De puño y letra

Una buena costumbre que siempre por estas fechas hace más ilusión aún: recibir postales de Navidad. Reconozco que ya no escribo tan a menudo como antes pero este año he decidido retomarlo gracias a una iniciativa que surgió entre algunos twiteros que conozco.

Quizás para muchos a la hora de ponerse a escribir una carta o una postal a fecha de hoy pueda resultar algo extraño. Aún recuerdo cuando cada año escribía casi 15 postales, no sólo para los compañeros de universidad sino también para las familias con las que pasé unos cuantos veranos en Inglaterra. Muchos buenos recuerdos se me vienen a la mente ahora.

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Dos bonitas postales que lucirán junto a nuestro arbolito.

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Creo que a pesar de la comodidad con las nuevas tecnologías nunca está de más el tener tiempo para sentarse a escribir una postal de nuestro puño y letra. Me ha alegrado el haber podido reconectar de nuevo con esta bonita tradición.

¿Han escrito alguna postal estas Navidades? ¿Quizás han recibido alguna de alguien? Aunque estemos a una semanita escasa se cerrar el año, mientras tengamos esa ilusión aún estamos a tiempo. No me importaría nada el poder intercambiar con más gente alrededor del mundo, sería interesante. Si alguien se anima 🙂

En familia

A la vuelta del fin de semana nos metemos con la celebración que anuncia la llegada del otoño según el calendario lunar. Oficialmente no será hasta un poco más tarde para los que nos regimos principalmente por el cambio de las estaciones y eso conllevará un posterior ajuste de la hora.

Ya sabemos lo dados que son en estas celebraciones que se hagan reuniones familiares o con amigos. Un buen momento para compartir una cena un tanto simbólica para recibir una nueva etapa del año. Y en toda celebración que se precie no puede faltar:

  • Verduras.
  • Pollo, ternera o cerdo.
  • Pescado y/o marisco.
  • Sopa.
  • Arroz.

No podrán decir que la mesa pinta mal. Platos bien servidos, bol en mano empezando por la sopa y luego seguir con los platos principales.

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La mesa está lista

De los platos a la vista, ¿cuál les llama más? para ser el primero por donde atacar 🙂 Sólo digo que las almejas estaban tremendas, una de las estrellas del cena.

¡Feliz finde y buen provecho!

Paciencia

Un día festivo y más siendo fin de semana, sólo puede significar una cosa: la afluencia de gente, y si a eso le juntamos que se celebraba la festividad de Ching Ming los números se multiplican. Una de esas ocasiones que se tiene que rendir a los fallecidos para visitar sus lugares de descanso, adecentar los nichos y también quemar papeles; terminando con una buena traca de petardos para auyentar a los malos espíritus.

Uno se da cuenta en fechas como estas la mucha gente que tiene a sus ancestros en poblaciones cercanas en la provincia de Guangdong, es un movimiento masivo. Me atrevería a decir que no había visto tanto colapso para salir de la ciudad en comparación con Año Nuevo Chino, que ya es decir.

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Una vez cruzada contra la frontera, tocaba hacer cola para comprar el billete de tren. Más de lo mismo, con la cola avanzado lentamente hasta el mostrador. Nos distribuimos en varias colas para ver quien conseguía llegar antes pero al final el resultado fue el mismo, ya se sabe lo aleatorio que puede ser esto de los mostradores y la gente que tenemos por delante.

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La nuevisima estación de Dongguan que apenas lleva unos meses funcionando, la cual era nuestro destino final y apenas son 45 minutos de trayecto desde Shenzhen.

Algunas zonas de los alrededores aún estar por desarrollar pero ha supuesto un salto cualitativo respecto a la anterior estación en Shilong.

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Y es que viajar en tren en China está mejor de lo que uno piensa, pero ante casos como este no queda otra que armarse de paciencia. Mucha gente queriendo ir hacia el mismo sitio, el mismo día y todos queriendo llegar antes que nadie, y pasa lo que pasa. Suerte es no tener que coger un coche, que el caos por la autopista se lo podrán imaginar.

Hacer los honores

Fue justo a la vuelta del nuevo año chino cuando se llevó a cabo la tradicional ceremonia de apertura en la que no puede faltar un cochinillo y simboliza un próspero inicio para el equipo. Nuestro timonel Lai Be, fue quien hizo los honores plantando unas varillas de incienso y con sus posteriores reverencias. Ese pequeño altar montado sobre una cajita de poliestireno y con el cochinillo como protagonista para su degustación por parte de todos en unos instantes.

Esta celebración es todo un ritual que también es habitual ver cuando un negocio abre sus puertas, muy curioso.


 

Todos listos para el corte del cochinillo y al grito de 3, 2, 1… Buzz!!

Una nueva temporada de dragonboat a la vuelta de la esquina y vamos ultimando los preparativos de cara a nuestra primera carrera que será dentro de un par de semanas en Shatin (6 de abril). Será una forma de probarnos y ver qué tal le sienta al equipo el ambiente de competición; esperemos que sea un buen arranque puesto que todos estamos muy motivados pero recordar el mantener la concentración y buenos hábitos de los entrenamientos.

Apuesto que será una temporada vibrante. Un buen grupo formado por los que llevamos unos añitos (esta es mi cuarta temporada) y gente nueva con potencial. Todos con ganas de darlo todo y recoger buenos frutos.

Lo dicho, poquito a poco y carrera a carrera, los resultados irán viviendo pero lo más importante de todo como dice el entrenador: «el día de carrera es para disfrutar, ir sin presiones y vivir el ambiente alrededor».