Hoy se celebra el festival de Chung Yeung, y es festivo aunque en nuestra oficina no ha sido así. Es lo que tiene llevar calendario compartido entre festividades españolas y de Hong Kong, que hay días que no toca, como hoy.
Según cuenta una leyenda de la dinastía Han en la que a un hombre llamado Woon King recomendado por un adivino, llevó su familia hasta lo alto de una montaña para protegerse. De ahí que en este día también sea habitual que las familias vayan a practicar hiking por los alrededores y hacer algún picnic.
Un día bastante tranquilo en el cual no se nota tanto ajetreo como en el día a día. La gente habrá aprovechado el día de hoy para visitar a sus fallecidos y honrarles. Y como en cada festival que se precie, no pueden faltar las varillas de incienso.
También el dinero de papel, ofrendas que no faltan, además de otros regalos en forma de: casa, coche, ropa… una forma de enviarle prosperidad a sus seres del más allá.
Una vez el papel se ha dado forma, lo depositan en estos sacos para llevarlos al cementerio y quemarlos posteriormente.
Y a modo de cierre de este acto en memoria de los suyos, con traca final. Sii, lo que oyen, con petardos y todo. Será para espantar a los malos espíritus y si sólo es por el ruido que mete, vaya que si lo consiguen.
Este año ha sido especial e interesante ya que, he vivido en primera persona parte de esas celebraciones estando en China con la familia de mi novia. Y como en toda buena celebración, la comida no puede faltar, además de, echarnos unos brindis con cognac y todo. Luego no viene mal una siestita reparadora 🙂