Las llevamos de paseo

Una soleada mañana de domingo y con las niñas despiertas desde hace ya unas horas. Nosotros aún sin haber desayunado pero ya va tocando. Como aún el sol no pega demasiado, decidimos que las llevamos de paseo un rato por el parquecito cerca de casa y luego a la vuelta podemos hacer una paradita para desayunar. Buen plan para empezar el día.

Momento de armar el carrito y los demás preparativos antes de salir de casa. Como vamos ahí a ladito, no habrá que cargar con mucho y como ellas ya desayunaron su biberón. Ahora sólo falta que se queden dormiditas en lo que vamos dando el paseíto.

por la sombrita

El solecito parece que les gusta pero a veces se van regañando un poquito. Es una sensación distinta mientras que sus miradas se van hacia los árboles y todo aquello que pasa a su alrededor. Nos paramos un ratito en la sombrita que parece que corre un poco más el fresco. Ya casi hemos recorrido la mitad del parque y enfilamos el tramo final que pasa cerca de la zona de los columpios.

Parece que poco a poco les va entrando el sueñito. Han estado bastante calladitas y comportándose (generalmente así), aunque como todos los bebés a veces tengan esos momentos de estar algo más inquietas de lo normal. Con el movimiento del cochecito seguro que van la mar de cómodas. Y a nuestro paso, las miradas de la gente que se asombran al ver gemelas. Inevitable que algunos se paren y nos pregunten, y hacerles algunas carantoñas jeje. Son el centro de atención 🙂

las llevamos de paseo

Después de la vuelta al parque, nos dirigimos al McDonalds para cargar las pilas. Las niñas se han quedado fritas y no se despertarían hasta que luego llegásemos a casa. Los paseítos como estos serán más propicios ahora que el calor va remitiendo un poco y estando el otoño a la vuelta de la esquina dejando los calores veraniegos.

Seguro que estarán deseando que las llevamos de paseo cada fin de semana y así que vayan conociendo un poco más el barrio. Y también menudo postureo para nosotros con nuestro carrito doble, jaja.

Cumplieron cien días

Si hace poquito compartia con ustedes nuestra alegria al tener las dos niñas juntitas en casa, en esta ocasion se trata de una fecha significativa. Cumplieron cien días el pasado viernes y para hacer su dia un poquito más especial, y asi de paso nosotros endulzarnos un poquito, compramos una tartita en su honor.

Y el por que es significativo este número de días? Pues según la tradición china es durante los primeros cien días que la mamá y los bebés son más vulnerables a poder enfermarse por lo que hay que guardar reposo en casa. También puede que sea en parte porque antes sucedía que había bebés que no llegaban a esta cifra y para aquellos que si lo hacían, era motivo de celebración.

cumplieron cien dias

Ahora son pequeñitas como para andar comiendo tarta pero seguro ya tendrán tiempo más adelante. Se imaginan cuando les llegue el turno de su primer añito? sé que quedan bastantes meses por delante pero estos primeros se han pasado volando casi. Cada día nos soprenden con sus expresiones, su mirada parece que más atenta y respondiendo a las voces de su entorno. Cada una con su personalidad, pero a la vez se complementan. Parece que Mía tiene un caracter algo más parecido a mi, en cambio Sofía ha salido a su mamá. Qué cosas que tiene la genética, eh! 🙂

En nuestros días digamos que es más un evento social para congregar a familiares y amigos, una excusa más y obtener regalitos respectivos. Como ven, nosotros de lo más simple y en casita.

Estamos al completo

La semana que viene se cumplirán 3 meses desde que nacieron nuestras hijas, pero no ha sido hasta hace un par de días que estamos al completo en casa. La mayor al poco de dos semanas ya pudo dejar el hospital pero la pequeña ha tenido que estar algo más de tiempo para que pudiera adaptarse bien al aumento en su nutrición, algo que le costó un poquito. Lo importante es poder disfrutar de las dos a pesar de que ahora el trabajo se multiplica.

Las niñas

Antes que nada, las presentaciones que seguro muchos estaban con la incógnita. Nuestras niñas se llaman Sofía y Mía. Nacieron con 35 semanas por lo que se adelantaron unas semanitas a la fecha que nos habían dicho inicialmente. Poco a poco las cosas han seguido su rumbo; la mamá recuperándose, y las niñas creciendo día a día. Son gemelas, aunque a simple vista no lo parezca 🙂

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Visita familiar

Con la llegada de las niñas, una visita familiar era inevitable. A parte de la familia de mi mujer, por parte de mi familia también había muchas ganas de conocerlas; fueron mi madre y mi hermana las que vinieron para pasar dos semanitas en la ciudad. La primera semana estuve liado con trabajo y repartí el tiempo entre la oficina, el hospital y pasar tiempo con ellas. En cambio, en su segunda semana la cogí de vacaciones y pudimos aprovechar bastante.

Ni que decir que lo que es la comida les encantó y no tuvieron pegas, son tambien de buen comer como un servidor. La comida asiática fue la protagonista la mayoría de días pero también nos dimos un respirito con otros platos variados.

La primera foto es de la cena de bienvenida con los padres de mi mujer. Una buena muestra en la toma de contacto: verduritas, noodles, siu mei y pescado al vapor.

visita familiar

 

En lo que esperábamos para coger sitio en Din Tai Fung, descubrimos una perlita de restaurante del que salimos muy satisfechos. Cerdo agridulce, arroz frito, dumplings y algún que otro platito mas.

En lo que respecta a la climatologÍa, la verdad que tuvimos de todo. Días nublados, días pasados por agua y días de sol radiante. Como suele ser habitual el factor humedad es lo primero que le afecta a los visitantes, pero con el paso de los días parece que se adaptaron y con ayuda del aire acondiconado cuando visitamos los centros comerciales de rigor.

Tiempo para visitar sitios como el museo del tren en Tai Po.

 

El siempre emblemático barrio de Mongkok (un poquito pasado por agua). Sin dejarnos los mercadillos para comprar algunos recuerditos para la familia y tener que «pelear» un poco con los precios haciéndome valor con mi cantonés.

Uno de los aciertos cuando estuvimos por Tsim Sha Tsui fue meternos en uno de los restaurantes del grupo Super Star y disfrutar de un tranquilo dim sum. Muy bien atendidos y con la comida muy sabrosa, y con té en abundancia (mi madre encantada)

Con nubes nos recbía el skyline pero siempre impresionante para los que tienen su primera vez, aunque para mi hermana fuese su segunda ocasión puesto que estuvo en nuestra boda en 2015.

El convento de Chi Lin y los jardines de Nan Lian, descubriendo otra de las caras de la ciudad. Remanso de paz y sin agobios de las zonas más concurridas de la ciudad. El sonido del agua y los rezos budistas mientras contemplábamos los bonsais y la arquitectura.

Casi como empezamos, el dim sum de despedida en el día que tenían que coger el avión de vuelta. Un último día que aprovecharon para tomarse las cosas con calma, ordenar la maleta con las compritas y no tener que ir con las prisas de última hora para compras adicionales. Creo que aún estaban un poco llenas de la cena de la noche anterior; y es que a veces la hospitalidad local ya se sabe, cuando se trata de comida y uno termina comiendo más de la cuenta, jaja.

Una visita familiar muy completa y en la que los tres disfrutamos mucho. No importa que los primeros días con el consiguiente jet-lag hayan perdido un poquito de tiempo, pero así el cuerpo pudo asimilar los dias que venían por delante.

Creo que fue una visita mas que interesante para mi madre y agradezco de todo corazoón que haya podido venir junto con mi hermana para estar cerquita de los dos nuevos miembros de la familia. Lastima que esta vez no haya podido ser que viniese mi padre con ellas, pero seguro que un poco más adelante podran repetir y volver a revisitar sitios con ellos, y mas cosas que se nos hayan quedado pendiente.

Espero verles prontito, hasta la próxima visita familiar. Los cuatros los estaremos esperando con ganitas 🙂