Tan cercana y lejos a la vez, la ciudad de Shenzhen que limita al norte de los Nuevos Territorios es la primera gran ciudad de China continental. Hace 30 años que empezó como experimento del gobierno con una zona de libre comercio, y lo que era un pueblecito de pescadores (casi como Hong Kong) se ha convertido en una mole de ciudad en todos los aspectos.
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Drones al poder
Allá por el año 2006 iniciaba su andadura la empresa creada por Frank Wang, un ingeniero informático y apasionado de la tecnología de control de vuelo. Así es como nacía DJI ubicando su cuartel general en la cercana Shenzhen, creciendo con el tiempo hasta convertirse en todo un referente a nivel mundial en este campo. Se daban a conocer a través del modelo Phantom, el cual ha ido evolucionando en sucesivas versiones y ha puesto al alcance de mucha gente la experiencia de poder volar drones con un precio asequible.
Poco a poco han empezado a abarcar más y ofreciendo productos de más calidad enfocados para fotógrafos profesionales o realizadores de vídeo. Un buen ejemplo son nombres como Philip Bloom, Chase Jarvis o Trey Ratcliff.
Con su nuevo producto estrella: el Inspire 1, han conseguido dar una vuelta más de tuerca consiguiendo una mayor versatilidad y prestaciones. Los vídeos que he visto hasta ahora tienen unos resultados increíbles, y no sólo para vídeos sino para sacar instantáneas.
Foto sacada de DJI.com
Es el modelo que está en boca de todos desde su reciente lanzamiento y nada mejor que una pequeña introducción del cacharrito.
Anda que no me importaría nada poder jugar con uno de ellos durante un rato y ver qué tal se comporta. Mientras tanto me conformo con el material que uno puede encontrar en la red que es bastante variado y con resultados espectaculares.Por cierto, ¿alguién que haya podido probar uno o tenerla cerquita?
Para el mundo de la fotografía se amplían las posibilidades y con nuevas perspectivas. Y en lo que respecta a vídeos, afectará mucho en los próximos años en la realización tanto de vídeos cortos como de películas. y que sigue creciendo. Con sus ventajas y claro está, sus riesgos también. Hacer que el uso de estos dispositivos sea seguro y a cargo de profesionales con los correspondientes permisos, sobre todo para eventos deportivos.
Para terminar un vídeo de lo más reciente donde el conocido Youtuber MKBHD tiene su primera toma de contacto con los drones en compañía del DJ DeadMau.
Nunca está de más volver a ver el vídeo que compartía hace unos días, de mis preferidos de los que he visto hasta ahora 🙂
Shenzhen, al norte
Día de cielos despejados y perfecto para salir a la montaña, y es que teniendo una ruta cerca de casa pone las cosas más fáciles. Desde que uno inicia el ascenso y hasta que llegamos a este punto es tan sólo media hora de camino o como mucho una hora si vamos de forma más pausada. Como lo he denominado : «balcón con buenas vistas». Al alcance de nuestra vista, la frontera de la ciudad con la vecina Shenzhen al fondo, el verde del campo y rascacielos salpicando el territorio.
Hace poco más de veinte años el panorama era totalmente distinto al actual. El campo con sus paisajes de cultivo predominaba y el carácter eminentemente pesquero era también una de las características de Shenzhen. Todo comenzó como un experimento por parte del gobierno central para ver cómo evolucionaba esta región colindante con Hong Kong. Visto lo visto, el experimento si que dio sus frutos y hoy en día es una ciudad imponente que no para de crecer y ha superado ampliamente la población de la ex-colonia inglesa.
Se ha generado gran riqueza por parte del comercio marítimo, su aeropuerto y también como centro tecnológico donde se han implantado muchas conocidas marcas como Microsoft, HP, Nvidia.. Pero también se han desarrollado empresas que se han convertido en gigantes de calibre similar como Tencent (creadores de QQ o el Wechat) o el fabricante de telecomunicaciones Huawei. Con estos dos nombres se pueden hacer una idea de lo fuerte que han irrumpido en el panorama mundial.
Se podrán imaginar el movimiento que hay entre ambas ciudades cada día. La puerta de entrada al resto de China continental y a través de red de trenes que tanto se ha expandido y hace sombra al propio Japón.
Para mi sigue siendo un lugar un tanto desconocido porque no he estado tantas veces como debiera pero que con los años ha ido ganando potencial. No es sólo por las compras o la comida sino que también cuenta con museos, jardines y hasta algún parque temático. Habrá que acercarse un poquito más.
Día en Shenzhen
El pasado sábado me sugirió mi novia que en vez de quedarnos por Tung Chung como solemos acostumbrar o sino irnos hasta Tsing Yi, hacer un plan distinto de sábado. Había cogido anteriormente una guagua que va directa desde Tung Chung y hasta Huang Gang en Shenzhen, un trayecto que apenas una hora se hace. Un viaje muy rápido e incluyendo el paso tanto por la inmigración de Hong Kong como la consiguiente de China. Lo mejor es poder comprar el billete de ida y vuelta que nos sale 100HK$, pudiendo coger la última guagua que sale a las 22.15 horas. Salen en intervalos de media hora desde bien tempranito en la mañana.
De primeras, iríamos a almorzar a un restaurante de comida del norte de China y luego ya por la tarde y para dar un paseo nos acercamos hasta Dongmen (東門) que es una popular zona comercial. Y allí nos dedicamos a callejear un poco viendo lo que nos podía ofrecer. A primera vista, muchas tiendas de ropa y algunas cadenas de comida rápida como KFC, McDonalds o también Ajisen Ramen; entre otras.
La gente, sin llegar a abarrotar la calle, fluye de un lado a otro. Conforme el tiempo pasa, hay momentos que hay más tráfico de gente y de repente alguna unidad de la policía irrumpe haciéndose hueco. Todo hay que decir que la zona estaba bien protegida, no obstante siempre conviene con un sexto sentido para prevenir.
Y no sólo estuvimos en la calle, sino otro de los puntos fuertes son algunos centros de tiendas con varias plantas. Lugares para estar fresquito a salvo de calor mientras se va curioseando los distintos puestos. La disposición habitual de algunos de estos sitios suele ser y que es un paraíso para ellas:
– Planta baja: productos electrónicos, fundas para móviles, dvd´s…
– 1ª planta: accesorios, bisutería, complementos, textil.
– 2ª planta: más textil, calzado…
– 3ª planta: salones de belleza, manicura y pedicura, extensiones de pelo..
A partir de esta planta ya no seguimos subiendo ya que no era de nuestro interés, además, una señora un poco insistente perseguía a mi novia para que se hiciera un tratamiento de uñas.
Mejor irnos a la planta baja y echarle un ojo a los cacharritos electrónicos. Tal que así, salí con una funda nueva para el móvil y con un protector de pantalla, al módico precio de 5 euros. La verdad que nada mal, porque en Hong Kong no conseguía encontrar aún ninguna y la que tenía fue a través de eBay, pero de una empresa de HK; curiosamente en las tiendas físicas todo lo que hay se lo reparten entre iPhone 4 y el Galazy SIII, ominpresentes.
No sabría calcular el tiempo que estuvimos, pero desde luego que uno larguito porque entre lo que mi chica iba mirando esta tiendita y la otra, ropa aquí, complemento allá. Yo mientras tanto iba a la caza de alguna wifi abierta y así entretenerme 😀 Hasta que volvimos a la calle y con ganas de tomar algo fresquito, nos acercamos a una tienda taiwanesa de té con leche.
Ni tan mal el vasito, la pena que me durase a mi tampoco y luego tuviese que robarle un poquito a mi chica. Menos mal que inicialmente sólo nos ibamos a pedir uno para compartir, pero terminamos optando por uno para cada uno.
Otro de los aspectos que me gustó, fue la comida callejera. Un sitio en especial que estaba de bote en bote (eso significaba algo) y su especialidad eran los pinchitos, tanto de ternera como de cordero y sin faltar las clásicas bolitas tipo takoyaki.
Los pinchitos estaban de vicio y de precio tirados, dos por 1 euro. Tal es así que nos quedamos con ganas de repetir, pero mejor quedarnos con hueco para más tarde.
Más que un día completo, digamos que fue como medio pero que se aprovechó bastante. Nos lo tomamos con calma paseando, viendo tiendas, comiendo en sitios nuevos y a buen precio. Parece mentira que en el tiempo que lleve en Hong Kong y quedando Shenzhen a pocos pasitos, no haya ido más veces, pero ya sabemos que es lo que pasa cuando llega el fin de semana. Uno se acomoda, prefiere moverse menos y sinceramente, no motiva el ir a Shenzhen pero creo que será de que uno le coja el gustillo.
Por lo pronto no tenemos planes inminentes de volver pero es una buena opción para desconectar de Hong Kong por uno o dos días, y quien sabe si hacer noche allí que el alojamiento es razonable para ver más de la ciudad.