atardecer.
Sin duda, todos disfrutamos mucho de este día, no sólo por el tiempo a pesar del calor, sino de conversar, disfrutar de bonitas vistas y hacer ejercicio. Espero que les haya gustado este recorrido por la isla de Lantau, merece la pena descubrirlo.