En general, la ciudad está bien aunque algunos sitios de interés están algo alejados, si se va caminando claro. Nos quedamos con ganas de ver alguno de los tempos que nos ponía en el mapa, pero ya había pocas ganas, jeje. Dentro de lo que cabe vimos bastante, no obstante, tendremos más tiempo para repetir la visita a Macao y ver algunos sitios con algo mas de calma.
Como último sitio así curioso, un jardín, el del Luis Camoes (un poeta y escritor). Parecía pequeño inicialmente, pero luego, descubrí un rinconcito donde había hasta una cascada y todo. Aquí una autofoto (en serio, nadie me la sacó) y pues la clavé, jaja..no se aprecia del todo la cascada, pero salió bonita.
Cerrando este post, una vista de la torre de Macao desde la zona de costa al sur de la zona centro, al fondo el puente que une Macao con Taipa. En Taipa es donde se encuentra el casino Venetian, para más señas 😉