Parque Tamar

En frente del Lippo y otros edificios de Admiralty, tenemos un nuevo edificio que ocupa la primera línea en lo que a vistas se refiere. Han hecho un buen trabajo habilitando la zona, aunque eso haya hecho que el tránsito de pasajeros en la estación de metro cercana haya aumentado considerablemente pero ya están trabajando en una ampliación de la misma para dar cabida a un nuevo enlace de una futura línea.

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Al fondo de esta foto, se puede observar cerca del puente la zona de obras para ampliación de la estación de metro que comentaba antes.

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Pasando por el gran arco del edificio de oficinas del gobierno tenemos acceso a la extensión de terreno con vistas al mar. Una zona bien acondicionada donde no falta el verde del césped, plantas, algunas esculturas y también banquitos para sentarse a disfrutar cuando el tiempo lo permite.

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Aunque había una cierta niebla en el ambiente durante el almuerzo, la temperatura era cálida y se agradecía estar fuera un poquito lejos del frío del aire acondicionado. Luego poco a poco, parecía que el sol quería salir tímidamente con algunos rayos, pero ha permanecido nublado la mayor parte del tiempo.

Parece que aún le quedan algunos retoques, pero es lo que pasa en obras de estas características. Se termina primero lo grande y son las cositas pequeñas, los detallitos, lo que llevan más tiempo en hacer. Es bueno saber que los alrededores tienen otra zona verde más para disfrutar de un almuerzo al aire libre y dar luego un paseo.

El parque de Kowloon

Creo que es un pequeño gran desconocido este parque en la zona de Tsim Sha Tsui. De hecho una de las salidas de metro (A1) va a dar a una de las entradas al recinto, justo al lado de la mezquita. Un espacio verde en el que poder pasear y disfrutar de los árboles, sus fuentes y mucho más.

El sol se asomaba tímidamente entre las nubes y a la sombra de los árboles hasta un poquito de fresco se notaba, y eso que sólo eran las 2-3 de la tarde. Nos vamos adentrando hasta que los edificios de los alrededores miran a lo lejos, el verde nos rodea casi por completo.


 

También cuenta con un estanque con muchos tipos de aves donde destaca una en especial: el flamenco. A mi mente vinieron los recuerdos de la clásica serie de televisión, Corrupción en Miami, jaja, el rubiales de Don Johnson y su compañero, menuda pareja 😀


 

A la izquierda de la foto tenemos el edificio «The Masterpiece». Nos sirve como referencia saber que por allí cerca transcurre la calle Nathan Road.

Pero aún quedan más cosas por ver, y no nos podemos perder el aviario. Subimos la escaleras y accedemos al recinto. Una gran jaula en el medio y con un paseo circular para que la gente pueda ir contemplando la variedad de pájaros.


 

Aves tropicales como los loros no podía faltar. Si se fijan en la foto anterior también sale uno de color rojo un poco alejado.

¿Consiguen encontrar un pájaro en la foto? este tenía un pico súper curioso. Resultó ser el pájaro que más se movía dentro de la jaula, revoloteando de una rama a otra y haciendo ruido, captando la atención de la gente. Presumido, jeje!

Zonas ajardinadas, con florecitas; todo muy bien cuidado para el disfrute de los ciudadanos. En domingo que es cuando se reúnen las empleadas del hogar para disfrutar de su día libre, el parque está más lleno que nunca, es su manera de pasar el día como en otro muchos puntos de la ciudad.


 

Hasta un tótem hay en el parque. Lo que decía yo, no falta de nada.

El sitio perfecto para desconectar de las compras, pasear y sentarse un rato a disfrutar del sol antes de que el tiempo se vuelva algo más fresco y también las lluvias se dejen ver. Crucemos los dedos para que el tiempo se siga manteniendo así de bien, cualquiera diría que estamos a finales de Noviembre casi. El tiempo vuela amigos!

El jardín de Nan Lian

Se pensaban que después de haber visitado Wong Tai Sin el amigo Flapy y yo nos quedaríamos sin ganas de seguir visitando cosas. Ni mucho menos, fue tan sólo la visita inicial pero después vendría el sitio estelar del día. Entre un sitio y otro hicimos una pequeña pausa y a la vez que dimos un paseo, casi se puede decir que estaban al lado. En realidad es un paseo de unos 15-20 minutos pero después de habernos bajado en la parada de Diamond Hill, quedaba mucho mejor el ir caminando que coger el metro para hacer tan sólo una parada. Y por el camino cogimos algo más de refrigerio que ya andábamos escasos.

Los jardines de Nan Lian fueron inaugurados en el año 2006 y el estilo de sus jardines son del estilo de la dinastía Tang. Está todo muy bien ambientado y cuidado, desde los caminitos, la vegetación y sobre todo las construcciones donde destaca este pabellón dorado en medio de un estanque de agua.


 

 

 

No da la impresión de que estemos en Hong Kong verdad? tiene hasta un cierto toque japonés, me atrevo a decir. Sólo al levantar la vista nos damos cuenta de la presencia de los altos edificios de viviendas, pero de resto sólo escuchamos la música ambiental que suena por la megafonía y el canto de algunos pajaritos que saltan de rama en rama.

Tampoco faltaba una sección de bonsais inclusive. Muy verditos y súper cuidados.

Por supuesto las fotos no pueden faltar y esta era una de las zonas preferidas. Estas chicas estuvieron un buen rato poniéndose en turnos, hasta que pudimos captar nosotros la panorámica.

Nos vamos alejando escaleras arriba en dirección a la otra zona del complejo: Chi Lin Nunnery, siendo la zona que daría pie a todo el complejo. Originalmente del año 1934 y posteriormente renovada en el año 1990. Muchos años más tarde llegaría el jardín de Nan Lian que hace de antesala perfecta.


 

Disfrutamos mucho de la visita, foto aquí y foto allá. Creo que a Flapy no le importaría repetir 🙂 aún tengo pendiente que publique su versión de ese día de paseo, seguro que sólo es cuestión de tiempo.

Es una maravilla contar con sitios como estos a los que escaparse de vez en cuando. Son un oasis en medio de tanta verticalidad, lugares para bajar el ritmo mientras uno se relaja con el entorno. Seguro que no lo conocían y poder acercarles un fisquito más del otro Hong Kong.

Antes de que me olvide, su ubicación es al yendo de camino hacia la estación de Diamond Hill saliendo desde Wong Tai Sin, no tiene pérdida.

Tarde de parque

 

Hace un par de domingos aprovechando que hacía tiempo que no coincidía con mi amiga Rita, dijimos de quedar por la tarde cerca de su casa e ir al parquito que hay en los alrededores. Habían pasado ya bastantes meses desde la última vez que quedamos, y es que antes, al estar su oficina cerca de la mía, quedábamos de vez en cuando con algún amigo más para comer juntos por la zona. En cambio ahora, su oficina se ha mudado al lado de Kowloon y eso ya no puede ser; no obstante, el fin de semana es un buen momento para quedar y de paso conocer a su hijo que ya va para 2 añitos en septiembre. Como es una blogger bastante activa, aficionada a la fotografía y presente en distintas redes sociales, sólo había visto fotos del niño pero aún sin conocerlo en persona. Es todo un torrente de actividad y con algún que otro arranque de rebeldía, pero normal en cualquier niño que se precie y a su edad.

Me hizo las indicaciones para llegar a su casa desde la estación de Mei Foo, llegando sin problema hasta su edificio. Allí estuvimos un rato con su familia charlando un rato mientras el pequeño Marcus correteaba de un lado a otro y no dejaba de mirarme como algo novedoso, mientras me acercaba unos cochecitos para jugar con él, muy simpático 🙂

Llegado el momento, nos preparamos para ir al parque. Coger las provisiones, sobre todo de agua para el día de calor que hacía y ponernos en marcha. Como quien dice, el parque lo tiene casi a los pies de su casa, un pequeño paseito de apenas 5 minutos. Poco a poco nos fuimos adentrando en el parque, que al principio engañaba pero tiene un tamaño más que considerable. Buenas extensiones en las que la gente aprovecha para tumbarse a descansar o hacer un picnic improvisado.
 

Caminitos por los que perderse un rato y descubrir uno de los múltiples rincones que tiene. Refugiarse bajo la sombra de los árboles y mezclarse con la vegetación. Eso sí, no olvidarnos de poner un poco de spray anti-mosquitos por si acaso.
 

Aquí tenemos la familia de Rita al completo. El pequeño, galleta de chocolate en mano, mientras observa el paso de la gente mientras su mamá hace algunas pompitas de jabón. El papá iba en busca de la pelota con la que empezaríamos a jugar en los instantes posteriores. Mientras tanto nos sentamos y picoteando algunos bollitos que habían traído.
 

Y con las energías a tope, llegó el momento de poner la pelota en movimiento. De un lado a otro correteando y en apenas unos minutos uno ya empezaba a sudar, y con la humedad, que se acentúa más si cabe. Esta foto que sacó Rita es genial y menudo gol que marcó su hijo, jeje 😀
 

Momento de continuar el paseo por el parque, mientras padre e hijo se adentran en busca de la zona de juegos, Rita y yo vamos a la captura de algunas instantáneas. Y es que tiene muchos detalles en los que fijarse, como estas ventanas de estilo chino tradicional.
 

Además de un pequeño estanque, con algunas construcciones de madera o un pequeño puente en zig-zag. Todo muy bien cuidado y con gente aprovechando para sacar fotos como nosotros. Había de todo, desde familias con sus bebés de pocos meses, hasta parejitas o incluso nos sorprendió que había gente caracterizada con trajes cosplay. Una mezcla más que interesante y en un radio de pocos metros.
 

 

¿Igual alguno se habrá preguntado qué lente usé esta vez? Rita me prestó una de sus lentes, un Tokina 11-16mm f2.8, y es una pasada jugar con esta lente tan angular. Así que, no sólo disfruté de buena compañía esa tarde sino también probando una lente distinta a las que estoy acostumbrado a usar.
 

Los niños se divierten dando de comer a algunas palomas. Me hizo recordar a la típica escena que se vive en la plaza de Trafalgar en Londres en la que muchas te rodean en busca de millo, aunque con el tiempo se ha ido controlando que sino luego dejan perdidos los monumentos de la zona.
 

Así de sonrientes posaban mientras estaban en el parque, y podían tomarse un respiro. Espero que quedemos en más ocasiones y seguro repetiremos visita al parque, porque lo pasamos muy bien y se nos pasaron un par de horitas volando. Gracias por la invitación y por pasar una tarde-noche entretenida, y diferente.
 

Cómo llegar es muy fácil. Y a pesar de lo que podamos pensar, el parque se encuentra más cerca de la estación de Mei Foo que de la propia Lai Chi Kok, pero ambas muy cerquita la una de otra. Cogiendo la línea roja desde el centro se llega en apenas media hora.
 


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