Está claro que las normas están para todos y hay que cumplirlas, aunque luego haya casos en los que la gente se las salte a la torera, pero claro, luego tienen que pagar las consecuencias. En el caso de Hong Kong, uno puede sentir la diferencia de modales y formas de ser de sus ciudadanos respecto a los del resto de China y quieras que no, eso se agradece. No obstante, hay que tener presentes algunas normas y recordarlas por si acaso.
En los espacios públicos sobre todo en los parques y jardines, nos podemos encontrar con carteles de este tipo. Algunas de las prohibiciones son claramente obvias como el «No fumar» o «No escupir» pero algunas, creo que limitan a cierto sector como son los niños y más en un espacio como un pequeño jardín. Si lo pensamos de forma detenida, también de esta forma se pueden evitar accidentes entre los más pequeños (pelota o monopatín suelto) y siempre es mejor prevenir que curar, como dice el dicho.
Otros carteles en cambio van más allá con prohibiciones que son del tipo: «por si se te ocurriera…». Me explico, si nos fijamos en la señal donde aparece una camisa colgada con un palo y hasta con el detalle de las gotitas de agua, nos advierte que en ese lugar no está permitido dejar la ropa tendida para que se seque. No es la primera vez que he visto ropa tendida en alguna vaya cercana, aprovechando el solecito mañanero. Teniendo en cuenta el poco espacio que hay en algunas casas, que «mejor» sitio que la calle para tender unas sábanas, la gente se las ingenia como puede.
No se llega a ser tan estricto como puede ser en Singapur, que ya se sabe la fama que tiene (ej: multar por comer durian en el metro o cruzar la calle por sitios no permitidos…) De momento no he visto a ningún policía en acción multando a alguien por haberse saltado alguna norma, eso es buena señal. Y para ver cosas más auténticas, tenemos China continental a un pasito, eso si que es una experiencia.