De esos lugares

Seguro que muchas veces después de estar tiempo caminando, llegado el momento de querer comer algo, nos entra el dilema a la hora de elegir el sitio, no? Y que los lugares que nos encontramos más cerca, no «nos llaman» lo necesario para entrar porque el cuerpo nos pide probar cosas nuevas.

Después de un día movidito visitando la ciudad, era hora de reponer fuerzas con digamos, un almuerzo tardío 🙂 Fue entonces cuando dimos con el sitio siguiente, de aspecto bastante familiar y sencillo, que nos animamos a probar. Fuera zapatos y a sentarse en el cojincito, a ver lo que aguantaba con los pies recogidos por eso de la falta de costumbre.


Después de un rato de repasar el menú e intuir por las fotos, porque en esta ocasión el inglés no estaba presente. Nos decidimos por un plato con trocitos de cerdo y bien acompañado con kimchi, además de unas hojas de lechuga y poder hacer los correspondientes enrolladitos.

Ojito con lo rojo del fondo, que tenía cierto parecido a unos calamares (creo recordar) pero no veas lo rabioso que era. La sensación de ardor en los labios tardó un rato en desaparecer, a base de un par de vasitos de agua fresquita que se agradecieron. Seguro que viéndome en un espejo, parecererían unas bembas auténticas, como las que les ponen a los dibujos animados, exagerado, pero no por ello dejamos de comer, aunque no llegamos a terminarlo todo, ufff.


En esta foto un poco más de cerca, los platos de acompañamiento que en la cocina coreana se presta a bastante, entre los que tenemos: brotes de soja, chili verde y una salsita que tenía cierto parecido con la boloñesa (yo mojé el rollito ahí sin más, y rico que estaba)


Conclusión: El sitio nos dejó una sensación muy agradable, el haber probado algo auténtico, de esos lugares que uno descubre por casualidad y le dan un toque especial a nuestros viajes. Sin duda, repetiríamos el sitio sin dudarlo, a pesar de lo picante que fue de lo más fuerte que probamos en el viaje con diferencia.

¿Alguien se atreve a probar? Espero que no se me echen para atrás por el picante 😀

Snack time

Paseando por la zona de Insadong, lugar conocido por cantidad de tiendecitas de souvenirs y centros de arte, nos llamó la atención cómo elaboraban el snack que les muestro a continuación. Tenían con dos ingredientes, pero nosotros al final nos decidimos por el segundo de ellos y compramos una bolsita para llevar de vuelta a Hong Kong. Aunque lo he comido, digamos a palo seco, pues conjuntaría bastante bien con una de nuestras comidas diarias.
Por más que he intentado mirar, no he dado con el nombre en coreano. Si se fijan hay una web www.koreasnack.com, pero no tiene versión en inglés y no puedo traducirla con Google Translate.

Según la pinta que tiene, ¿es dulce o salado? a ver si nuestro amigo de Paella de Kimchi o Manolo, me echan una mano para conocer el nombre de este snack, ahora nos quedamos todos con la intriga.

Update: Pues es un snack dulce, y como decía nuestro amigo uvepece, es como de cereal inflado, mezclado con trocitos de pistacho y caramelo. De apariencia algo compacta, pero crujiente. Aún me queda algo por casa, habrá que hincarle el diente en los desayunos 🙂

La primera

Al poco de estar ya ubicados en nuestro hotel, era hora de salir a patear un poquillo por la zona y ver qué era lo que nos ofrecía. Primer pensamiento: tenemos que comer algo. Así que tocaba buscar cual sería nuestra primera toma de contacto y tras deambular en nuestros primeros pasos por las callecitas de Myengdong, decidimos entrar en este restaurante, bastante peculiar nos pareció y nos decidimos a entrar.

La verdad que los platos del menú tenían buena pinta. Curiosamente la comida no era coreana, sino un japonés con sus platos de udon, además del típico cerdo rebozado (pork cutlet) o sino pollo, o pescado. Ya tendríamos tiempo de probar platos coreanos y como no, kimchi.



Me llamó la atención que nada más sentarnos en la mesa, nos dieron una botella de agua (fría) y unos vasitos de metal, acostumbrado al agua calentita de los locales de Hong Kong, es todo un contraste y más con el frío que hacía por Seúl en esos momentos. Eso sí, su paquete de servilletas, punto a su favor; si recuerdan cuando comentaba


Aquí está mi plato en cuestión. La cantidad suficiente, lo justo para quedarse bien. Sopita, el rebozado, salsita y plato de acompañamiento, y arroz que no falte. Bastante bueno la verdad y con las ganitas que llevábamos encima, que bien que entró.


En cambio mi novia se decidió por el set de udon, y la verdad que la sopa estaba muy buena, con el toque picantito que le caracteriza a la comida coreana. Así uno ya iba entrando en calor 🙂


¿Se les abre el apetito? no es mal comienzo este 😀 La verdad que disfrutamos de variedad y contentos de los sitios que elegimos. Nada de guías, a la aventura que así es cuando se conocen los lugares auténticos.

Al rico «Roscón»

Aunque a estas horas por España aún la gente apenas se está levantando pero seguro que los más peques están impacientes con el Día de Reyes y poder abrir los tan ansiados regalos. En un día como este, no puede faltar un buen Roscón de Reyes que se precie, del que se dará buena cuenta después del almuerzo o antes para los más hambrientos 🙂

A pesar de no celebrar este día por tierras hongkonesas, me he inventado mi propio «roscón» y después de comer se me ha antojado comer unas egg tart o tartas de huevo (蛋撻) bien conocidas por estas tierras.

Haciendo un poco historia, parece ser que se introdujeron en los año 40 en los restaurantes de té, hasta luego incluso introducirse dentro de los menús de dim sum. En su preparación no se utiliza leche y tampoco se le echa canela, a diferencia de otro tipo de tartas. Como anécdota, comentar que el último gobernador de Hong Kong, Chris Patten, era bastante aficionado a este postre y en concreto de la pastelería Tai Cheong (donde las he comprado hoy yo).

Que mejor que una parejita, así tengo una para más tarde a la merienda.

Podemos ver aquí un poco más de cerca una de las tartitas. No tienen ganas de darle un bocado?…

…Ya se lo doy yo por ustedes, jeje. Apenas una fina capa de galleta que contiene la crema de huevo. El mejor momento para comer es recién salidas del horno, están de muerte.

Espero que disfruten del día de Reyes y si han sido buenos/as, seguro algunos regalos habrán caído y que no falte su cachito de roscón, que no me entere yo.

P.D: Post dedicado a Guille, que ya sé lo mucho que te gustan estas tartas 🙂