Colores de otoño

Seguro que habra poca gente que no le guste esta época del año, verdad? En lo que respecta a la temperatura, es algo que se agradece puesto que nos situamos en torno a unos 15-20°C (aunque hay días que casi baja hasta 10) que dista bastante del calor veraniego que juntado con la humedad puede llegar a ser de lo peor de la ciudad. No obstante, la humedad no nos abandona durante la estación de otoño e invierno haciendo que la sensación térmica sea de algunos grados menos de los que realmente hay, más aún donde vivimos nosotros al norte en los Nuevos Territorios.

Una de las cosas que más me gusta es disfrutar de los días en los que luce el sol, sentir el calorcito aunque a la sombra sople algo de brisita. Con la variedad de árboles que hay por la zona, los colores que nos podemos encontrar son de lo más variados.

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Da gusto poder pasar todos los días por este parquecito de camino a la estación de tren. Siempre lleno de vida con sus mañanas de baile, taichi o gente haciendo sus ejercicios matutinos. Seguro que ustedes tambien se han fijado en su barrio en los habituales, es raro que fallen y a veces hasta parece que uno estuviese compenetrado con ellos; bien nosotros vamos adelantados o bien ellos se han retrasado. Aunque a veces los días luzcan algo grises, vale la pena el salir a hacer algo de deporte que es una muy sana costumbre.

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Aunque uno mire con un poquito de envidia lo bonitos que se ponen los árboles en sitios como Japón o Corea, siempre habrá algunos que nos regalen su color marrón con reflejos rojizos. No pudimos evitar el dar marcha atrás despues de habernos bajado de la guagua, cuando íbamos a la zona este de Fanling; los colores nos llamaron poderosamente la atencion. Por cierto hay unos sitios clave para ver los colores otoñales en un parque de Tsing Yi y por Yuen Long, pero ya se podrán imaginar la ds gente que va para sacar fotos…

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Así de bonito lucía el día de hoy cuando fui por la isla a hacer algunas diligencias.

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Por lo pronto el frío está siendo moderado pero aún no podemos cantar victoria. Me conformo con que sigan los días con sol, alternando algunos grises y con lluvia que son en los que no apetece salir de casa y ponerse a ver una peli tomando algo calentito; a la vuelta de la esquina en un par de semanas volveré con el equipo de dragon boat, seguro que más de uno le da mucha pereza ponerse a pensar en ello pero es momento de volver a reactivarnos con la rutina.

A tres días de final del año y con todo ya cerrado o casi porque seguro que muchos andan apurando. Yo sin prisa, apurando mis ultimos días de vacaciones y como no, disfrutando de los colores de otoño.

En el azul

Ahora que el verano queda un poquito atrás pero que los días de otoño aún nos brindan cielos azules, es bueno recordar nuestro reciente viaje de vuelta en Tenerife y en el que pudimos descubrir cosas nuevas.

Así que nos fuimos hasta la zona de Los Gigantes puesto que desde allí partía la excursión en barco que había reservado justo después de nuestra estancia en por Buenavista. La combinación no pudo ser mejor. Salimos con tiempo puesto que la carretera es bastante movidita pero el paisaje bien merece la pena una vez se va ganando altura.

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Una vez llegados al puerto deportivo, dejamos el coche dentro del parking interior y como teníamos tiempo nos dimos una vuelta por los alrededores para hacer una paradita para unos barraquitos 🙂

puerto

Llegada la hora, rumbo al barco y a echarnos a la mar. ¡Estábamos expectantes ante la excursión!

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Y en verdad uno se siente diminuto a medida que nos vamos acercando a los acantilados son imponentes, unos gigantes como bien dice su nombre. No en vano se alzan hasta 500 metros de altura.

acantilado
pano
costa
yate

«Ahí, ahí…!» decía uno de los miembros de la tripulación. Justo hacia la derecha fue por donde aparecieron los primeros. Estuvieron muy simpáticos y nos deleitaron con unas cuantas vueltas por los alrededores del barco en lo que girábamos lentamente con el movimiento del agua.

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Pudimos verlos fugazmente pero luego volverían a asomarse un poquito más sobre la superficie.

aleta

delfin

Uno tenía que ser bastante rápido sacando las fotos si quería capturarlos en lo que salían del agua. Por suerte una lente zoom siempre ayuda y estar con el punto de mira preparado. Creo que hubo algún delfín que incluso llego a saltar pero todo sucedió demasiado rápido.

cerquita

Después del avistamiento de los delfines nos dirigimos hacia una calita cercana que justamente es a donde va a dar la bajada desde Masca. Mucha gente opta por hacer este pateo y luego coger un barquito en el muellito para llevarles de vuelta al puerto deportivo de donde habíamos partido nosotro.

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azul

Casualmente un buen amigo ese día estaba con su novia haciendo la ruta pero por poco no coincidimos en la zona, pero sí más tarde cuando íbamos con rumbo a Santa Cruz e hicimos una paradita en la caleta de Adeje.

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muelle

Las 2 horas de paseo en barco se pasaron volando y nos teníamos que regresar a tierra firme después de la paradita y habiéndonos dado un baño refrescante. Estuvo genial el que fuese un grupo tan reducido y así poder estar sin agobios en el barco; una experiencia que nos supo a mucho.

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Puede que les parezca mentira pero hasta aquel entonces nunca había hecho una excursión para avistar delfines o cetáceos en el mar. Era algo que a mi novia le llamaba la atención y a mi no se me había presentado la ocasión anteriormente, así que fue un buen momento para disfrutar de un tiempo genial ante la mirada de los Gigantes.

Para los que se pregunten con quién contratamos la excursión fue con la gente de El Cardón Experience. Hay una gran variedad de ofertas y empresas, además podemos ir directamente por el puerto y contratarlo si quedan plazas libres aunque a veces es mejor una reserva a tiempo.

En calma

Si me preguntas hace unos años igual no tendría respuesta p tendría que pensármelo un poco más. ¿Qué tiene salir a correr? Y puede que no todos estemos hechos para ello, que es aburrido y monótono, seguro que es de los primeros adjetivos que uno puede pensar. Es más que hacer deporte, sino también una forma de estar en calma interior con uno mismo y desconectar de nuestras preocupaciones laborales y personales. El asfalto y el sonido de nuestras pisadas, y más calma aún si es durante la tarde-noche.

Hace un año escaso que vivimos en Fanling y todos los días pasamos por Tai Po, un viajecito de apenas diez minutos de metro pero que corriendo es casi una hora pero merece la pena mientras uno va corriendo en paralelo al Tolo Harbour bordeando la costa alejándose del centro urbano. Es una buena zona también para ir en bici puesto que podemos llegar hasta Tai Wai, es una buena tiradita pero totalmente en llano.

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Y como la zona está al paso del río Lam Tsuen y con algún que otro canal, hay varios puentecitos para salvar las distancias. No podía ser de otra forma que con inspiración china y de noche lucen especialmente mejor.

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Ya que hemos llegado hasta aquí, el camino de vuelta se tiene que hacer igualmente. ¿me echa para atrás? Pasado ya el verano el panorama es bien distinto; con la brisita y una media de 20grados que tenemos actualmente, se hace la mar de bien. ¡Viva el otoño!

Reflejos

Parece que el clima otoñal se va acercando y prueba de ello son algunos chaparrones que hemos venido teniendo durante las últimas semanas. Podemos decir que el verano ha sido especialmente caluroso y la temporada de tifones se ha portado, habremos tenido como tres y destacando el que pasó hace unos días aunque no causó demasiados estragos, habrán visto algunas fotos que compartí a través de la página de Facebook.

Por una parte las lluvias vienen bien para refrescar un poco el ambiente y suavizar la temperatura aunque luego se note un poco más húmedo, especialmente por la noche. Lo que más me gusta cuando sale el sol es ver los charcos que uno se encuentra por la calle y que hacen de grandes espejos reflejando el cielo y los alrededores.

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Dos escenarios bien distintos, el primero es por las cercanías de casa cuando salí a correr durante el fin de semana. Por suerte salí después de que cayese el chaparrón, aunque a uno no le disgusta sentir el agua de lluvia especialmente cuando el calor aprieta como era el caso de ese día. Y el segundo escenario es en Causeway Bay delante del mítico paso de peatones en frente de los almacenes Sogo, y además me pilló sin paraguas pero pude refugiarme a poco de bajarme del tranvía.

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Si seguimos el calendario lunar, con la celebración del festival la semana pasada estaríamos ya en la época de otoño plenamente pero lo que es oficialmente al verano le quedan los días contados. Sin duda se acerca una buena época para los que quieran visitar la ciudad sin sufrir los calores del verano o el frío húmedo de finales de diciembre-enero.

Por cierto, ¿cómo ha ido el verano por su localidad? pasando mucho calor, moderado o bien con algunas semanas algo más frescas de lo habitual. Para muchos ahora viene la mejor época del año 🙂