Próxima parada…

 

Puede que todos los vagones de tren y metro parezcan iguales en la ciudad, pero hay un trayecto en especial que es una excepción. ¿Recuerdan cuando les contaba la visita a Disney? Una cosa que se me pasó por alto, fue contar cómo se llega hasta el parque en cuestión, cosa bastante sencilla.

Si estamos en la isla de Hong Kong, bastará con que tomemos el inicio de la línea de Tung Chung (color naranja) y nos bajemos en la parada de Sunny Bay. Un trayecto que dura apenas 20 minutos desde el centro de la ciudad. En cambio, si estamos en Kowloon, con coger la línea de Tsuen Wan (color rojo) bastará con ir hasta Lai King y hacer un cambio de línea en el mismo andén, muy práctico.
 


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Una estación que destaca por su espacio abierto, lleno de plantas por los alrededodes y donde realizaremos un cambio a un tren algo especial. Sino vean los detalles a continuación…
 

De entrada lo primero que destaca es la forma de las ventanillas de los vagones. A partir de ahora, la figura del personaje de Mickey cogerá forma en algunos de los elementos del tren.
 

Las puertas de los vagones esperan la llegada de los visitantes al parque que no tardarán en llegar. El tren que nos llevará hasta las cercanías de la entrada tiene una frecuencia de 2-3 minutos con lo que la espera no será demasiado larga.
 

Una vez en el andén, la gente espera impaciente para poder subirse, pero por mucha prisa que tengamos no debemos olvidar la norma de dejar salir antes a la gente que está dentro del tren, que parece que hay muchos que se olvidan y esta mala costumbre es el día a día, y no puede ser.
 

El interior con sillones bien acolchados y hasta los agarres con una forma un tanto peculiar 🙂
 

 

Si se fijaron dos fotos más arribas, igual les llamó la atención que en los laterales hay como dos vitrinas con una luz. En su interior, tenemos algunos famosos personajes de la factoría Disney. ¿Quién no se acuerda del querido «Pepito Grillo» y la entrañable película de Pinocho?
 

Tan sólo una muestra de lo que nos espera y nos vayamos ambientando un poco antes de llegar a la estación de tren del parque. No todos los vagones son tan originales como éstos y seguro que los más pequeños están de acuerdo conmigo y se entretienen contemplando las figuras durante el corto trayecto. Ya queda menos…

 

Haciendo escala

Lástima que de momento no hayan vuelos directos a España, quien sabe si tarde o temprano terminamos teniendo una conexión directa desde Hong Kong hasta Madrid o Barcelona, sería genial. Sólo de pensar que para volver a Tenerife me ahorraría un pasito, aunque las horas de avión no me las quita nadie desde luego.

En nuestro vuelo a España, optamos por la conexión con Qatar Airways, de la cual hablaré dentro de poquito, con escala en el aeropuerto de Doha. Por suerte, la espera era bastante corta y en lo que nos bajamos del avión, llegar al edificio de la terminal y hacer tiempo, en cuestión de 1 hora escasa ya tocaba embarcar rumbo a Barcelona. Durante ese corto espacio de tiempo ¿qué hacer? como una visita al duty-free…
 

O hay gente que prefiere coger un rinconcito y esperar sentados. Cosa que haríamos nosotros más tarde, aunque eso de haber estado ya nuestras 6 horitas del vuelo HK-Doha, como que es mejor estirar las piernas un rato. No sé porque, me imaginaba el aeeropuerto algo más grande aunque luego me enteraría que terminarán para el año que viene la nueva terminal y seguro que promete.
 

Un pasillo por aquí…
 

un señor de la tierra por acá con su portátil…
 

La distancia entre la terminal y el avión era enorme, o eso me lo pareció a mi. A esa hora, las 4 y media de la mañana si no recuerdo mal, aunque con eso del cambio de zona horaria no estaba del todo ubicado. La claridad del día se empezaba a notar, aunque con una ligera bruma que seguro el desierto tiene buena culpa y se ve algo más gris de lo que realmente es.
 

Lo bueno, lo corto de la espera y no tener que recorrer largas distancia hasta la puerta de embarque. Dentro de lo malo, poca oferta de tiendas pero mejor así, que sino luego el bolsillo se lamenta 🙂

 

Queda poquito

 

Algo que me tenía reservado y solo algunos sabían, es que la semana que viene el martes por la noche ponemos rumbo a España para pasar unos días de vacaciones. Un viaje que apetece mucho ya que tanto mi novia como yo no hemos estado en los lugares elegidos a visitar, así que, todo por descubrir.

La ruta a seguir será saliendo desde Hong Kong vía Doha y con llegada a Barcelona. Volaremos con Qatar Airways, aerolínea con la que también nos estrenaremos. La verdad que tiene bastante fama, y recientemente fue elegida la mejor aerolínea de 2011. Tendremos unas cuantas horas para comprobar qué tal es el servicio a bordo, seguro que un buen entretenimiento y buena comida, asegurado 🙂
 


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Barcelona es nuestro primer destino, por la que pasaremos en dos ocasiones. Una estancia inicial de casi 4 días. Aprovechando el blog de Quicoto he cogido esta foto prestada de uno de los lugares emblemáticos de la ciudad, que por supuesto no faltará en nuestro recorrido. Tengo que ultimar algunos detalles de qué ver los días que estemos, pero nos tomaremos las cosas con calma.
 

Y el segundo destino: la isla de Mallorca. Disfrutar de sus calas, su comida y algo más de relax.
 

Todos los preparativos hechos a falta de la maleta que el mismo martes en la tarde-noche la podré hacer. Nuestro vuelo sale de madrugada, y viviendo justo en frente del aeropuerto, tenemos tiempo más que de sobra. Un total de 9 días de viaje, que seguro aprovecharemos al máximo. Puede que parezca cortito el viaje pero creo que hemos repartido bien el tiempo entre los dos sitios y no nos aburriremos visitando lugares o descubriendo gastronomía.

Digamos que oficialmente hoy empiezo las vacaciones, pero durante el lunes y martes me pasaré por la oficina para revisar algunas cosas para dejar casi todo arreglado antes de estar estos días fuera. A ver si también puedo dejar cosas programadas para no tener abandonado el blog mientras tanto, no obstante en medida de lo posible actualizaré via twitter, facebook y google+ 😀

Espero tener ocasión de quedar con algunos blogueros/twitteros por aquellas tierras, a ver si cuadran horarios y aunque sea tomarnos un café o una cervecita.

¡Buen finde a todos! y felices vacaciones para quienes empiecen hoy como yo.

 

Llegamos

 

El final del viaje estaba cada vez más cerca, y es que después del trayecto en tren, sólo nos quedaba por coger un barco que nos dejaría en la isla de Koh Tao, nuestro destino final.

En estos viajes, lo mejor es tomarse las cosas con paciencia ya que las prisas no conducen a nada. Bájate del tren, esperar un rato en la estación hasta que nos indiquen hacia donde debemos ir. Al menos, estaba todo bastante organizado, aunque fuera en plan ganado con la correspondiente etiquetita para no extraviarnos. La guagua que nos llevaría hasta el ferry, casi otra media hora pero cuando uno llega a la costa y ve el mar, momento en el que el sol empieza a despertar: no tiene precio.
 

Un puentecito de madera de apariencia frágil nos llevaría hasta el ferry que espera a sus ocupantes para poner rumbo. Un nuevo día ha despertado, con algo de cansacio en el cuerpo pero sabiendo que queda menos, vaaamos!
 

Colocar las maletas, buscar asientos libres mientras el barco se va llenando y se prepara para salir, parece que ya no queda nadie más. El aire acondicionado a tope y yo con mi suéter en la maleta sin haberlo podido sacar antes. En cambio Alberto sí que había sido más previsor y se encontraba más confortable con un suéter que sacó a tiempo. Al menos, la travesía no va a durar mucho y pronto podremos disfrutar de la cálida temperatura exterior. Mientras tanto no viene mal echar una cabezadita.

Al cabo de 1 hora y media, si no recuerdo mal, llegábamos a la isla de Koh Tao con una primera parada en el resort ubicado en Koh Nang Yuan, unos pocos viajeros se bajan y continúamos en dirección a la siguiente parada, la nuestra. Allí nos esperaba una furgoneta que nos llevaría hasta nuestro alojamiento Ban´s Diving Resort. Qué ganas de dejar las cosas y poder estirar las piernas un rato, ¿hace ir a la playita? Dicho y hecho… ¿Y lo siguiente? un jugo fresquito de mango y otro de sandía. ¡Perfecto!
 

 

Habíamos llegado a Koh Tao, yo creo que no eramos conscientes, no? Curso de buceo, allá vamos. Pero eso ya sería a la tarde cuando empezaríamos las primeras lecciones. Eva, Sebastián y Gerardo nos acompañarían durante los siguientes días durante las clases y las prácticas. Un placer que los tres se portaran tan bien con nosotros. Si están con el gusanillo de aprender a bucear y empezar con el curso de Open Water, no dejen de visitar la Viajar y Buceo. Si van a Koh Tao, no dejen de visitarles.

Ahora empezaba lo bueno 🙂