El mes de enero va con buen ritmo y casi que dentro de nada lo tenemos que ir despidiendo. Un 2019 que promete seguir siendo movidito como en los últimos compases del año pasado.
Las niñas creciendo juntas y cada día con actividad sin cesar. Son una fuente de energía casi inagotable y hay días que pesan más que otros. Da alegría ver que salten, caminen, jueguen, se enfaden… un sinfín de situaciones en el día a día. Cada una con su forma de ser, parecidas pero diferentes a la vez. Sofía (la mayor) es la más pícara pero también sus travesuras influencian a Mía; nos trae de cabeza con algunas de sus trastadas.
A pesar de que hayan bajado algo las temperaturas, hay días de solecito que se agradecen. Menos mal que ya están recuperadas de un pequeño resfriado después de haber venido de Bali. A la mamá también le tocó, pero yo por suerte escapé.
Pensar lo mucho que han cambiado en tan sólo un año. Y eso que la gente te avisa, pero como que uno se resiste a que el tiempo pase demasiado rápido. Luego vendrá cuando tengan que ir a la guardería, después la primaria. Será otro salto más en nuestras vidas. Mientras tanto aprovechan el tiempo juntas para jugar, reir, comer (tienen un apetito, ufff).
En un par de semanas estaremos yendo a China como es tradición para las celebraciones de Año Nuevo Chino. Ya me imagino la gente cuando las vea, y la cantidad de «lai si» que se llevarán. A ver qué tal la experiencia este año teniendo algo más de conocimiento a su alrededor 🙂
Están monísimas, enhorabuena y a disfrutar de cada momento con las peques 😀
Uno cuando se pone a repasar las fotos de hace 1 añito o de unos meses recién nacidas. Cómo han cambiado y lo que siguen cambiando día a día.
Nos han dado unos días moviditos en China con la familia, ufff.
Intentamos aprovechar lo que se puede, y que el cuerpo nos lo aguante.
Un abrazo,