Se agradece cuando uno se encuentra notas de color en la calle. Un alguien misterioso, que pone un toque original y se encarga de vestir de una forma particular algunas barandillas del centro. En esta primera foto sacada en la calle Pottinger fue donde vi cómo estaba tejida la barandilla con esos motivos florales. Si yo fuese barandilla estaría sudando ahora en la época de verano 😀 pero anda que no viene mal cuando refresca en invierno.
Inicialmente había pensado que se trataba de algo aislado, pero se ve que no ha sido así.
Hace un par de días en mi ruta habitual hasta Wan Chai para ir a comer, me llamó la atención que en el muro de los barracones Victoria había una señora que parecía estar sacando fotos de cerca a algo pero que no alcanzaba a ver; fue entonces cuando se apartó y entendí el porqué. El ganchillo había hecho su aparición en un nuevo punto de la ciudad 🙂
Me gusta encontrarme este tipo de iniciativas por la calle, le alegran a uno el día.