Playa limpia

O eso es lo que parecía a simple vista, pero siempre hay que mirar más en profundidad y sorprendente lo que podemos llegar a encontrar. El plan del sábado con algunos compañeros del equipo era el de limpiar una playa en la isla de Lamma. Casualmente la que elegimos fue en la que se celebra la carrera «Lamma 500». Pocas personas a aquellas horas, día algo nublado pero no hay que confiarse.

Nos dividimos en tres equipos, cada uno recorriendo una zona de la playa. Manos a la obra con guantes, gorra para el sol y bolsa en mano. Nada más empezar me encontraría con sorpresas, buen comienzo pero sólo sería el principio. Poco a poco avanzando, cachito a cachito entre trozos de corcho blanco, botellas plásticas o incluso calzado…de todo. El ritmo de llenado de la bolsa era lento pero con paciencia que tendríamos un par de horas por delante.

Mientras yo miraba cerca de la zona verde, el resto del equipo rebuscaba entre las rocas y alrededores de la orilla. Más de lo mismo encontrando plásticos, trozos de cuerda o latas de aluminio.

Entre todos nos haríamos con un muy buen botín compuesto por casi 20 bolsas de basura como las de la foto, bien repletitas. Después de más de dos horas y con paraditas para hidratarnos adecuadamente. Desde luego que fueron unas horas más que provechosas, a la vista está el resultado y la satisfacción de haber dejado en mejores condiciones un lugar que inicialmente parecía limpito.

¡Buen trabajo chicos! Por hoy hemos cumplido. Un ejemplo para que el Gobierno de Hong Kong nobse olvide de lo importante que es la conservación del medio ambiente y los espacios naturales. Hacer campaña y concienciar a la gente para que siempre sea responsable allá donde vaya. Que no sea sólo para quedar bien en una foto sino que la actitud sea durante todo el año, grandes y pequeños, sin excepción.

Es la intención de la campaña Beach Cleanup en la que participamos y que se ve reforzada por la imagen de algunas personas populares, ayudando a que se propague el mensaje.

Tierra canaria

 

Durante la semana pasada se ha estado celebrando una nueva edición de la Feria Internacional de Vinos y Licores de Hong Kong en lo que es ya su 3ª edición. Una feria bastante joven, pero que desde su comienzo empezó con fuerza y se posiciona como un referente para un mercado tan importante como el del vino y otras bebidas alcohólicas. La ciudad intenta hacerse un hueco en el mercado asiático y como punto de entrada para China continental y resto de países de la zona, una buena ocasión para que las empresas españolas se animen más que nunca a exportar sus productos y probar suerte en este mercado.

Es bueno ver que año tras año, no sólo en esta feria sino en otros eventos del sector, la presencia española siempre es importante y las empresas se esfuerzan por estar presentes. Hasta ahora había echado en falta la presencia de vinos de mi tierra, y ha sido este año cuando ha habido una representación de algunos de ellos en esta feria. Es una alegría desde luego, y aproveché para pasarme a curiosear un poquito.
 

Bajo el paraguas de Convican (Consorcio Vitivinícola de Canarias) venían agrupadas un total de 14 bodegas de varias islas (Tenerife, Gran Canaria, La Palma, El Hierro y Lanzarote). Algunas marcas que ya conocía como Monje o Viñátigo, y algunos nombres nuevos que siempre es bueno ver. Es un muy buen primer paso para que los vinos canarios se abran paso en el tan competitivo mercado del vino, y más en Asia con tantos consumidores potenciales. Un servidor estaría encantado de tener representación de algunas marcas para comprar tanto en tiendas especializadas o a la hora de ir de almuerzo o cenita.
 

De los vinos que ven en la foto, pude probar «Frontos», un blanquito de ligero toque seco y elaboración ecológica. Además, pude conocer de la mano de Pablo, uno de los representantes en el stand, algunos de los detalles de la elaboración, siendo él mismo productor de este vino y en colaboración con otras bodegas. Le agradezco el ratito que me dedicó para charlar acompañado de un vasito vino con un poquito de queso, estuvo del diez.
 

A la cita tampoco faltaron los vinos tintos y algún que otro vino dulce como este que vemos en la foto al fresquito de unos hielos. Ya tengo en mente para la próxima vez que esté de vuelta por casa, el probar algunos vinitos más que tengo acechados 🙂
 

La feria se dio por terminada el sábado. Ahora queda esperar a que saquen conclusiones, espero que positivas en su mayoría y para el año que viene puedan repetir experiencia con al menos las mismas bodegas o aumentar más aún si cabe la variedad. Espero que la gente de Convican se vaya de vuelta a casa con buenas vibraciones y ahora sólo queda esperar a ver los resultados en meses posteriores. Si vienen el año que viene, la visita está asegurada por mi parte.
 

 

Hofex 2011

 

La semana pasada tuvo lugar la feria Hofex entre los días 11 al 14 de mayo. Unos días cargaditos de actividad para la gente de la oficina, jornadas más largas, muchos preparativos pero al final con la satisfacción de que las cosas salgan bien.

Esta feria de carácter bienal celebraba este año la edición número 14. Lugar de encuentro para empresas de alimentación, bebidas y equipamiento de restaurantes y hostelería; una de las grandes del año y que nadie quiere perderse. Cantidad de pabellones por los que perderse degustando productos de lo más variado. Las colas para registrarse eran una constante, y a pesar de aún no saber las cifras oficiales, seguro que la afluencia de público habrá sido más que satisfactoria.
 

El pabellón oficial de España que tenía como forma de U, se encontraba situado cerca del de Turquía y parte del de EEUU. Bodegas, empresas de aceites, embutidos… mostrando sus productos y a la espera de poder captar nuevos clientes.
 

La feria a primera hora de la mañana aún un poco vacía, todo el mundo se preparaba para comenzar la jornada.
 

Todo bien indicado para encontrar sin problema a las distintas empresas y su ubicación dentro del pabellón. La decoración donde el color blanco es el protagonista y con toques rojos y amarillo que representan a la bandera española. Sencillo pero elegante a la vez.
 

 

No podía faltar tampoco material para repartir a los visitantes, y a juzgar por lo poco que sobró, fue todo un éxito. Podíamos encontrarnos con un recetario de cocina, guía de vinos con su mapa, directorio de la feria o una guía de importadores de productos españoles de Hong Kong. Espero que todo este material ayude a seguir promocionando aún más nuestros productos y sean más accesibles para el público en general.
 

Hubo seminarios de jamón, quesos, aceite de oliva e incluso una competición de corte de jamón con un total de 11 participantes. Aquí en la foto coincidió que pasaba cuando estaban haciendo el montaje previo a la competición. Seguro que los jueces no lo tuvieron fácil, creo que estuvo reñido.
 

¿Y qué más queda por hacer por la feria? seguro que la siguiente imagen les inspira… a su salud!
 

 

Rutita en bici

 

El pasado fin de semana, me ofrecieron la posiblidad ir de ruta en bici por la isla de Lantau. El punto de encuentro era en Mui Wo, con lo que cogiendo una guagua (línea 3M) desde Tung Chung, llegué allí en media hora escasa. Mi amiga estaba esperando, ir a coger las bicis y prepararnos para la ruta (Chi Ma Wan trail)

Siendo sincero, me esperaba que fuera un paseo pero lejos de todo eso, una ruta bastante exigente que nos llevaría unas 4 horas según me comentó al principio. Con las piernas un poco molidas del entrenamiento de un par de días antes, pero el ejercicio en la bici vendría bien para descargar las piernas y quitarme las poquitas agujetas que tenía. Primero dimos una vuelta de reconocimiento por los alrededodes de Mui Wo para luego dirigirnos hasta el inicio de la ruta. Camino estrechito que empezaba en lo alto de la montaña con lo que previamente tuvimos que colgarnos las bicis para alcanzar ese punto y luego la cosa ya pintaba más fácil, en principio.

Un camino de tierra, aunque con algunas partes asfaltadas, piedritas de vez en cuando… de todo un poco. Zonas llanas, descensos en los que te dejabas los frenos y luego algunas cuestitas que quitaban el aliento. De cuando en cuando hacer un paradita para repostar líquidos y sobre la marcha continuar. En esta foto una de esas paraditas que hicimos después de habernos tragado una cuestita previa, rompepiernas desde luego…
 

Lo mejor de todo, el paisaje que nos ibamos encontrando a nuestro paso. Una pequeña presa con este puentecito para pasar hasta el otro lado y seguir la ruta monte a través. Encontrarnos con alguna gente en bici o bien de caminata, y es que el día sin hacer demasiado calor, era perfecto para disfrutar de la montaña.
 

 

Lástima que no llevase conmigo la réflex, pero yendo con la bici era mejor llevar poco peso. Al menos el móvil resolvió y cuando iba cogiendo algo de ventaja respecto a mi compañera de ruta, podía parar un poquito y sacar un par de fotos aquí y allá. Bonitas vistas hacia el sur, con la playa de Pui O escondida hacia la derecha, y lugar de paso habitual de los ferrys que van hacia Macao. Como se puede ver, no estaba especialmente soleado el día, pero no por ello había que descuidarse que se notaba el calorcito después de un rato en el cuello, jeje.
 

Y como no, ante todo bien protegido que con tanta roca de por medio, nunca se sabe.
 

Cosas curiosas como encontrarnos con alguna señal algo «fuera de lugar», como esta: prohibidos los coches y/o motocicletas. Lo de las motos lo entiendo, pero coches? sólo hay que ver lo ancho del camino 😀
 

O también las indecisiones: ¿izquierda o derecha? seguimos en dirección a Pui O. La mayor parte de la ruta la habíamos superado, con sus tramos más difíciles habiéndolos pasado a pie debido a lo complicado del trazado con las rocas o zonas de bajada empinadas. Mientras tanto tirando pa´lante, con alguna playita perdida de por medio o con casas abandonadas, y prácticamente solos en esta parte del camino.
 

 

 

De repente algunos tramos más de escalones un tanto complicados con lo que toca desmontarnos para seguir a pie. Y al poco el camino que se vuelve a hacer llano. Más abajo se podía escuchar el sonido del paso de los coches cada vez más cerca, eso quería decir que la carretera estaba cerca, y prueba casi superada…
 

 

Desde luego que no me puedo olvidar de mi compañera de fatigas en ese día que se portó como una campeona. Me hizo recordar mis buenos tiempos pedaleando por las calles de Santa Cruz o algún paseito hasta la playa, y es que hacía la tira desde que no pillaba una bici. No hay que perder las buenas costumbres, verdad?
 

El cansancio se iba notando y más aún cuando nos quedaba por afrontar una buena pechadita yendo de vuelta hasta Mui Wo, pero nos lo tomamos con calma. Tramos a pie y otros sobre la bici haciendo uso de la marcha más ligera posible, aún así parece que la cuesta se resistía pero pronto alcanzaríamos la «cima» y luego una bajadita que nos dio alas hasta llegar nuevamente al centro de Mui Wo. En nuestras mentes sólo una cosa: comer.

Buscar un sitio tranquilo y al fresquito: OK
 

Cervecita como dios manda: OK
 

El resto ya vino (y se fue) en menos de lo que canta un gallo. Y lo rico que estaba todo: Ensaladita de pollo, pizzita y tampoco podía faltar un postrito 😀
 

 

 

Nos quedamos más que satisfechos. Ya sólo nos faltaba café y puro para empezar la sobremesa, jeje. El broche final para una buena jornada de ruta en la montaña. Habrá que repetir, no? la ruta.. aunque la comida tampoco me importaría.