Sitio local

 

Un lunes por la noche que a uno no le apetece cenar en casa, pero a veces los sitios habituales cansan y hay que cambiar un poco. Lo que es la oferta de restaurantes en Tung Chung no es demasiado extensa contando un food court dentro del centro comercial Citygate y luego sitios sueltos por los alrededores. Fue entonces cuando mi amigo Yuriy sugirió un sitio en el que había estado en un par de ocasiones, algo más local y auténtico.

El sitio en cuestión se encontraba a tan sólo 5 minutos en coche desde la estación de metro. ¿Cómo lo descubrió? creo que uno de sus vecino se lo comentó, ya que, si es un por uno mismo no sabríamos llegar al sitio en cuestión. Lo mejor de todo es que el restaurante tiene servicio de transporte, que consiste en un par de furgonetas que se estacionan cerca del metro y salen cuando juntan a un poco de gente. En esta ocasión, íbamos nosotros solos y es que siendo lunes la cosa pintaba bastante tranquila.

Aunque parezca mentira, cuando llegamos el restaurante estaba bastante animado pero cogimos la primera mesa nada más al entrar y cerca del sitio donde elegir el pescado y el marisco. Ahí al ladito, fresco y para que el cliente pueda decidir sobre la marcha.
 

La mesa al lado nuestro estaba afanada con la comida y entre bocado y bocado algún trago de cerveza, y bastante que bebieron a juzgar por la cantidad de botellas que acumularon al final de la noche. Sólo decir que nosotros terminamos de cenar y allí seguían tranquilamente charlando, y eso que nosotros nos lo tomamos con calma.
 

Respecto a los platos que pedimos: arroz frito, verduritas, pollo… aunque en esta foto aún no se muestra el plato de un pescadito al vapor que llegaría al poco. Luego tendríamos las manos ocupadas dando buena cuenta de la comida. Las raciones bastante abundantes, sobre todo la bandeja de arroz que para dos personas costó acabarla a pesar de que mi amigo y yo tenemos bastante saque. Y acompañado de cervecita Tsing Tao o un poco de té.
 

La verdad que todo estaba muy bueno. Y de precio tampoco estuvo mal, aunque siendo dos salió a unos 200 HKD (sobre 20 €), que si hubiéramos sido un par de personas más y con la misma cantidad de comida, saldría mejor a repartir, pero sí que nos gustó. Habrá que repetir el sitio, ya sabemos el lugar y cómo llegar, ahora sólo queda que cuadre un día para ir, el resto está hecho.

Para más indicaciones, aquí está cómo llegar. El nombre del sitio: Wah Tao seafood restaurant


Ver Tung chung en un mapa más grande

 

Ngong Ping 360

 

Ayer que fue fiesta, también para mi por aquí que tenemos el calendario de festivos compartido entre los de España y los de Hong Kong, lo mejor hubiera sido quedarse en casa a descansar, no? En cambio, con el día tan fantástico que amaneció, era una pena no aprovecharlo.

Si aún hay cosas que me quedan por visitar en la ciudad, el sitio del que hablaré a continuación era uno de ellos. Situado en Tung Chung, isla de Lantau, y al que se llega de forma muy cómoda y rápida cogiendo la línea naranja de metro. Una vez allí seguir las indicaciones hasta el edificio donde cogeremos el teleférico: Ngong Ping 360. Uno de los sitios que no se puede dejar de visitar si estamos de visita.
 

Lo bueno de haber ido en un día entre semana: tener menos gente y no tener que sufrir los agobios que se produzcan el fin de semana cuando un mayor número de turistas y no turistas hacen cola para cogerlo. El horario de apertura es a las 10 de la mañana y hasta las 6 de la tarde.

Poco a poco nos vamos alejando de Tung Chung y por delante un recorrido de casi 6 kilómetros con una duración de unos 25 minutos.
 

Relajarse y disfrutar de las vistas pasando por encima de la bahía de Tung Chung y en dirección a la parte más norte de la isla de Lantau.
 

¿Qué les parecen las vistas? bonitas verdad? pues apenas llevamos un rato del recorrido. Me pregunto a qué altura nos encontramos sobre el nivel del mar. Un dato a añadir, la cabina era de suelo de cristal, más emoción al viaje, aunque algo difícil de sacar en las fotos. Merece la pena. Ojo chicas con las faldas, nunca se sabe 🙂
 

Y a la izquierda de la foto empieza a asomar algo, ¿qué será?…
 

Como no, el aeropuerto internacional de Hong Kong (Chep Lap Kok). Una construcción impresionante y eso que ya hace sus 13 añitos desde que empezó a funcionar, pero está como recién salido del horno.
 

Si se fijan por debajo de la torre a la derecha de la foto, hay un caminito que asciende hasta el mismo sitio donde nos dejará el teleférico. La próxima vez creo que optaré por esta ruta para estirar un poco las piernas. Y es que Hong Kong es el sitio perfecto para hacer rutas por la montaña.
 

A medida que fuimos subiendo, parecía que la bruma iba en aumento. El cielo tan espléndido del que gozábamos en Tung Chung había desaparecido, pero al menos seguro que hace algo de fresquito y nos quitamos de encima la humedad que parece estar de vuelta en estos días.
 

A lo lejos ya se podía divisar el buda de Tian Tan. Con ello nuestro recorrido tocaría a su fin, una vez en los alrededores de Ngong Ping y a los pies del buda. Qué recuerdos desde la primera vez que iba de visita y hasta entonces no había vuelto.
 

Muy lejos de que aquí acabase el día, aún tenía en mente llevar a cabo una buena rutita que me llevaría de nuevo hasta el punto de inicio casi cuando el sol empezaba a decir adiós. Otra historia que merece ser contada con todo detalle en un post que no tardará en llegar, espero que puedan esperar pacientes 🙂
 

Aquí tienen la página oficial si quieren curiosear un poco más.