Mezcla de edificios

La mezcla de edificios que se produce en zonas como Chai Wan o en este caso Kowloon Bay, no te deja indiferente. Por un lado tenemos los edificios industriales, en los que en su interior se agrupan empresas de lo más diverso o también nos podamos encontrar incluso algún restaurante o cantina. Este de la foto diría que es de los veteranos del lugar porque también los hay más modernos no muy lejos de este.

Y porque también hay donde aparcar el coche, o bien algunos camiones o furgonetas.

Hasta que llegamos a la zona donde están los edificios residenciales. Ya de entrada por su aspecto sabemos que estos son viviendas públicas. Se agrupan varias torres juntas y sólo las diferenciamos por un cambio de color en la fachada o bien por el nombre que tiene asignado cada torre.

Creo que es de los pocos sitios en los que he visto unas instalaciones así. Una pequeña pista para que la gente haga sus ejercicios diarios. Un total de 200 metros, que bien no puedan parecer mucho pero para los mayores cumplirá su función. Unas vueltitas cada día para estar en forma.

Otra zona que antes frecuentaba bastante (donde trabajaba mi mujer), era Lai Chi Kok. Otra buena muestra en fusión de la arquitectura. Edificios industriales en la carretera principal de Cheung Sha Wan y un poco más hacia la zona del mar, zona residencial. Y una buena oferta de restaurantes.

Todo hay que decir que me gustó bastante el breve paseito que dí por la zona. Tenía que ir a visitar unas oficinas por la zona, pero entre visita y visita pude explorar un poquito los alrededores. Que por cierto, almorcé ese día en un restaurante tailandés muy rico al ladito de la estación de Kowloon Bay. Todo un descubrimiento.

Volvemos a Vietnam

Y es que ha pasado bastante tiempo ya desde la primera, y hasta la fecha,única visita al país. Este fin de semana volvemos a Vietnam.

Dejarse llevar

Esa primera impresión que nos causa cuando vemos sus calles repletas de motocicletas. Un caos que es ordenado, basta con pillarle el tempo y dejarse llevar por el fluir.

volvemos a vietnam

El país vaya que si ha cambiado en estos últimos diez años. Nadie mejor que Alberto lo sabe que se mueve como pez en el agua y más aún metido con su empresa BaoLau.

En esta ocasión mi mujer no podrá venir, aunque si nos hubiera gustado. Queda para la próxima junto con las niñas. Será un fin de semana condensado, reunión de amigos y motivo de celebración. El punto de encuentro es Dalat, población ubicada al noeste de la capital y a unos 40 minutos de avión.

Con ganas de reencontrarme con amigos, poder pasear por las calles bulliciosas y como no el disfrutar la buena comida local. Bien sean unos clásicos pho, o unos rollitos o también a elegir entre la gran cantidad de fruta (parece que Dalat tiene fama por sus fresas).

A la vuelta les contaré lo que da de sí. Último fin de semana de marzo, y Semana Santa a la vuelta. ¿Con planes?

¡Disfruten lo que puedan! Nos leemos

Momento de renovarse

Hace no mucho que empezaron las obras en un edificio en la zona de Admiralty. El que era un edificio destinado a los aparcamientos, le llegó el momento de renovarse.

La verdad que no sé si mantendrán la estructura en pie o bien lo desmonten para dar paso a un nuevo edificio. La estructura la han apuntalado y en su interior se ven como saltan las chispas de los trabajos de soldadura. Esto apenas acabas de empezar, veremos cómo va cogiendo forma.

momento de renovarse

Una pasarela que han colocado en paralelo a la existente, de forma que los peatones puedan seguir circulando con normalidad. La estructura cubierta con lona y rodeada de andamios de bambú.

No es una buena noticia para los inquilinos de la zona. La escasez de plazas de aparcamiento no es cosa nueva; la cosa se repartirá más entre Wan Chai y Central.

El resto de la zona está sin novedades, a no ser un nuevo edificio a punto de ser terminado. Situado justo entre Admiralty y Wan Chai, en frente de la central de Policía.

Una de las premisas en el mundo de las construcciones en Hong Kong es: renovarse o morir y renacer. Lo que más lástima da son aquellos edificios históricos que dieron paso a más modernos.

Un poquito cuesta arriba

Si la cosa se pone un poquito cuesta arriba, una ayuda siempre es más que bienvenida. Salirse del camino marcado y tan sólo guiarse por las marcas que dejaron algunos senderistas. Por suerte, alguien que pensé en los demás ha dejado una cuerda preparada y mira que sí viene bien. En esta ocasión el almuerzo me iba a saber a gloria después de la rutita.

Es una gozada que a 10-15 minutos escasos de la oficina, uno pueda perderse entre la vegetación así. Lo de subir al principio puede que de pereza, pero cuando luego podemos disfrutar de las vistas y sobre todo de la montaña. ¡Es lo mejor que uno puede hacer!

Echando la vista atrás

Una ayuda viene bien

Estando el terrano seco, aunque no hubiese se puede subir relativamente bien. No obstante, hay algún tramo con bastante inclinación y hay que recurrir a las manos.

Vamos a hacer uso de la cuerda en este tramo, las hojas secas hacen que la tracción sobre la roca no sea tan buena. Con el terreno mojado la cosa se puede poner bastante más interesante, aunque yo creo que si no hubiera hojitas se podría subir sin mayor problema.

un poquito cuesta arriba

El mirador

¿Y cómo fue que llegué a dar con este tramo? mezcla de curiosidad y casualidad. La intuición me decía que no sería demasiado largo y me dejaría en una vía principal algo más arriba. Y no me equivoqué cuando podía escuchar el sonido de los coches según me acercaba al final. Y justamente vine a dar al sitio donde está el mirador de Stubbs Road.

Para más pistas, si van por Bowen Roady y ven la subida hacia «Lovers Rock» sigan por ahí. Una vez lleguen al final del camino, busquen las cintas entre la vegetación. Hacerlo en sentido descendente puede ser más curioso aún, y casi que bajar de culo es una de las mejores opciones 😀

Para añadir variedad al recorrido cuando salgo a correr incorporaré este cachito de vez en cuando. Una buena forma de mantenerse motivado y para no caer en la monotonía de los tramos rectos de asfalto. Como el fin de semana poco me puedo escapar a la montaña como antes, es una buena alternativa. Ahora toca estar con las niñas y echar una mano para que la mamá pueda descansar alguito, que se lo merece.

¡Buen finde a todos!