Si recuerdan el final de la entrada de ayer, quedaba abierto al qué pasaría después de nuestro paseo en barco. ¿Nos volveríamos de inmediato a Yangshuo a descansar? ¿paseando tranquilamente por las callecitas de Xing Ping?… lejos de todo eso y llevado por la curiosidad al ver el siguiente dibujo en una pared.
Parecía prometedor. Por delante 30 minutos de subida y un total de 1159 escalones, o al menos eso decía el dibujo. Todo ello nos haría elevarnos hasta 200 metros por encima del río y prometiendo unas bonitas vistas. Bueno, habrá que ponerse en marcha y es que estas escaleras están pidiendo que empecemos a subir por ellas, nos acompañan…
Al poco de empezar a subir, ya podíamos divisar esta bonita vista pero ayyy pobres de nosotros que no sabíamos a lo que nos teníamos que enfrentar. Ahora es cuando empezaba la verdadera aventura del ascenso a través de otra escalerita que estaba «medio oculta» entre la vegetación de la zona. Lo dicho, a ver hasta donde nos lleva.
Cuando les digo que nos costó sudores el llegar hasta la cima, hablo literalmente y encima yo que iba algo más cargadito con la bolsa de la reflex. Pero bueno, poquito a poco llegamos por tandas. Alberto el primero, seguido de Miguel y por últino yo. El resto de la expedición por poquito no coronó el ascenso y es que hay que pensárselo dos veces antes de ponerse a subir, y sobre todo ir provisto con líquido elemento.
Una vez en la cima un pequeño sitio para descansar y disfrutar de las vistas. El nombre Bird´s Eyes Pavillion es de lo más acertado para lo que se puede presenciar desde allí arriba. Pasen y vean…
Sólo queda sentarnos a contemplar y dejar la mirada perdida en el horizonte mientras el día va tocando a su fin.
Estas son algunas de las fotos que pude captar desde la cima. Quizás no hagan justicia a lo que uno puede presenciar en vivo pero espero disfruten con ellas como lo hice yo después del ascenso y habiendo recuperado un poco el aliento.
Y que chiquito luce Xing Ping desde doscientos metros de altura. Sentir la brisa en la cara y la sensación de sentirse pequeño rodeado de montañas, sobrecogedor sin duda.
Lamentablemente no pudimos quedarnos hasta que el sol empezara a ocultarse tras las montañas, ya que, había una guagua que nos llevaría de regreso a Yangshuo y no podíamos perder la última. Quizás en otra ocasión, la opción de hacer noche en el pueblo sería más que interesante para no perdernos tanto el amanecer o el atardecer desde las alturas.
Empezaba el descenso…
Con cuidado de no pisar mal en los escalones «tallados» en la roca. Paso a paso y de vez en cuando echando una mirada hacia atrás nos íbamos alejando y estábamos algo más cerca del pueblo.
Con las piernas notando el cansancio, pisábamos tierra firme nuevamente y nos dirigíamos pueblo a través en busca de la parada de guagua. Qué ganas de sentarnos por un rato y echar una cabezadita con el vaivén de la guagua, y lo a gusto que se queda uno tras un día como este. No tiene precio 🙂
Os reto a que la próxima vez lo hagáis a las 7 de la mañana sin haber desayunado ni llevar agua encima xDDD Eso sí fue duro, y tuvimos un abandono también xD
Eso es todo una proeza, dejo el reto para la siguiente visita. Seguro que después de ese madrugón, el desayuno que se pegarían sería contundente 😀
Buffff qué sitio!!! Es increible!!! Cada vez me gusta más! 🙂 Y las fotos desde arriba muy chulas eh!
Seguro que a los que tengan vértigo, se lo piensan antes de subir pero una vez arriba, todo cambia y las palabras sobran. Sólo mirar y perderse en el paisaje. Y el atardecer… tiene que ser espectacular
Madre mía que vistas Javier, algo increíble!!
Me lo apunto en el evernote para cuando vaya por tus tierras!!
Saludos!
Muy recomendado el lugar y la subida a este pico diría que obligada, sólo los más intrépidos se arriesgan con la marcha pero una vez arriba, la recompensa. Ya lo saben nuestro Capitán Urías o Alberto, el esfuerzo lo merece 🙂
Que sitios más bonitos y que paisajes mas hipnóticos, dan ganas de quedarse horas observando el horizonte y dejarse llevar hasta el infinito.
A veces el tiempo en excursiones como estas, sabe a poco, pero de la improvisación se encuentran cosas tan interesantes como este ascenso. Pena de tener que regresar cuando en poco iba a empezar el espectáculo del atardecer desde la cima, pero contentos de haber presenciado las vistas y poder compartirlas con ustedes.
Para mi subir hasta aquí y contemplar estas vistas fue lo mejor de Guilin-Yangshuo, por no decir de todo el viaje a China. Una sensación increible.
A mi me encantó la experiencia a pesar de la sudada, seguro que para la próxima subo algo más ligerito o sino aceptando el reto del Capitan Urias desde bien temprano y nada de liquido, jeje.
No me importaría pasar de nuevo por allí para escalar de nuevo, quedarnos hasta el atardecer tiene que ser más increible aún.
Un abrazo.
Bufff que vistas mas increibles!! voy a dejar de leer tu blog, que cada vez que lo leo me dan mas ganas de irme a hacer excursiones de esas xDD
un abrazo
Seguro que habrá sitios increíbles para descubrir por Japón en plan naturaleza, verdad? ya he visto algunas fotos tuyas de NZ, ahí si que tengo que ir, que envidia 😛
Un abrazo
Ohhh, como molan las fotos desde arriba Javier 😀
La subidita, aunque costó, ves que mereció mucho la pena. Lástima no habernos quedado más tiempo porque aún lo mejor estaba por venir pero teníamos que llegar a su hora para coger la guagua de vuelta. Fue genial!