Martes cualquiera

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Ayer después de algunos meses, repetimos en el restaurante de Sham Shui Po del que hablé en su día. Fue una cenita un tanto ligera al ser sólo dos personas, mi novia y yo. Para empezar pedimos un platito de pulpo rebozado, el que ven a la derecha de la foto. Acompañar mojando en un poquito de vinagre. Como platos fuertes, vendrían unos fideos con gambas y una sopa con verduritas, éste último bastante sustancioso (pueden ver el tamaño de la vasija de barro). Nos quedaríamos bastante satisfechos, perfecto para una cena.

Después tendríamos un paseito hasta la parada de metro y coger rumbo a casita. Pata aquella hora, rozando las 9 y media de la noche, muchos de los negocios estaban cerrados y unos pocos haciendo las labores de última hora, despejando cajas y dejar todo listo para la siguiente jornada.

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Uno de estos findes tengo que ir con tiempo para meterme por la zona del mercadillo de gadgets y el centro de informática. Uno de los sitios con más fama junto con Wan Chai o Mongkok. Un distrito de lo más interesante, aunque también con su lado oscuro..

Cenita local

 

En la entrada de hoy regresamos a la zona de Sham Shui Po para degustar una cenita en uno de los restaurantes locales. No hay nada mejor que tener la oportunidad de ir con gente local que te lleva a sitios de lo más auténticos, y de los que te gustaría repetir para llevar a tus amigos cuando vengan de visita.

Eramos un total de 4 personas y elegimos unos cuantos platos variados. El tamaño de los mismos como verán a continuación es perfecto, con lo que uno no se queda con ganas o por el contrario demasiado lleno como para desaprovechar la comida. Empezamos con un platito de calamares frititos con un poco de salsita de soja.
 

Unas verduritas con…. ¿Qué dirían que es lo que parece como unos noodles planos?
 

Gambitas con ajitos . Tan crujientes que estaban, se podía comer sin tener que pelarlas. De sabor nada aceitoso y con el toque del ajito y algo jengibre.
 

Una vez habían llegado los primeros platos, esta era la vista que presentaba la mesa. Ya le habíamos hincado el diente, en plena faena estabamos. Se fijarán que hay dos platos que no he comentado en detalle anteriormente, uno era una bandeja de pollo, la carne se deshacía en la boca, súper sabroso, diría que uno de los platos estrella de la noche. Además de un plato de verduritas con espinacas y tofu, pero aún habría alguna sorpresa más para el final, sigan leyendo y lo sabrán 🙂
 

Y en toda comida china que se precie, un arrocito frito, complemento perfecto para intercalar entre los platos de carne, marisco o verduritas.
 

Cuando pensaba que ya habíamos terminado con todos los platos, aparecieron los protagonistas de la noche: estos cangrejitos. Corte preciso al medio y divididos en mitades. Súper fáciles de pelar y con un sabor de escándalo, aprovechando todo lo aprovechable.
 

Todo ello acompañado de cervecita o té a gusto de cada uno. Una muy buena cenita, si señor. No tengan duda que repetiría, y con un precio aceptable en función de lo que pedimos y la calidad/sabor de todos los platos en general.

Tengo que repasar mi Foursquare para ver el nombre exacto del lugar (sólo en caracteres chinos) y dejármelo apuntado. Se lo comentaré a mis amigos para organizar algo más adelante.

Actualización: El sitio en cuestión se llama 金和記海鮮菜館. En el enlace se puede ver la ubicación del mismo de la web Open Rice. Ya no hay pérdida.

 

Cositas

 

Este fin de semana pasado aprovechando que una amiga se había comprado una cámara de fotos y quería darle su toque personal confeccionando ella misma la correa. Me comentó que iría a la zona de Sham Shui Po que hay cantidad de tiendas donde comprar accesorios y cacharritos varios. Era un plan interesante ya que, aún no había estado por la zona y pintaba bien el poder explorar la zona.

A pocos pasos de la una de las salidas del metro nos podemos encontrar gran cantidad de tiendas que venden botones de todos los tamaños formas y colores que nos imaginemos, cadenas de metal o de cuero. Podemos elegir desde el mismo exterior de la tienda donde algunas tiendas tienen parte de sus productos.
 

 

o bien seguir caminando y entrar a curiosear más en profundidad. Una tienda tras otra. Como habrán notado, las fotos no las saqué con la 7D y es que, aunque el día estaba algo gris en sus inicios no pintaba del todo mal pero la lluvia terminó haciendo acto de presencia y no dio tiempo a sacarla. Al menos el móvil es resultón.
 

El tamaño de las tiendas no condiciona para nada la cantidad de productos que hay en su interior, todo está muy bien aprovechado. Gavetitas por todos lados con cuentitas, lentejuelas, botoncitos, brillantitos…
 

Como para que se nos cayeran estas piecitas al suelo. El estropicio sería poco… jeje
 

 

Para los amantes de algunas manualidades, éstas son el sitio ideal para perderse un buen rato recolectando piecitas para luego darle forma de pulsera, collares o igual algunos collages. Seguro que tengan mil usos más, depende de la creatividad de cada uno.
 

En otra de las tiendas que estuvimos, un laberinto de cintas elásticas, cordeles, cadenitas… el especio justo para pasar dos personas de lado. Desde el suelo hasta el techo no quedaba espacio sin ocupar. Mi amiga tuvo suerte y en las pocas tiendas que entramos dio con lo que estaba buscandom, aunque sí hay que tomárselo con paciencia, y mejor se estaba dentro de la tienda al fresquito, que a fuera a pesar del algo de lluvia el calor húmedo apretaba un poco.
 

 

Y para el final me he dejado algunos ejemplos de lo que se puede llegar a hacer con algunas de estas piecitas. ¿Reconocer a alguien familiar en esta foto? quizás nuestro Capitán o Ikusuki nos puedan aportar algo.
 

O este otro escaparate donde el uso de los brillantitos va desde un simple bolso o como elemento decorativo en forma de gorra para una figurita de uno de los dibujos más populares de la ciudad: el cerdito Mac Dou.
 

Fue una experiencia interesante la de conocer parte de la zona y sus tiendecitas, pero la cosa no se quedará ahí, habrá que volver y esperemos que el tiempo sea bueno para poder sacar más fotos en condiciones.

 

El gran salto

 

El problema de las grandes urbes, es que todo no está tan repartido como debiera y las diferencias entre la gente pudiente y la gente con menos medios, llegan a ser bastante grandes. Es el caso de Hong Kong, pudiendo «viajar» desde el extremo en que la gente vive en cubículos con el espacio contado, incluso familias de varios miembros que se adaptan a sus necesidades.
 

Flickr de H.L.Tam

Hasta el otro extremo de la amplitud de pisos como este donde los precios de alquiler y/o venta se disparan hasta límites insospechados.
 

Es o todo o nada. Un margen muy grande que debiera de ir estrechándose con el paso del tiempo pero que no resulta tan fácil. Al menos, las condiciones de lo que tienen menos debieran de mejorar para que puedan acceder a viviendas con algo más de comodidad. Ya sabemos que el espacio en la ciudad es algo muy preciado, de ahí que se construyan edificios tan altos pero si que queda terreno aún por aprovechar pero sin olvidarnos que bastante parte del territorio es también zona de parques naturales.

Interesante el artículo de la revista HK Magazine que cuenta sobre cómo transcurre la vida en uno de los distritos de la ciudad: Sham Shui Po situado en Kowloon que tiene el triste honor de ser uno de los más pobres y donde abundan los cubículos que comentaba anteriormente.
 

Esto nos hace apreciar mucho más el poder contar con una casa en condiciones y una vida cómoda, y que a veces pasamos por alto en el día a día. Derechos que debieran ser disfrutados por todos los ciudadanos pero no sucede así, es la balanza de la sociedad de hoy en día por desgracia.