Mi almuerzo y yo

Un domingo después de un buen entrenamiento de dragonboat y con ganas de reponer fuerzas antes de coger rumbo de vuelta a casa. Aprovechando que estaba por Causeway Bay y tras mirar una cosita que tenía pendiente, echar mano de Foursquare y ver si daba con algún sitio que me llamase la atención, como si hubiera pocos por la zona.

No sé si recordarán en su día que lea hablé de la cadena de restaurantes Tai Hing, pues fui a dar con uno de ellos precisamente. Especialidad en barbacoa cantonesa, un éxito asegurado.

Al final no me quise complicar y era lo que me quedaba más a mano, y fue lo mejor que hice puesto que me enteraría luego de una manifestación en los alrededores y la circulación se iba a volver bastante más lenta.

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No es de los establecimientos de la cadena más grandes en los que haya estado pero su ubicación es ya un plus. Situado justo en la trasera del Times Square, en Leighton road y de paso hacia Happy Valley. Buen sitio para un almuerzo o cena rápida, solos o en compañía.

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Y a todas estas, ¿qué me pedí para comer? Pues un plato de «braised pork with preserved cabbage» o lo que viene a ser como trocitos de cerdo con un poco de grasita junto con col, y un bol de arroz. El nombre inglés casi que mejor no hace falta traducirlo; una vez veamos la foto nos convencerá de todas, todas. Cafecito con hielo para completar.

Como pueden ver una opción muy completa y que siempre se puede ampliar con algunos platos más si vamos dos personas al menos. Unas berenjenas salteadas con carnita (justo en una de las fotos anteriores) o unos fideos con salsa suiza.

No es por nada pero si están de turisteo por la ciudad y no saben dónde tirar para ir a comer, si ven un Tai Hing es una garantía 🙂

Un sitio nuevo

 

No será la primera vez que hemos estado pasando por delante de algún sitio y pasa bastante tiempo hasta que decidimos probarlo. Es el caso del restaurante del que voy a hablar a continuación. Su ubicación: en el corazón del distrito de Central y en una calle bastante transitada, con lo que es normal siempre ver bastante gente entrando y saliendo, además de, movimiento de coches en la puerta. No obstante, a la salida del mismo, la puerta se encontraba bastante tranquila, tuve suerte sacando la foto 🙂
 

Algo que nos llama bastante la atención y que viene ser habitual en los restaurantes de cocina cantonesa, es esta especie de escaparate donde podemos ver a los cocineros trabajando sin parar mientras disponen de algunos de los ingredientes para los platos que allí se preparan. Luego revelaré el plato estrella del sitio en cuestión, aunque igual con la foto pueden ir adivinando..
 

Por lo general, es mejor haber hecho una reserva pero eso no quita para que nos presentemos de imprevisto en el local y probar suerte. Igual nos toca esperar un poco, pero merece la pena. Nosotros habíamos reservado para 3 personas a eso de las 7 de la tarde, buena hora para los estándares de la ciudad. Se podrán imagina la cantidad de gente, pero nos acomodaron bien en una esquinita de la segunda planta del restaurante. Menú en mano, platos y a ver qué elegimos para comer.
 

Una vez elegidos los platos, la comida no tarda en aparecer. Me dejó asombrado la rapidez del servicio y muy correctos en todo momento. No tendrán problemas con el inglés aunque si va alguien que hable cantonés, seguro lo agradecen.

Primer plato de la noche: oca asada acompañada de una salsita de ciruela (al fondo de la foto). Mojar el pedacito de carne en la salsa y pa´dentro… sin palabras.
 

Un plato de tofu acompañado con trocitos de zanahoria y champiñones.
 

Un señor arroz frito con buenas gambitas y demás sustancias.
 

Y como cuarto plato: ternera salteada con verduritas y toque de jenjibre
 

¿Qué les parece el menú de la noche? Bastante completito y equilibrado con carnita, verduras y que no falte un poquito de arroz que siempre conjunta bien. La mesa estaba completa, apenas hueco para meter algún plato más. Tampoco puede faltar un poco de té oolong para suavizar entre bocado y bocado.
 

Con estos cuatro platitos íbamos más que servidos para nosotros tres. Las raciones en perfecta medida, pero ojo, que nos lo terminamos todito como debe ser. Sin embargo, casi cuando terminabamos hubo algo que me llamó poderosamente la atención en la mesa de al lado… ¿adivinan el qué? y es que es otros de los platos estrella del restaurante: huevo de 100 años. ¿Quién se anima? y advierto, no se dejen llevar por el nombre o por la apariencia, fiarse de un servidor.
 

Un poquito más de cerca donde se aprecia la textura de la yema. Sabor consistente e interesante a la vez.
 

Seguro ya lo habían adivinado… la estrella de la noche ha sido la señora oca, la cual es el reclamo principal de este sitio, además del plato anterior que acabo de comentar. La foto habla por si sola y una vez degustemos la carne, entenderán el por qué de su fama. Ya se me está haciendo la boca agua nuevamente…
 

Nuestras tazas de té ya vacías, la comida en nuestro estómagos. Ha sido una cena como Dios manda. Menos mal que aún es tempranito y podemos estirar las piernas de camino a casa. Así da gusto.
 

Y a todas estas, ni siquiera había mencionado el nombre del restaurante: Yung Kee. Si quieren conocer un poco más sobre la historia del mismo, no dejen de visitar su web.

Para más señas nuestro amigo Google Maps nos hará más fácil llegar hasta él. Espero que se animen a visitarlo si tienen ocasión, no se arrepentirán.
 


Ver mapa más grande

 

Comida rápida

 

Que el título no lleve a engaños porque no voy a hablar de ningún restaurante de comida no saludable. Al contrario, en Hong Kong nos podemos encontrar con varias cadenas de restaurantes de comida rápida que ofrecen menús bastante completos y a precios competitivos. Si recuerdan, hace un tiempo hablaba de otra cadena bastante particular que usaba la imagen del mítico Bruce Lee.

Una de las cadenas principales se llama: «Café de Coral». Lo podremos distinguir fácilmente por su logo que es en fondo amarillo y con las letras en rojo. La vestimenta de sus trabajadores es bastante peculiar, sobre todo las cajeras que tienen el aspecto de azafatas de vuelo aunque con un estilo algo retro (gorrito y pañuelo incluído). Eficiencia es la palabra y una relación calidad/precio, según mi opinión, bastante buena.
 

Como en otros muchos sitios, facilita bastante que tengan los menús dispuestos de esta forma en el que se muestra tanto el nombre en chino como en inglés, además de, cada plato tener asociada alguna combinación de letra y número. Todo muy gráfico.
 

De entre los platos que yo destacaría y el que suelo pedir habitualmente, es el char siu fan o cerdo a la barbacoa con arroz. A elegir en dos tamaños (pequeño o grande) y acompañado de su correspondiente bebida (yo me decanto por un café con leche con hielo). Si vienen a la ciudad, no se pueden ir sin probar un plato de barbacoa cantonesa, bien en este restaurante o en otros que encuentren en la ciudad. Es todo un descubrimiento.
 

Foto sacada del flickr de Georgio

Los menús cambian diariamente un par de veces. Con lo que los platos de la mañana y la tarde-noche varían ligeramente. Cuantas veces he deseado que algún plato del menú de la noche estuviera disponible a la hora del almuerzo, aisss… en fin, sus criterios tendrán. Este arroz gratinado con cerdo acompañado de verduritas y salsa de tomate, es una elección con la que no fallar.
 

Seguro que cuando se encuentren con ganas de comer algo y divisen el cartelito de este restaurante se animan a probarlo. Hasta en los desayunos si se tercia, platos para todos los gustos y bolsillos.

 

Crujientito

Dentro de la cocina cantonesa, tenemos la especialidad de carnes a la barbacoa, principalmente usando el cerdo o también el pato. Uno de los platos que más me gusta y del que hablo a continuación, es el BBQ crispy pork o cerdo crujiente a la barbacoa.

Es bastante habitual encontrarlo en restaurantes de barbacoa, bastante populares y que llaman bastante la atención cuando pasamos por delante de ellos, digamos que tienen como un «escaparate» con algunas de las carnes que se ofrecen. Estos tienen también tienen otras variantes como la que vemos en el cartel con miel, algo más dulce pero de sabor no tan crujiente y no tan tierno en textura.


Este es el plato una vez listo para comer, troceadito con un poquito de arroz junto con unas verduritas. Suele vernir acompañado de una salsita ligeramente dulce para mojar los trozos de carne. Aunque en otras ocasiones, es un poco de mostaza que le da un toque interesante, basta con mojar ligeramente sin llegar a sopetear demasiado en la salsa.


Aunque esta vez que lo comi venía en plan menú junto con sus bebida correspondientes, si vamos a algunos restaurantes, este plato sirve también a modo de aperitivo.

A ver si en próximas entradas hablo un poco más sobre otros platos tipo barbacoa de la cocina cantonesa, que tiene su variedad.