Anda, HK!

 

Una de esas tardes durante las vacaciones de Navidad, aproveché para quedar con una vieja amiga. Llevábamos con una visita pendiente de las veces anteriores que había estado de vuelta en la isla, así que, esta vez no había excusa. Momento para bajar un poco hasta el sur de la isla en la zona del El Médano. Una zona especialmente ventosa, punto de encuentro de aficionados del kite-surf o windsurf, zona de apartamentos de fin de semana. En definitiva, un sitio de lo más tranquilo.

La tardecita estaba refrescando un poco, hice bien llevándome una chaquetita. Mientras esperaba a que mi amiga llegase, fui dando un paseo por los alrededores de la playa. Gente sentada en la plaza o tomando algún cafecito en algunos de los bares del paseo marítimo, con el sonido del mar de fondo.
 

Al poco llegó, nos saludamos y fuimos en busca de un sitio para tomar algo y conversar. Nos pusimos al día mientras disfrutamos de un barraquito, que tenía un puntito extra de licor, jeje. Bien para entrar en calor, porque la brisita al lado del mar es algo más penetrante. Los minutos fueron pasando hasta que se nos iba a hacer de noche, el atardecer estaba llamando. Momento de sacar algunas fotitos, y mi amiga que me enseñó su reciente adquisición (una reflex Canon) pues también probó, espero que para la próxima igual hasta hagamos un photowalk juntos, estaría muy bien.
 

El rato se nos pasó volando y ambos debíamos seguir nuestro camino. Debía volver a Santa Cruz que un amigo me esperaba para echarnos algo. Y de camino a buscar el coche, me encontré con esto:
 

No he estado demasiadas veces en El Médano, me pregunto desde cuando llevará el restaurante en cuestión. Nos acercamos a curiosear el menú, y para mi sorpresa si que tenía algunas especialidades cantonesas como siu mai, bolas de pescado al curry y algo de dumplings. Apenas eran las 7 y media, y ya habían unas cuantas mesas. Ahora que lo sé, igual en la próxima hasta me animo a probarlo.

 

Rico vietnamita

 

Uno de nuestros restaurantes favoritos en lo que a comida vietnamita es el «Rice Paper«. Con un menú variado y precios razonables, además de un buen servicio, aunque eso sí a veces hay que reservar con algo antelación y especialmente en vísperas de fin de semana, se llena bastante aunque eso no quita para que si estamos dando un paseo por la zona, nos dejemos caer a probar suerte y esperar un poquito. El movimiento de gente es constante y dentro tiene cabida bastante gente, esta vez tuvimos suerte y nos dieron mesa al instante 🙂
 

A pesar de que nos gusta pedir casi siempre los mismos platos, a veces optamos por introducir alguno nuevo siguiendo algunas de las recomendaciones de la carta, pero si optan por unos «rollitos de arroz» como entrante, luego un «curry verde de pollo» y «morning glory salteados», seguro que no les defrauda la elección.
 

No nos podemos olvidar de pedir «lime soda», con el toque justo de azúcar y muy refrescante.
 

Esta vez pedimos unos fideos salteados con gambas, cubitos de ternera y un arroz frito. Y el tamaño de las raciones, si se puede ver, siendo para dos personas es más perfecto hasta incluso dirá que para una persona más e incluyendo un plato más. Uno se queda satisfecho.
 

¡Vaya! revisando su web, parece que el establecimiento de Causeway Bay ya no está 🙁 Y es que ese sitio me trae buenos recuerdos porque fue donde celebré con mis compañeras de beca nuestra cena de despedida del año 2007, nuestras primeras navidades en Hong Kong. y hasta pudimos ver los fuegos artificiales desde la terraza del restaurante.

Así que si quieren ir, no dejen de pasarse por el centro comercial Harbour City en TST o bien si les pilla que están por Kowloon Tong en el Festival Walk tienen la otra ubicación. Precisamente fue en este último donde están sacadas las fotos, aunque para vistas las de el que está en TST, con el skyline de frente. En una noche frequita de verano en su terraza, es lo más. Sino, preguntarle a Pau y Vero cuando estuvimos celebrando la entrada de año en el restaurante que está justo al lado, estuvo genial.

Será por sitios a donde ir en Hong Kong. Creo que se necesitaría dos vidas para conocerse todos los restaurantes de la ciudad, y con la rapidez que se mueven los negocios aquí. Al menos los que son buenos, buenos de verdad, son fieles a su ubicación y mantienen la calidad de sus platos.

 

Cenita española

 

Justo hoy hace una semana que celebraba la bienvenida al club de los 30 y para una ocasión tan especial, hubo también una cenita especial con mi chica. Nada mejor que disfrutar algo al estilo español pero con un toque moderno, un sitio que llevábamos bastante tiempo queriendo ir pero se nos había resistido y es que ha tenido bastante aceptación y si no se llama con un par de días de antelación, difícil que podamos encontrar mesa. Por suerte, siendo miércoles, parece que la cosa fue más fácil que en veces anteriores cuando había intentado reservar pero claro, era en vísperas de fin de semana que eso no ayuda.

A lo que iba. Cenita para dos en el restaurante «Fofo by El Willy». A pesar de que era yo el que estaba de celebración, decidí que fuese mi novia quien se decidiera por los platos, seguro que iba a acertar con los platos. Todo a modo de tapitas, así podíamos ir probando algunos de los platos recomendados o decidirnos por algún otro que nos llamase la atención. Y en lo que esperábamos hojeando el menú, un picoteo de unas aceitunitas y algo de pan con tomate, si señor 🙂
 

En lo que mi chica seguía pasando páginas de un lado a otro, aproveché para ir atacando al aperitivo. Parecía que ya lo tenía claro y llamó a la camarera, de paso preguntarle alguna recomendación más y también sobre el vinito, que lo mejor de acorde a los platos, sería un tintito (Marqués de Riscal).

A ver qué platos habrá elegido. Primero empezamos con algo ligerito para abrir boca: ensaladita de queso fresco con jamoncito e hijos.
 

La cosa se iría animando y los siguiente platos vendrían en pareja. Unas gambitas fritas por un lado y un ceviche de vieria con aguacate. El segundo estaba fresquísimos y ni que decir de las gambitas, con su toque de ajito y algo de picante, mmmmm. Sólo de describir estos platos ya se me está haciendo la boca agua, ufff…
 

La comida iba a buen ritmo. Disfrutando del vinito y la conversación de cómo se había dado el día. Un poco de pan y una pausita. El ambiente bastante agradable y animado con la mayoría de mesas ocupadas, pero sin demasiado murmullo, que es de agradecer. ¿Y lo siguiente? Unos montaditos con foie y el plato del fondo con trocitos de cochinillo asado.
 

Las raciones bastante bien servidas como pueden ver, aunque igual les parezcan un poco minimalista ¿qué opinan? Y para rematar la noche, unas chuletillas de cordero que no es por nada, hizo méritos para ser el plato de la noche, aunque la elección con el resto no es fácil ni mucho menos.
 

Muy buena la selección de platos que hizo mi chica y también coincidió conmigo que el cordero estaba en su punto, súper jugoso y con una salsita tremenda. Siendo otro de los candidatos a mejor plato de la noche, el cochinillo o las gambitas. Visto lo visto, ¿qué plato les tira más a ustedes?

Y como una buena cenita de cumpleaños que se precio, tampoco faltó una tartita y al igual que el año pasado, cortesía de la gente de Smartone. Una de tiramisú, que por suerte pudimos terminar con la ayuda de una amiga que estaba de casualidad en el restaurante, invitando a ella y a su amiga para que nos acompañasen en el postre. No se podía desperdiciar una tartita así, ni mucho menos 😀
 

El restaurante se encuentra situado en Central al principio de la calle Wellington. Para más datos, el mapita que adjunto.
 


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Cenita local

 

En la entrada de hoy regresamos a la zona de Sham Shui Po para degustar una cenita en uno de los restaurantes locales. No hay nada mejor que tener la oportunidad de ir con gente local que te lleva a sitios de lo más auténticos, y de los que te gustaría repetir para llevar a tus amigos cuando vengan de visita.

Eramos un total de 4 personas y elegimos unos cuantos platos variados. El tamaño de los mismos como verán a continuación es perfecto, con lo que uno no se queda con ganas o por el contrario demasiado lleno como para desaprovechar la comida. Empezamos con un platito de calamares frititos con un poco de salsita de soja.
 

Unas verduritas con…. ¿Qué dirían que es lo que parece como unos noodles planos?
 

Gambitas con ajitos . Tan crujientes que estaban, se podía comer sin tener que pelarlas. De sabor nada aceitoso y con el toque del ajito y algo jengibre.
 

Una vez habían llegado los primeros platos, esta era la vista que presentaba la mesa. Ya le habíamos hincado el diente, en plena faena estabamos. Se fijarán que hay dos platos que no he comentado en detalle anteriormente, uno era una bandeja de pollo, la carne se deshacía en la boca, súper sabroso, diría que uno de los platos estrella de la noche. Además de un plato de verduritas con espinacas y tofu, pero aún habría alguna sorpresa más para el final, sigan leyendo y lo sabrán 🙂
 

Y en toda comida china que se precie, un arrocito frito, complemento perfecto para intercalar entre los platos de carne, marisco o verduritas.
 

Cuando pensaba que ya habíamos terminado con todos los platos, aparecieron los protagonistas de la noche: estos cangrejitos. Corte preciso al medio y divididos en mitades. Súper fáciles de pelar y con un sabor de escándalo, aprovechando todo lo aprovechable.
 

Todo ello acompañado de cervecita o té a gusto de cada uno. Una muy buena cenita, si señor. No tengan duda que repetiría, y con un precio aceptable en función de lo que pedimos y la calidad/sabor de todos los platos en general.

Tengo que repasar mi Foursquare para ver el nombre exacto del lugar (sólo en caracteres chinos) y dejármelo apuntado. Se lo comentaré a mis amigos para organizar algo más adelante.

Actualización: El sitio en cuestión se llama 金和記海鮮菜館. En el enlace se puede ver la ubicación del mismo de la web Open Rice. Ya no hay pérdida.