Dragonboat

 

Seguro que últimamente me habrán visto twitear de forma habitual usando el hashtag #dragonboat, especialmente los días de entrenamiento que son los martes y jueves, además de, los días de carrera que son los domingos. Igual a fecha de hoy muchos se preguntan ¿qué es el dragon boat?

Cuenta con más de 2000 años de historia y ligado a la cultura popular china. Práctica popular entre los pescadores y que se iba pasando de generación en generación pero con el tiempo fue adquiriendo más presencia hasta convertirse en deporte a nivel internacional en el año 1976.

Si recuerdan comentaba que me había animado a raíz de un anuncio en una de las revistas locales y me metí en el equipo Buzz Dragon. Primero fueron los entrenamientos en pista: carrera, flexiones, circuito… era parte de la pre-temporada antes de meternos de lleno en los entrenamientos dentro del bote que comenzaron en serio a principios de este año. Cada sesión con más intensidad, distintas rutinas para ganar fuerza y resistencia, casi sin darnos cuenta hemos ido mejorando poco a poco. Días en los que uno no está del todo motivado y cuesta arrancar pero se termina disfrutando al final de cada sesión, uno se va enganchando a este deporte.
 

Poco a poco ha ido adquiriendo más popularidad y se ha extendido por el resto del mundo con gran rapidez. Un deporte bastante competitivo y de gran intensidad. La distancia estándar de las carreras en los festivales es de 500 metros aunque también podemos encontrarnos con carreras de 100, 200, 1000 o 2000 metros y con sus reglas que supervisa la IDBF (Federación Internacional de Dragon Boat).

Los botes cuentan con un total de 24 personas. En filas de 2 personas que son los que reman, junto con una persona al frente que marca el ritmo con un tambor y en la parte trasera quien guía la embarcación. Remos de madera o bien de fibra de carbono son las armas para remar, el resto es sincronización y poder de equipo.
 

No hay momentos de distracción una vez se está en el agua. Dirigirse hasta la línea de salida, colocarse en posición y con el remo preparado a la espera de escuchar la señal de salida. Se mezclan los sonidos del agua, la gente que anima, el sonido de los tambores y cómo cada equipo canta las transiciones durante la carrera. Una carrera de 200 metros se va en un abrir y cerrar de ojos, no hay tiempo para relajarse. Es una labor de equipo y hay que darlo todo.
 

De momento ya llevamos un par de carreras y los resultados acompañan, aunque hay que seguir trabajando. Hay buenos elementos en el equipo y lo más importante, el buen ambiente entre todos. Disfrutar de cada entrenamiento y también durante las carreras, y ganando mejor aún 🙂