Visita familiar

Con la llegada de las niñas, una visita familiar era inevitable. A parte de la familia de mi mujer, por parte de mi familia también había muchas ganas de conocerlas; fueron mi madre y mi hermana las que vinieron para pasar dos semanitas en la ciudad. La primera semana estuve liado con trabajo y repartí el tiempo entre la oficina, el hospital y pasar tiempo con ellas. En cambio, en su segunda semana la cogí de vacaciones y pudimos aprovechar bastante.

Ni que decir que lo que es la comida les encantó y no tuvieron pegas, son tambien de buen comer como un servidor. La comida asiática fue la protagonista la mayoría de días pero también nos dimos un respirito con otros platos variados.

La primera foto es de la cena de bienvenida con los padres de mi mujer. Una buena muestra en la toma de contacto: verduritas, noodles, siu mei y pescado al vapor.

visita familiar

 

En lo que esperábamos para coger sitio en Din Tai Fung, descubrimos una perlita de restaurante del que salimos muy satisfechos. Cerdo agridulce, arroz frito, dumplings y algún que otro platito mas.

En lo que respecta a la climatologÍa, la verdad que tuvimos de todo. Días nublados, días pasados por agua y días de sol radiante. Como suele ser habitual el factor humedad es lo primero que le afecta a los visitantes, pero con el paso de los días parece que se adaptaron y con ayuda del aire acondiconado cuando visitamos los centros comerciales de rigor.

Tiempo para visitar sitios como el museo del tren en Tai Po.

 

El siempre emblemático barrio de Mongkok (un poquito pasado por agua). Sin dejarnos los mercadillos para comprar algunos recuerditos para la familia y tener que «pelear» un poco con los precios haciéndome valor con mi cantonés.

Uno de los aciertos cuando estuvimos por Tsim Sha Tsui fue meternos en uno de los restaurantes del grupo Super Star y disfrutar de un tranquilo dim sum. Muy bien atendidos y con la comida muy sabrosa, y con té en abundancia (mi madre encantada)

Con nubes nos recbía el skyline pero siempre impresionante para los que tienen su primera vez, aunque para mi hermana fuese su segunda ocasión puesto que estuvo en nuestra boda en 2015.

El convento de Chi Lin y los jardines de Nan Lian, descubriendo otra de las caras de la ciudad. Remanso de paz y sin agobios de las zonas más concurridas de la ciudad. El sonido del agua y los rezos budistas mientras contemplábamos los bonsais y la arquitectura.

Casi como empezamos, el dim sum de despedida en el día que tenían que coger el avión de vuelta. Un último día que aprovecharon para tomarse las cosas con calma, ordenar la maleta con las compritas y no tener que ir con las prisas de última hora para compras adicionales. Creo que aún estaban un poco llenas de la cena de la noche anterior; y es que a veces la hospitalidad local ya se sabe, cuando se trata de comida y uno termina comiendo más de la cuenta, jaja.

Una visita familiar muy completa y en la que los tres disfrutamos mucho. No importa que los primeros días con el consiguiente jet-lag hayan perdido un poquito de tiempo, pero así el cuerpo pudo asimilar los dias que venían por delante.

Creo que fue una visita mas que interesante para mi madre y agradezco de todo corazoón que haya podido venir junto con mi hermana para estar cerquita de los dos nuevos miembros de la familia. Lastima que esta vez no haya podido ser que viniese mi padre con ellas, pero seguro que un poco más adelante podran repetir y volver a revisitar sitios con ellos, y mas cosas que se nos hayan quedado pendiente.

Espero verles prontito, hasta la próxima visita familiar. Los cuatros los estaremos esperando con ganitas 🙂

 

Ya somos cuatro

Después de los meses de espera y con las últimas semanas que parecía más lento aún finalmente llegó el día. Un poco antes de lo esperado inicialmente pero todo ha salido bien y ¡ya somos cuatro! Lo que iba a ser algo que sucediese en la mañana del miércoles, finalmente fue de madrugada.

Igual pilla por sorpresa a muchos, pero hemos querido llevarlo de la forma más discreta posible durante estos meses. No ha sido fácil el camino, pero estamos súper contentos de que hayan llegado a nuestras vidas.

Después de su llegada, un continuo ir y venir al hospital. Visitar a mi mujer y a las niñas. Parece que todo avanza de forma favorable, aunque ya se que se trata de pocos días. Muchas ganas de que puedan estar con nosotros en casa pero la verdad que en el hospital se están portando de lujo.

visitando el hospital

En lo que estaba revisando las fotos de estos días, me pareció bastante adecuada la foto que he puesto debajo. Sin casi haberme dado cuenta cuando saque la foto, capte un bonito símbolo de lo que sera a partir de ahora nuestra familia.

ya somos cuatro

El 26 de abril tiene mucho más significado con la llegada de nuestras hijas. Nos alegramos que a pesar de que estos meses no hayan sido fáciles, todo ha ido mejorando paso a paso y supone una alegría mayor si cabe.

La mamá y las niñas se encuentran bien y mejorando con el paso de los días Fue justo hace dos días cuando mi mujer ya pudo regresar a casa pero las niñas de momento pasarán unos días hasta que puedan volver a casa. Lo más probable es que la bebé grande se venga a casa antes y un poquito más tarde la pequeña. No hay prisa ante todo, pero hay ganitas de estar los cuatro juntos.

Me hace mucha ilusión poder compartir con ustedes esta noticia. Un cambio grande en nuestras vidas ahora que ya somos cuatro. Una nueva aventura en la que intentaré estar a la altura del título recien estrenado de papá 🙂 Ayudar en todo lo posible y si necesitase algún consejo de otros papás blogueros seguro que les pediré que me echen algún cable, jeje.

La semana dulce

Esta semana dulce que hemos tenido de por medio «San Valentín», ya sabemos cómo se aprovecha para inundar las tiendas con muchos detalles como son las flores, chocolates y otros detalles varios. En semanas previas la campaña estaba en pleno auge y conforme la fecha se acercaba, ya se sabe. No hay que dejar las cosas para última hora, aunque siempre es mejor adelantarse o retrasarlo porque los negocios aprovechan el tirón para inflar los precios.

No es necesario que llegue la fecha para tener un día o una semana dulce, podemos hacerlo durante todo el año y en cualquier otra fecha. El poder de la publicidad con sus anuncios por la calle, en la tele y también los comentarios de amigos pueden ser de bastante influencia. La decisión la tenemos nosotros en nuestra mano y claro está, en el bolsillo. Al final yo pienso que con tal de tener un detallito y con la intención, eso cuenta más que nada.

Justamente, el cumpleaños de mi mujer fue la semana anterior y cuando fui a recoger su tarta me encontré con este cartelito. Creo que suficiente dulce con su celebración para estar comprando más tartitas para el día 14 🙂

la semana dulce
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Hasta el año que viene

Muchachos y muchachas esto ya está todo vendido y nos quedan menos de 24 horas para despedirnos hasta el año que viene. Parece mentira que después de haber pasado las Navidades pasadas en Tenerife con la familia se haya ido el año volando. Este año toca quedarse por aquí pero ya se andará de cara al año próxim. La verdad hemos tenido de todo, en lo laboral, en lo personal y lo deportivo.

En el trabajo ha sido un año con jefe nuevo, adaptarse a otra forma de trabajar pero muy satisfactorio. Bastantes actividades que organizamos y estaba toda la oficina comprometida para que todo saliese de la mejor forma posible.

Me he estado aplicando más con el Cantonés y digamos que ahora puedo defenderme más en el entorno familiar pero aún el camino es largo, jeje. Lo importante es continuar y seguir aprendiendo más vocabulario, practicar y afinar el oído 🙂

Tiempo de viajar en verano con mi mujer a Italia con un tiempo estupendo, bien fuese en los alrededores del Lago Como o en la costa camino de Cinque Terre. Recargamos mucho las pilas en estas vacaciones.

hasta el año que viene

También hubo tiempo para recorrer más rincones de la ciudad. Sigue leyendo Hasta el año que viene